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"Dios, el gran todo, el alma revestirá de gloria. Consagrará recuerdos la universal memoria

01 sobio, al pensador¡

a quien con el acero bendito de la pluma, ha perpetuado un cántico, rasgado alguna bruma, calmado algún dolor" (20)

Siendo Rubén, sobre todas las cosas, un poeta; y,

ademós, un ser intensamente religioso, tenía no solo que amor apasionadamente a Israel, luno de los pue– blos de mayor sensibilidad poética y mós profundamen. te religioso de la Tierra!, sino que evocarlo siempre que pensaba en Dios o escribía su Santo Nombre. En Jod,

las cuerdas que el gallardo David pulsa y requiere, después que arroja su honda la piedra con que hiere la frente del titán" 118)

H9sanna y David confirman una vez más el predo. minio del vocabulario hebreo en Rubén. "Acontéceme -di(:e el mismo DalÍo- que las palabras judío, hebreo, israelita, despiertan, en el opio del ensueño, para mí, distintas evocaciones de seres y socesos lejanos, onima– do cada cuadro por su especial poesía.

Hebreo... Vos tos éxodos, Moisés con sUs dos gran~

des cuernos luminosos; el viaje de un pueblo hacia una tierra mejor, perseguido por los carros de g\leffo del Faraon.

Israelita... Desde luego, no sé por qué, se me en– carna Israel en una de aquellas vírgenes que, envueltas en largos mantos, iban con el cántaro 01 pozo. A lo lejos, una perspectiva de palmeras, o un paso de dro– medarios. Sarah, Raquel o Lío, se presentan con sus fi– nos perfiles. Son seres que onimo mi infanda en las láminas de las biblias, mujeres blancas y bellas cerca de los patriarcas barbudos y solemnes.

Judío... Inmediatamente surge el Ghetto. Es la pa– labra de la obominacion de la raza. Las precauciones

y los padecimientos de la Edad Media¡ 105 desterrados de Espoña, los maldecidos; los arrinconados de los ba–

rrios abyectos; los ancionos de narices en garfio y bar– bas de chivo que prestan dinero a interés: los burgueses odiados, los tipos modernos caricaturados por el lápiz parisiense de Bab o de Herman Pau!. Mas la judía, siempre se me aporece llena de su hermosura antigua. Tras la cortina que disimula un oculto retrete, en el chi– ribitil, sonríe siempre una preciosa niña de grandes ojos orientales: es la mejor perla del avaro obuelo.

y he conocido judías encantodoras como las más encantadoras clistianas". (19)

En Teth:

A este respecto, creo oportuno copiar ahora lo que Daría puso en boca de Fray Pablo de lo Anunciacion, en su maravilloso cuadro de evocacion imaginativa titulado Un Sermono Dice así:

"Dijo las palabras latinas con voz apagada. Des– pués no podéis imaginaros nada igual. Pensad en un himno colosal cuya primera soberana armonfa comen– ZClse con el fíat del Génesis y acabaso COl'! el sublime es– panto del Apocalipsis¡ y apenas os acercaréis a lo que

de- aquella boco broto conmovÍEmdo y asombrando. Eran Moisés y su pueblo delonte del Sinaí¡ ero la palClbra de Jehová en el mós imponente de los levíticos; era el es– truendo vasto de los escuadrones biblicos; las visiones de los profetas ancianos y IdS arengas de los jovenes formidables¡ eran Saúl endemoniado y el Iíl ico David calmándole a son de harpa; Absolon y su cabellera; los reyes todos y sus triunfos y pompas¡ y tras el pasmo de las Cronicas, el Dolor en el estercolero, Job el gemebun– do. Después el solmo florido o terrible pasoba junto al proverbio sabio, y el cántico luego, todo manzana y rosa y mirra, de donde hizo valor el orador una banda– da de palomas. ¡Truenos fueron con los profetas! Te– rriblemente visionario con Isaías, con Jeremías lloro; le poseyo el "deus" de Ezequiel¡ Daniel le dio su fuerza; Osoos su símbolo amargo; Amon, el pastor de Tecua, su amenaza; Sofonías su clamor violento; Aggeo su adver–

tencia, Zacarías su sueño y Malaquías sus "cargas" isaiáticas. Mas nada como cuando aparado la figura

de Jesús, el Cristo, brillClndo con su poesia dulce y altí– sima sobre toda la antigua grandezo bíblica. La pala– bra de fray Pablo modulaba, contaba, vibrClba, confun– diCl, Clrmoni:tClba, volaba, subía, descendía, petrifiCaba, deleitaba, acariciaba, anonadaba, y en espiral Incom– parable, se remontaba, kalofonica y eXlrahumana, has– fa la cúpula en donde los clarines de plata saludan 01

Vicario de Cristo en las excelsas victorias pontificales. Mateo surgio a nuestra vista: Marcos se nos aparecio; Lucas hablonos del Maestro; el "predilecto" nos poseyo¡

y después que el gran San Pablo nos hizo temblar con su invencible prestigio, fué Juan el que nos condujo a su Patmos aterrador y visionario; Juan, por la lengua de aquel religioso sublime, lel primero de cuantos han pre– dicado la religion del Mártir de Judea que padecio ba– jo el imperio de Augustol Rayo de uncion fué la frase cuando pinto los hechos de los mártires, las vidas le– gendarias de los anacoretas; las cavernas de los hom– bres pólidos cuyos pies lamía la lengua de los leones del desierto; Pablo el ermitaño, Jeronimo, Pacomio, HI–

larion, Antonio; y los mil predicadores y los innumera– bles cristianos que murieron en las hogueras de los pa– ganos crueles; y entre ellos, como Iises cándidos de can– didez celeste e intacta, las blancas vírgenes, cuya carne do nieve consumían las l/amas o despedazaban las fie– ras, y cuya sangre regada en el circo fertili%aba los ro– sales ongéJicos en donde florecen las estrellas del Pa– raíso. El orador acabo su sermon: "La gracia dI;! Nues– tro Señor Jesucristo sea con vosotros". Amén". (17)

En Heth:

"Rejuvenecimiento de la mirada tuya Por ti suben al éter hosanna y aleluya:

por tí templando están dor

"Bendita la flor viva de carnes olorosas,

divina entre los hombres, estrella entre las rosas, vaso de mirra y miel.

Porque hay en sus cabellos oro que al alba amengua, licor poradisíaco debajo de su lengua roja corno clavel". (21)

Los anteriores versos traen a la memoria el esplen– de la poesía lírica de los Salmos de David; y, so-

17) Rubén Darío, Cuentos Cornpletos, F<mc1o de Cultura Econ6miea, Prl..

mera Edición, 1950, Pálls 178 V 179

18) El Salmo de la Pluma, op clt, P'¡I: 96.

4

19) "Sobre larael", 01> cit págs &31 y 632 20) El Salmn de la Plumu. op eit

I PÚg 96

ZI) lbid, Pál< 97

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