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« Previous Page Table of Contents Next Page »lago, enfre San Cárlos y la boca del rio Frío.
Es el único desagüe del vasto sistema hidráu– lico que acabarnos de exponer. Su longifud es de 120 millas. El aspedo general es el de un gran río de unas 150 varas de ancho y cuyas márgenes se ex±ienden de cada lado cubierlas de selvas dilatadas y vírgenes.
Si el lector recuerda lo que hemos dicho mas arriba sobre la fonnacion de los lagos, dividiremos, segun esa teoría, el Desaguade– ro en dos paries principales (1).
1 9 "De San Cárlos al cuello del Castillo". 2 9 "Del cuello del Casiillo hasta el mar". 1 9 "De San Cárlos al Castillo" (40 mi-llas) Sabernos que esta seccion no es otra cosa que la prolongacion del lago en el valle por donde el sobrante de sus aguas ha bus– cado una salida. Lo mismo que las aguas del lago de Managua, despues de haber for– mado un esfera de una milla de largo se pre– cipifan por el Salto de Tipiiapa, así las del lago de Nicaragua. despues de haber forma– do un estero mucho mas largo (40 millas) enfre San Cárlos y el Cas±íllo, se precipifan por el salio ó raudal del Castillo en el valle que viene en seguida. Esa caida repentina de las aguas determina en todo este primer trecho una corriente apenas sensible al prin– cipio, pero que va aumentando mas y mas á medida que se acerca al raudal cuya caida ocasiona una especie de llamamiento en las aguas inmediafamenfe superiores. Las már.. genes, estrechándose, disminuyen la anchu– ra del rio, lo que contribuye tambien á au– mentar la fuerza de la corriente; ésta, sin embargo, no pasa de una á dos millas por hora.
Cuatro millas antes de llegar al salto ó raudal del Cas±illo se encuentra un amonio– namienfo de rocas movedizas, impropiamen– te llamadas raudal del Toro. Decirnos "im– propiamente" porque el Toro no eS
una cai– da, una diferencia de nivel en el lecho del rio, sino un conjunto de rocas de las mismas que arrastran las corrientes del lago, pero denlasiado pesadas para que la fuerza del agua haya podido hacerlas pasar mas ade– lante. La naturaleza de estas rocas es corn– pletamente extraña á la fonnacion geológi– ca de las rnárgenes vecinas, y á la vez aná– loga del todo á la de las rocas que se en– cuenfran en el inferior del lago. Por el con– trario, en el raudal ó salfo del Cas!illo una nivelacion cOlLlpetente perm±iria apreciar muy fácilmente la diferencia absoluta de ni– vel que hay en el cauce del rio
l este cauce, adelLlas, esJ:á formado de materias idén±icas á las que se encuentran en cada una de sus riberas, exceptuando unas que otras piedras de las que arrasfra la corrienfe.
(1) Exeursion al Lago de Nicaragua, subiendo el rio San Juan, por Jorge Lawrence, - Nautical Magazine, 1840.
La velocidad del rio aumenta natural– rnenfe en liempo de lluvias. Aquellas d,efer– minan crecienfes que rnodifican del iodo su fisonomia. La época en que las agua~ son lLlas bajas es á fines del verano, y llegan á su mayor aliura á fines del invierno.
En San Cárlos, es decir, en el punto don– de se considera vulgarmente que concluye el
la~o, ±iene el "Desaguadero" como 1/4 de
lLli1l~ de anchura, 6 á 7 piés de profundidad en hempo seco y una velocidad que no pasa de 1/2 milla por hora. De modo que, en el rnomento en que las aguas están en su pun– fa mas bajo en el lago, el volúrnen de agua que sale de él a San Cárlos es todavía de 800 varas cúbicas por lo menos cada 10 segun– dos, ó 4,800 por minuto. Esie es un dafo ca– pital que el ledor se dignará recordar cuan– do fraternos del canal.
Entre San Cá.rlos y el Toro, las márgenes del rio van elevándose poco á poco, y la pro– fundidad aumenfa desde 6 hasfa 20 piés; el depósito de piedras del Toro ±iene casi una lnilla de largo. Entre las esquinas, ó canfos vivos y corfantes de las rocas, hay un canal nafural con 8 piés de agua. La corrienfe so– bre el Toro llega á tener una velocidad de 4 lLlillas por hora, lo que hace parecer mucho menor que lo es en realidad el volúmen de agua que hernos visÍo salir del lago en San Cá.rlos. Entre el Toro y el Castillo hay 4 lLli– Has de una agua franquila, cuya profundi– dad es de 12 á 24 piés. Exceptuando las rocas del Toro, el fondo del río es de fango areno–
so.
Los fributarios de esta primera seccion son quebr~das ó riachuelos poco ilLlpqrtan– tes. A la izquierda se notan los rios: Melcho– ra, Palo de Arco, Pelan, RabIeta, Negro y Zá– valo del Norie, y á la derecha los rios: Mos– quHo, Raudal, 2;ávalo dei Sur y Pocosol, sien– do esfe úHimo el de mayor caudal.
2º-"Del Castillo al lLlar".
Esta parie puede subdivirse en tres sec– ciones:
A.-Desde el Castillo hasta abajo del raudal de Machuca.
B.-Desde el pié del raudal de Machuca hasla el Sampiqui.
C.-Desde el Sarapiqui hasla el mar. A.-·-Del Castillo á Machuca inclusive (16 rnillas) . Es la extension fatal del cuello de la cordillera que atraviesa el "Desaguadero". Si uno se imagina esfe desfiladero sin agua, tiene la fonna de una silla de montar, cuyo pico seria el remafe del raudal del Casfillo. Este úlfimo iiene una milla de largo I el des.., nivel enfre su parte alía y su parie baja pue– de ser de 10 piés mas ó menos, y la veloci– dad de la corriente de 6 á 7 nilllas por hora en iiernpo seco, por cuyo mo±ivo parece en– fonces fener una cantidad irrisoria de agua.
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