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« Previous Page Table of Contents Next Page »¡Qué admilobles páginas hubiese escrito Rubén, de haberle Dios permitido contemplar el milagro de colonizacion realiwda en las zonas rUlales de Israel, en los tiempos actuales! iQué maravillosos poemas h~
bieran salido de su pluma cantando el esfuelzo prodI– gioso de un pueblo que ha convel1ido el desierto, la ciénaga y la pestilencia en un inme!lso y productivo oasis! iQué soberbios himnos a la Iibertctd, al tlaba–
;0, a lo democracia y al progl eso iSlaelíes hubiese en– tonado con vibrnnte y sostenida voz! iQué nueva Sa– \utacion elel Ootimisia le hubiese bl inclado a la nacion judía, tan car~ a su cOlazon!
Hago un paléntesis pala agradecer o mi dilecto mnigo, Doctol Antonio Olivel Belmás, Director del Se– minalÍo Alchivo de Rubén Daría y Catedrático de la Univelsidad de Madi id, el envío, a solicitud mía, de un eiemplor de Folio Humanística Tomo It-Números
19-20, del bimestl e Julio-Agosto de 1964, que contiene su estudio sable "Menéndez Pida! y Rubén DalÍo" (Eiemplal que acaba de llegar C1 mis manos, apenas eSClito el pállafo plecedente)
Este 01 iginql tlClbCl;o eJe 01 iver Belmás, que yo cité antes pOI los referencias que él mismo hace en el Pro– logo General de la edicion que plepato para Editorial Porrúa de obl as de Rubén Daría, encíel ro conceptos
(
. . ,
que constituyen valiosos apoltes a mi tesIs
A continuClcion copio lo pertinente: "Despejado así el campo del antiacademicismo rubeníano, señalamos ohorcl los paralelismos Uno de ellos, evidentemente, es el del tema del Cid; otro, el de Colon; y quizá el más destacado de todos sea el de los sefardiias o ju– díos españoles, que ne/ce del amor de ambas gl andes pe¡sonaJidndes pOI nuestro Romancelo" IY pOI la lazCl judía, en Dar ío, agrego yo)
El cosmopolitismo modelnista ellseño a Rubén la 111isma tolelancia que do gala a la figura de Menéndez Pidal En las tel tuliqs literarios de Buenos Aires, Do– lÍa convive con intelectuales judíos que lo valoran in– tensamente la Argentina en esle momento supone una nueve! tierra de plOmision Rubén admila a es!cl ICIZCI,
o In que también clee hija de Dios , la constitucian del Estado de ISlOel despues de la ultima guelrcl mundicl1; la posicion levisionista de la Iglesia Catolica ante la condena del pueblo judío; la visita leciente de S S Paulo VI pOI las tiell as del Anti– guo y del Nuevo Testamento, nos dice.n <;!ue algo ha cambiado en el mundo I especto a los ludios y que la leccion de Iv\enéndez Pidal no ha sido vcma, como tam– poco los trenos poéticos rubenianos, más inspirados en la Biblia que en la Glecia antigua Recoldemos que el nicolaguense plecede los grupos estloficos de su "Sal– mo de la Pluma" con letras hebreas; que en el "Canto el 10 nte " , tíiulo de reminiscencio diClSpOlal, incluye una poesía "A Israel"; y que, ("JOI su composicion "Sefardí", considela dentro de la hispanidad a estos vieios espn– ñoles:
i Benditos, oh judíos, desterrados de España!" los tremebundos maldecidos,
los elernos vencidos y eternos desterrados
1(';4) Antonio Olh·e2. Dc1mÁrs. Menénde~ Pid61 y Rubén Darío, Folia nu–
mnnf.c;ticn, Piigs 596
1
699 y 660
165) Rubén Darlo, El Hombre de Oro y a Isla de Oro, Pl'ólogo de Alberto
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en p!lStlierclS cuevas y hashumanles nidos! ¡Benclilos, oh judíos, desterrados cle EspClña!"
Es CUI josa observCII que si seguimos leyendo la composicion alucJida, el último velSO citado no enlaza con OtlO alguno, como si por su grandeza expresiva se saliela de la sel vídumbre de la lima" (164)
Plosigo De los cuentos poso a las novelas Es sabido que Rubén no fUe novelista Cuaho esfuerzos hizo El primelo, Emelina, eSClito en colabolacion con Educlldo Poide\ para presentarlo al Cel tomen Varela, en
1888, Cl los veinte años de edad, recién llegad? a Chi– le El segundo, El Hombre de 010, de la que solo apa– lecielon cuaflo capítulos El telcero, la Isla de 010
y el cuarlo, Oro de Mallorca De este intento única– mente se conoce el capítulo que lleva plecisamente el nomb/e del protagonista: Ben¡amín Itaspes, el mismo Rubén, según sus cri1icos
Albelto Ghiraldo, en el plologo que escl ibiera pa– ra "En la historia litelaria de Daría debe figulal El Hombl e de 010, en el capítulo dedicado e! las incursio– nes que hiciela el poeta en el campo de la novela Tres veces tento Dmío cultival este génelo LCl plimela vez lo hizo en coloDolacian de un escritor chileno, su amigo fraternal Eduardo Poirier, con un t/abajo que pri– mitivamente se llamo Carne y que, peldido en'r1e ICl ba– lulnba editodClI de Amél ica, y proscrito y repudiado pOI su clutor pi incipal, fue lesucitado en los ':dtimos años,
pOI una empresa de POI ís, con el título de Etnelina; la segunda con éste, El Hombl e de 010, escl ita y publi– cado 01 iginariamenle en Buenos Aires por una grande
y plerursola revista -la Revista de la Biblioteca-, fundada y di! igida por un eSCI itar eminente, clan Pablo GIOUSSOC, el flOncés esfo, zado
CI quien tanto deben fas letras OIgentinas; y, por último, El 010 de McdJorca, novelo autobiográfiCCl, que es lástima quedal a trunccl en las páginas de La l'Jacion de Buenos Aires, donde aparecielon los primelos capÍ'tulos, y que también ha quedodo sin lecogerse en la obra completa del vate excelso" (165)
GhirClldo menciono El 010 de Mallorca, pela no incluye dicha novelo en el libro que prologa; y no
nCll1blCl La IslC! de Oro, que sí inciuye ¿O es que 010
de Mallorca es la Isla de Oro? No lo cleo Sin em– balgo, no es esta la ocasíon de dilucidOl este Clsunto, ni el proposito del plesente tlabaio
Emelina. según el prolonguista del tomo IV de kls oblas completas (edicion de Afrodisio Aguado), no pue– de figural en dicho volumen "más que con una modes– ta valolacion de "documento" Pero -oglego-, los buenos lubenianos la acogelán con interés y helllOlán sin duda, entle las ingenuidades e impericias de fa na–
Ilacion, ciaras cllltecedentes de la parfe que le cal res–
ponde (JI glan poeta, entonces incipiente, y del blillo
con que ya apuntaba la 01 iginalidad ele sus imáge-nes" (166)
He veri Ficado esta larga digl esian ocel ca de la novelístico de Rubén pma demostrar que en todos los géneros literclI ios que cultiva, corno en éste, jamás olvi– da sus temas favoritos, sus metáfOlas preferidas, sus aficiones vitales, entre los que cabe señalar los de raíz u 01 igen hebl ea, que ya CIpOrecen en Emelina, su obra
Ghilnldo. Emplcsn EditOla Zig·ZR{{, Chisicos de. Amélicn, Santiago do
ChjJ~ Gin especificación de año, Pág. 7.
1I1;,O¡;'(AA),PáI1IV-222. I
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