Page 99 - RC_1965_09_N60

This is a SEO version of RC_1965_09_N60. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

con una fuerza que cambia las calles en arro–

Y0l¡\ momentáneos, y con acompaüamiento de relámpagos y truenos rehunban1es. Sin em– bargo, este desorden de los elementos dura poco, y en la noche el cielo vuelve á su acos– tumbrada serenidad. A veces el agua cae du– rante algunos dias consecutivos sin interrup– cion, pero con poca violencia y sin tener for– ma de aguacero. 'Este fenóm.eno se llama temporal ó vendabal (1). Los hombres, ani· males y plantas sufren entonces; pero feliz– mente los temporales son raros.

: Nuestro deber es de insistir para que, po– co 'á poco, se renuncie á las denominaciones impropias de verano é invierno, aplicadas res– peci:tivamente á la estacion húmeda y á la es– tacion seca. "Invierno", por su definicion, in– dica, no la época TIlas lluviosa, sino la mas fria del año, y esta época, para Nicaragua, como para todos los países al Norfe del Ecua–

do~, empieza al equinoccio de seiiembre pa– ra acabar en el equinoccio de marzo, es decir, dura todo el tiempo que el sol está mas lejos de ellos, recorriendo la parie del eclípiico que perfenece al hemisferio austral y llegando á su perígeo en el solsticio de diciembre. El error seria excusable si, á pesar de la posicion astronórnica de Nicaragua, el termómetro, por la influencia de causas locales, mfl.rcase en diciembre ó enero los mayores calores del año; pero es lo contrario, y si algunas veceS el termómetro desciende en Nicaragua á :!:eln– peraturas algo bajas, esio sucede precisamen– fe en aquellos meses de diciembre y enero, y debe suceder, en efecto, por la regularidad de las leyes de la naturaleza. Nicaragua" pues, presenta esa parficularidad de un país, en que los meses caniculares hacen parie de la esta– ciOn que se denomina invierno, y dohde se califica de verano al tiempo en el cual el ter– mómetro desciende á su "mínima". Es inútil insistir mas sobre 10 impropio de estas desig– naciones, empero seguiremos emplelÍndolas en la edicion española por la mayor comodi– dad de los lectores nicaragüenses (2).

Lo que hemos dicho de las estaciones en la tierra caliente se aplica igualmente Él la tierra templada ó fria. Sobre cada verliente de aquella, las lluvias empiezan y acaban al mismo tiempo que en la parte de la tierra caliente que le corresponde. De modo que en dos pueblos vecinos, pero situados cada uno en una falda opuesta de la cordillera, puede haber grandes diferencias en la distri– bucion de las estaciones á pesar de su ploxi– midad. En el que pertenecerá a la falda oriental, las lluvias empezarán en marzo pa– ra acabar en diciembre, y el verano durará desde enero hasta mayo, pero con "chapa– rrones" de Hempo á otro. En el pueblo que

(1) Tapayame en Leon; Tapayagüe en Managua.

(2) Deberia tambien renuncialse á llamar al Oliente el la– do de arriba, y al Poniente el lado de abajo. Esas denomiul\– ciones son olígen de muchos eUOles geogláficos.

64

perfenecerá á la vertiente occidental, las llu– vias seguirán la distribucion que hemos indi– cado para la parie civilizada de la Repúoli– ca, es decir, de xnayo á noviembre, siendo el verano comple:lamente seco, salvo muy raras excepciones. La atraccion ejercida sobre las nubes por las puntas volcánicas, alrededor de las cuales estas se acumulan y se conden– san, es una de las causas mas frecuentes de lluvias excepcionales en sus cercanías duran~

te el verano. Por cuanto á la cantidad de agua que cae en la tierra templada ó fria. es la misma en apariencia que en la tierra ca– liente; pero su reparticion es mas desigual: en cierfos dias llueve durante mucho tiempo, pero poco á la vez, y resultan alternativas de sol frecuentes pero corfas. El suelo nunca se seca completaxnente; ademas carece de las arenas y terrenos esponjosos de las planicies de la tierra caliente, y, al contrario, ofrece capas arcillosas que no ayudan en nada á la accion del calor salar, ya disminuido por la altitud. Se sigue que el lodo es excesivo, y en muchas partes presenta obstáculos muy sérios á la circulacion.

El notes que parece mas caliente para nue51ros senfidos, así como para el termóxne~

tro, es el de mayo, cuando el sol ha pasado ya el equinoccio de marzo. El suelo enton– ces se presenta extraordinariamente seco; el agua falla en gran número de rios; las plan– tas, los anilnales, languidecen. Pero feliz– mente las lluvias vienen á refrescar un poco la atmósfera y disminuir los ardores de julio y agosto, que sin ellas serian insoporfables. Es f¿¡cil experixnentarlo cuando sucede un ve– ranillo en agosto; á pesar de que ha cesado el polvo, la iem.peratura se elev~ tanto como en mayo, y andar al sol en aquella époc~, á las doce del dia, en un camino mojado y en medio de la capa húmeda que se evapora del suelo, es un suplicio todavía peor que an– dar el mismo camino, á la misma hora, en el polvo de mayo.

Sin embargo, en este mes de mayo el as– censo mayor del termómetro es 91 9 (Faren– heit) y el menor 68 9 • Se ve, pues, que esia temperaiura es todavía mas soporfable que la temperalura media de las Antillas, y aun que la del mes de agosto en Paris ó en Nueva York. En esta última ciudad el termómefro en agosto sube hasta 939 y 94 9 á las dos de la tarde, y en la noche no baja mas que á 48 9 •

En Jamaica sube hasta 96 9 en el mismo mes, y por la noche baja solo Él 75 9 •

Debemos repetir aquí la siguiente obser– vacion, hecha desde mucho tiempo, que, com– parando lugares que tienen una misma lati– tud, el nuevo continente es mas fria que el antiguo. Muchas localidades del Sur de Eu– ropa tienen temperaturas medias iguales á

las de Nicaragua, y en la costa occidental de Africa, en las islas de Cabo Verde, que tienen mas ó menos la misma latitud que Lean, el autor de este libro ha experimentado "en di-

Page 99 - RC_1965_09_N60

This is a SEO version of RC_1965_09_N60. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »