This is a SEO version of RC_1966_08_N71. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »tenemos sangre de sirenas y de tritones.
tenemos carne de centauros y satiresas. (i bíd )
Los dos primeros versoS del poema lesumen cla– ramente la concepcion del poeta: puesto que vamos ine– vitablemente hacia la muerte, tomemos el camino del amor:
iVamos al reino de la Muerte por el camino del Amor!
La conciencia del tiempo vivido, tal como la hemos encontrando hasta ahora, se rodea solo de tintes dOlos {alba, primavera ) o mates (otoñal Hay un gran nú– mero de poemas en Daría que tratan de la relacion del homble con la duracion, entre el ser y su tiempo, y cuyo decorado es la noche, el silencio, la angustia Pa– ra ilustrOl esta incursion violenta del Tiempo como fac– tor decisivo en la poesía de Dal ío, recordemos los tres Nocturnos, que llevan fuertemente su implenta
Primero el Nocturno que concretiza mOlavillosa– mente el deshojarse de los días, la .aída de las ilusio– nes, la insinuacion de la angustia en tono mayor:
Quiero expresar mi angustia en versos que a~olicla
dirán mi JUVENTUD DE ROSAS Y DE ENSUENOS y la desfloracion amarga de mi vida
por un vasto dolor y cuidados pequeños. (63)
Esta vez Daría nos inhOduce en pleno clima de desencanto Los versos están cargados de nostalgia y pesar, de tristeza y desilusion, y despiertan nuestra simpatía por medio de ricas aSociaciones de imágenes, sorda musicalidad y subjetividad intensa:
y el viaje 'a un vago Oriente por entrevistos barcos, y el grano de oraciones que florecio en blasfemias, y los azoramientos del cisne entre los charcos, y EL FALSO AZUL NOCTURNO DE INQUERIDA
BOHEMIA. libid) Las dos últimas estrofas del poema, aunque me– nos ricas en imágenes y despojadas de todo OItificio lingüístico, traducen fuertemente el dolor, el horror, de sentir pasar la vida y a nosotros con ella, la tortura interior que pi avoca en nosotros la conciencia de esto situacion Las palabras son violentas, sin adornos, di– rectas:
El ánfora funesta del DIVINO VENENO
que ha de hacer por la vida la TORTURA INTERIOR, la CONCIENCIA ESPANTABLE de nuestro humano
cieno
y el HORROR de sentirse pasajero, el horror de ir a tientas, en INTERMITENTES ESPANTOS, hacia lo inevitable desconocido, y la PESADILLA BRUTAL de este dormir de llantos de la cual no hay más que Ella que nos despertará
(ibíd 1
El segundo Nocturno figula entle los poemas más
b.e~l,os de Rubén La perfeccion de la forma, la con– CISlon del verso, el encantamiento de las estrofas el
:l~~a del poema, todo coriculle a despertar en n~so-
(;3 "NuctlllnlJ", l' 89!l
tros los mismoS sentimientos vividos por el poeta fren– te al silencio de la noche, frente a la noche de su vida Es el gran insomnio, la percepcion de esos vagos rui– dos que aprietan el corazon de angustia, que lo desa– zorian; es la conciencia desvelada, al acecho Son jus– tamente esos ruidos menores de la noche, tos que des– piertan la inquietud, turban la conciencia y la enfren– tan a su lealidad Pequeños luidos, una nonada: y
la conciencia se desgarra
el <:.ertor de uno puerta, el resonOf de un coche lejano, un eco vago, un ligero ruido... (641
Una puerta que se cierra, ¿no recuerda la clausu– la de un capítulo de nuestra vida? El ruido de una di– ligencia en el infinito de la noche, ¿no es la vida que se va, que se desliza hacia un mar desconocido, para siempre? Estas percepciones han turbado la concien– cia, como un guijarro lanzado a un estanque perturba la calma de las aguas Entonces, en este lemoverse de la concienda, en esas ondas angustiadas que van alargándose hasta sobrepasar las riberas, sUlgen co– sas olvidadas y todo el pasado vuelve como una boca– nada de amargura:
En los instantes del silencio misterioso, cuando surgen de su prision los olvidados, en la horCi de los muertos, en la hora del reposo, sabréis leer estos versos de amargor impregnados.
(ibíd) Las estrofas 3 y 4 lesumen el dlama de esta con– ciencia afligida por las intenogantes ansiosas que le despiel ta el silencio nocturno Estar "triste de fiestas", ¡qué expresiva antítesis en la asociacion de estas dos pali:tbras! Que la fiesta donde todo es canto y dan– za, donde murmuran la alegría y la felicidad, sea cau– sa de una tristeza profunda,. ¿no es la más poderosa expresion poética que Daría haya podido dar a la la– situd interiol, (] la desespelación que roe lentamente el cOlazon, del gran "tedio de vivil "'? Vienen enseguida los pensamientos dolorosos de no ser lo que habría po– dido ser, de no ser feliz con lo que es, de habel de– rrochado y perdido todo lo que habría podido crear una felicidad apacible, ele no ser indispensable para el mundo, puesto que bien pudiera no haber nacido El juego no valía la pena Ha soñado su vida: Como en vaso vierto en ellos mis dolores de lejanos recuerdos y desgracias funestas, y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores, y el duelo de mi corazon, triste de fiestas.
y el pesdr de no ser lo que yo hubiera sido, la pérdido del reino que estaba para mí, el pensar que un instante pude no haber nacido
y el sueño que es mi vida desde que yo nací
. (ibíd) Dudas, angustias, intel rogantes solo sUlgen en la conciencia euando en torno todo es noche, silencio y
soledad:
Todo esto viene en medio deJ silencio profundo en que la noche envuelve lo terrel1a ilusion,
y siento como un eco del corazon dl;ll mundo que penetra y conmueve mi propio corazon ¡¡bíd J
En la agonía de la pesadilla, el corazon late al
6& • NiJctm no" p ~I::U
-15-
This is a SEO version of RC_1966_08_N71. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »