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« Previous Page Table of Contents Next Page »bre todo, el C~mtar de los Cantares de Saloman Re– cordemos el cuento de Azul, Palomas Blancas y Garzas Morenas, cuyo es este pórrafo:
"De pro~to y como atraídos por una fuerza secreta, en un momento ¡nexplicable, nos besamos la boca, to· dos trémulos, con un beso para mí sacratísimo y supre– mo: el primer beso recibido de labios de mujer. iOh Solorrll)n, bíblico y real poeta! Tú lo dijiste como nadie: Mel et loe sub Iingua tua". (22)
En Caph:
"!Ievamos Corno insignias sagradas la Belleza,
el Bien y la Verdad". (23)
~elleza, bien y verdad representan otras tantas cua– lidadas que Rubén se complace en reconocer como inhe– rentes al carócter del pueblo judío En lamed:
"Cuando se desentense el arco puesto en comba, traerá en el pico al mundo la mística colombo,
la oliva de la Paz". (24)
la oliva de la paz conduce, por asociacion de ideas, al arca de Noé yola cima del monte Ararat En Mem:
"Y cuando desjarretes al lean de crin dorada, verás que Dios te ha puesto dentro de su quijada dulzura de panal", (25)
El leon, la quijada y el panal son símbolos poéti– cos y vitales de Israel Como leon ero la primera de las cuatro bestias de la vision de Daniel, y leones ha– bían antes respetado su vida en el foso Con una qui– jada de asno mato Sansan o mil filisteos Y metafari· comente, en la antigua Judea, en fa Palestina que nos describe el Pentateuco, la miel y leche fluían en abun– dancia En Nun:
"¡Reina morena! Te ama desde su azul el astro, el pensamiento de oro, y el tirso de alabastro de la eterna region;
y como la de Saba, por tu beldad suprema, a Febo, el rey pomposo de espléndidQ diadema, tienes por Salomon". 126)
la magnificencia de Saloman, dueño de la inspira– cian y de la sabiduría, fecundo en cantos, proverbios y amores, atraía poderosamente al gustador exquisito y refinado que había en Rubén, en el Rubén que exclama: "¡qué queréis!, yo destesto la vida y el tiempo en que me toco nacer; y a un presidente de República no podré saludarle en el idioma en que te cantaría o tí ¡oh Halo· gabal!, de cuya corte -oro, seda, 'mármol-, me acuer– do en sueños ... (27) y recordando quizá el segundo li– bro de las Cranicas, evoca a la espléndida reina, a quien Salomon dio "todo lo que ella quiso y le pidio, más de lo que ella había traldo al rey" (28)
22) Rubén Dado, Cuento3 OOlnpJeto31 Pág 91
23) El Salmo de lo. Pl\\ma, op eit, Pág DE 24) y 25) Ibid. Pág 99
26) El S.lmo de 1" Pluma. op cit Pá" 100 27) Palabras Liminares, Prosas l'rofanas. .
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Y rememorando siempre a la hembra egregia, co– rona su ansia de amor, en Djvagqcio(1, piciéndole a su
amada:
"Sé mi reina de Soba, mI tesoro; descansa en mis palacios solitarios. Duerme. Yo encenderé los incensarios.
y junto a mi unicornio cuerno de oro, tendrán rosas y miel tus dromedarios" (29)
Y, por último, en Resch:
"Ababdon, Ex\erminons, Apo\l~on: lodo es uno; la envidia, la matanza, el ser de amor ayuno, harto de destruccion. '
Ríos de SQngre y Iélgrimas en sus profundos cauces van a llenar veloces las siempre abiertas fauces del sediento dragan.
Mas las corrientes turbias se detendrán. La raza cuyo costado espanta fatídica ataraza, la ~a%a de Caín,
lavada de sus culpas, pondrá a sus duelos coto, tendrá radiosos astros en su destino ignoto y su miseria fin" l3D}
Pareciera que Rubén, obsedido por la suerte de Is– rael, presintiera los ríos de sangre y lágrimas que hicie– ra correr cincuenta años después el odio satánico de Adolfo Hitler; y que, también vate, vidente, previera el glorioso momento en que se detuvieron las corrientes turbias de incontables infortunios, para que el pueblo judío, lavado de sus culpas, regresara a la tierra sagra– cla de sus antepasados y pus'lera o su mi serio tín El Salmo de la Pluma, Sefardí e Israel componen el supremo tríptico lírico de la honda compenetradon da– riana con la temática ¡udía, que se complementa, en prosas y poesías, como se ha visto y se seguirá viendo en este trabajo.
Antes de proseguir en la búsqueda y comprobacion de motivos judíos, recomiendo a quienes interese el te– ma, leer y meditar acerca de la magnífica interpretadon que nos da del poema Israel, en "Rubén Dorio y su creaclon poético", el cTÍtico argentino Arturo Marasso. El mismo Marasso advierte que "Rubén aunque muy cOJ)Ocedor, como periodista, de lo política de América y del mundo, de hombres y de hechos, parece encarar en sí una política profunda que se relaciona con el porve– nir y con la mision del poeta, comó en Holderlin y en Víctor Hugo De allí la extension de su panamerica– nismo Se llama "hijo de América", "nieto de España". Es el poeta de Améric.a Lo es también de España y
de Francia" (31) E igualmente de Israel, se puede afirmar, con estricta justicia, como trato de probarlo en el presenté ensayo
Porque dos finalidades persigo: evidenciar la sim– patía de Rubén por los judíos y demostrar que puede y debe ser considerado Poeta de Israel, en el sentido de que supo cantar altamente a la nacion ¡udía y exaltar las cualidades y valores de esta raza, con lealtad y hon-
28) La Santa Biblia. 2 Crónicas 9: 12 Sociedades Bíblica. en América
Latina. 1060
20) Rnb¿'n Darío, Poesíns Completl\8 AguiJar, Pág 622
30) El Salmo de l. Pluma, OP elt. P~g 104
31) Arturo Marllflso. Prólogo. en Antología Poética de Rubén Darlo,
Editorial Kapelusz. Buenos Aires. 1952, Pág X
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