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« Previous Page Table of Contents Next Page »embarcaciones medianas hasta Los Cocos, donde entra en el lago de Nicaragua en su e:idremidad setentrional. La anchura media es de 100 á 150 varas.
. Los tributarios del Tipitapa son quebra– das insignificantes; pero no debemos olvidar que, como á la mi±ad de su curso, se abre en su márgen derecha la entrada á un vasto pantano dividido en dos parles, llamadas respectivamente laguna del Jenícero y lagu– na de Tisma (antiguamente Zongozana).
La diferencia total de nivel enire el lago de Managua y el de Nicaragua es de 28 piés.
3 9 El lago de Nicaragua tiene 96 millas de largo y 40 millas en su mayor anchura. Su forma es la de una elipse cuyo eje mayor está inclinado del Nordoeste al Sudeste. Su profundidad llega, en ciertos puntos, hasta 45 brazas; pero es muy irregular, á una dis– tancia conveniente de las isla1'\ y de las már– genes la gran navegacion es posible. Tiene corrientes, pero débiles y sin direccion bien determinada. Siendo su anchura media de unas 20 millas, su superficie es por lo menos de 2,000 millas cuadradas. Dicha superficie está á 139 piés, mas ó menos, sobre el nivel del Pacífico en marea baja y en el plenilu– nio, y esto cuando las aguas del lago están mas bajas. La diferencia anual entre la ma– yor y la menor altura de las aguas varia en– ire 5 y 7piés, término medio, segun la abun– dancia de las lluvias. Es preciso notar aquí que ambos océanos, aunque iengan natural– mente el mismo nivel, presenian una dife– rencia notable en sus mareas (21 piés).
Alrededor del lago reina una' zona de 6 á 7 leguas de anchura media, cuyas aguas le eniran por mas de 40 rios que descienden de las pendientes de la cintura moniañosa que lo rodea. El principal de aquellos rios es naturalmente el Tipitapa. En la extremi~
dad opuesta á éste, el lago recibe el rio Frio, que nace en las alturas costarricenses a la falda setentrional de los cerros Huatusos, puede subirse muy lejos en el interior con embarcaciones de regular porte. Estos son los únicos afluentes navegables del lago. Sus oiros principales tributarios son: en la cosia orienial el Tule, que viene del cerro de las Ventanillas; el Camasiro, que nace en el cuello de La Picara y desemboca cerca de San Miguelito; el Tepenaguasapa, que sale de las alturas de QUÍlnichapa, el Oyate, que viene del cerro de Tierra Colorada. De las montañas de Santa Bula salen el Ojocuapa y el Acoyapa, este úl±im.o riega la ciudad del mismo nombre, cabecera del departamento de Chontales, el Mayales nace en el cerro de Buenavista y riega el dis1rito de Juigalpa; el Tecolostote, . que se forma de varias ramas qUe vienen de San Lorenzo, Boaco y Coma– lapa, y, en fin, el Malacatoya que secompo– ne de los rios de Teustepe y San José de los Remates, y recibe el rio TeocinaL
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En la costa occidental del lago, los Jribu– tarios son mucho merios importantes en cuan– to al caudal de agua, peto Su exámen ofrece un interés poderoso para todos los proyectos, que han tenido y tendrán por objeto poner en comunicacion hidráulica artificial el lago con el Pacífico, y por consecuencia estable– cer un pasaje marítimo de uno á oiro mar. Esia costa occidental del lago está, en efecto, tan cerca de la del Pacífico, que no existe en– tre ellas, como lo hemos visto, sino un istmo estrecho que sigue disminuyendo mas y mas hasta su extremidad meridional, donde tiene solo 17 millas de ancho; y como el lago, por el río San Juan, puede hacElrse accesible á los buques que vengan del Atlántico, se de– duce que la aperutra de aquel isimo haria de este conjunto de comunicaciones un ver– dadero canal interoceánico, cuyo tránsi±o, gracias á las peculiaridades excepcionales del sistema, se haria por agua dulce. Se comprenderá que estas condiciones, tan ra– ras para la ejecucion de una obra de esta im– portancia, merecen un examen. especial que reservarnos para el capítulo correspondiente (véase capítulo VII). . Por el momento, nos limiiarenlos á men– cionar los principales rios cuyos valles pare– cen mas dignos de fijar la aiericion. Princi– piando por el Norte, el primero es el Ocho– mogo, que nace al Sur de Jinotepe, en las serranías de la Conquista. Riega el disfrüo de Nandaime, y á la mitad de su curso reci– be en su orilla derecha, á la quebrada de la Javalina. Esta Hene su fuente en el cuello de las Ramadas, al cual corresponde, del otro lado, el valle del río Escalante, que co– rre hácia el Pacífico: distancia entre ambas costas, 25 millas.·
El rio Gil Gonzalez, que nace al ponien– te del Obraje, está separado, por el cuello de San Nicolás, de la llanura de Chacalapa, que se extiende hasta el mar; distancia enire am~
bas costas, 21 millas. En la embocadura del Gil Gonzalez hay una barra que desde unos años se ha elevado tanto, que las aguas del rio van formando una laguna panianosa an~
tes de llegar á la costa del lago. Cerca del cuello de San Nicolás hay oiro desfiladero al pié del cerro de Coyotepe, el que, por el lado del Pacifico, se abre sobre el valle de Buenavista, regado por el rio de Tola, que desemboca en el pequeño puerto de Bri±o.
El rio de LEls Lajas, que sale de las pen– dientes orientales de las serranías del Jocote. Le corresponde del otro lado el valle del ria que dsemboca en el puerto de San Juan del Sur, la distancia enfre ambas costas es solo de 19 millas en línea recta, pero los cuellos son muy altos. En cambio sale de las mis– mas pendientes orientales de las serranías del Jocote, mas al Norte que la fuente del rio de Las Lajas, pero en el mismo declive que él, el río Grande, que se dirige primero al Norte hasta encontrarSe con el río de Tola,
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