Page 132 - RC_1966_08_N71

This is a SEO version of RC_1966_08_N71. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

de juventud, "escl ita en diez dios, como la suerte ayu– e1nbo"

Joshua Humbug, nacido en Boston, de extraccion judía, el cajero del "Banco Parini, de la Cueva y Cía ", es un perfecto bribon, un pícaro redomado; pero es un pelsonaje de segundo orden en la novela En cambio, para pondelar el poderío ele la firma, dice que es "ca– si tan valiosa como la del mismo baron de Rothschild" POI encima de Joshua Humbug, están El nesto, con de du Verniel, fl ancés, esposo de Emelina; Renato, vizconde POI ini, italiano; y don Ramiro de la Cueva, balon de la nobleza española Asesino y panicida, el francés, malhechores de Jo peor calaña, con Jos manos igualmente tintas en sangle, el italiano y el español, de modo que ante ellos el judío casi lesulta un ser inofensivo (167)

El Hombre de Oro no solo es un judío, es un ju– dío excepcional; se llama: iJudas de KOIot!

Uno de los personajes de la novela es Axio, cen– turion, mozo de una trientena de años, recién llegado de Judea Q Flavio Po/ion, el más alegre, el más gentil, el más denochcldor, el más mundano de los jo– venes de la alta sociedad romana, dice a sus no me– nos distinguidos conceltulios: "¿Y luego, amigos míos, creéis que Horacio con todo el oro del mundo habría alcanzado la dicha? Lúculo era enfermo del vientre, Cleso un tanto hipocondríaco y Mecenas mismo más de una vez ah ento al poeta a causa de ataques biliosos Veldad es que después le pedía amistosamente peldón FI 010 no es la felicidad Y a ploposito, creéis que el Homble amOlillo, mi excelente vecino, sea feliz? Yo no lo he visto sino una SOICl vez, vagando so– litario a las 01 ¡lIas del Tíber, dijo el centurion Po recio– me, en efecto, no ser su rostro amarillento, el rostlo de un hombre dichoso Me llamo la atencion su palidez y el áureo esplendor de su traie

-No es dichoso, ciertamente, a lo que juzgo– continuo Polion-, y, sin embargo, ¡es tan rico! Acrino agregó: -Se le llama también El Hombre ele Oro

-Sí Es sin duda un excéntrico y melecería ser hijo de Dánae Como os he anunciado, comelá con nosotlos Su quinfa está situada tras la proxima co– lina Ya le veréis de cerca dentlo de pocos momen– tos

-Feliz ¡udío-, agrego, con tono mordaz, Acrino -Judío, pero ha comprado dignamente la ciuda-danía lomana

-Hace tiempo que reside en Roma?

-En Roma hace poco tiempo; pero desde hace veinte años hCl permanecido en provincias Llego con buenos recomendaciones de Poncio Piloto, el que fUe Pretor de Judea; así melecio el apoyo de Césal Hom– bre inteligente, desde el primer momento se gano una fOltuna Inicio varias empresas o la vez, y lo que ma–

YOI ganancia le produjo fUeron ciertos trabajos de las

~uevas carretelas y parte del selvicio de postas Tibe– no le lecomendo eficazmente para todo Después ha aumentado su fabulosa fortuna en el juego El juego, las mujeres y el vino son sus solos atractivos sobre la tierra

iSaludo, pues, al Hombre de Oro!, exclamo Lucio

J6/} C) e (A A lo Punt; IV - 223 n la 372

as) O e (A A ) .. Pñ.gFi IV de In 37() n In ~2G

19

Varo, bebiendo otra copo de c-écubo que el esclavo acababa de servirle

-luego- prosiguio Polien-, ese apodo le viene por su excepcional y lora clisofilia Ama el oro, el 010 pálido, el 010 rojo, el oro de la seda, el oro de Jo joya, el oro de los cabellos femeninos, el oro del sol y el 010

de las monedas Y fábula será o cosa cierta, más es fama entre los que le conocen, que el 010 va hacia él como atraído pOI un il resistible y particularísimo imán Los dados palecen que le obedecieran, los traidoles huesecillos son esclavos de sus manos El oro va ha– cia él: es el Homble de Oro "

la servidumbl e de Polion saco lintel nas y hachas De plonto penetro pOI la senda embaldosada, prece– dido y seguido de siervos, en una litera digna de SOI–

danápalo: oro, plata y seda, pelo soble todo 010, el magnífico vecino de Polion, el Hombre Amarillo" Lo Roma ele los Césares rindiendo homenaje al

~encido ¡udío siempre victorioso, que había conquista– do la más alta dignidad del impelÍo; la ciudadanía 10–

mana

En estd misma novela, que peltenece "-a una de las rnejores épocas literarias de Darío- la época de Prosas Profanas y Los Raros-, ploducciones ambas co–

I respondientes el la primera estada de su autol en la Argentina", como lo recuelda con toda 0poltunidad, en su mencionado prologo, el escl ¡tor Ghilaldo, Lucio Varo, "poeta, más o menos de la edad de Poi ion, de quien era compañero asiduo en placeres y viajes", es– cucha de labios de Pablo, el Apostol, en enseñanzas eternas": El buen pastol de Galilea había traído la luz del mundo No era la luz para el griego, para el judío, para él romano, sino la gracia universal La moral pagana no había sido valla pOI a contener el to– rrente de corrupción que caía desde lo alto del impel io, desde el trono de los césares El cristianismo llama– ba a los desheredados a un ágape fraternal bajo el ampwo del Señor, cuyo espíritu se cernía sobre el uni– vel so, penetrando en todos los corazones . 1168)

En la Isla de Oro, Rubén, al hacer el elogio de las uvas, nos habla de racimos que "son dignos de lo tie-

110 de Canaán" (169}

Y, por último, para ponel término al capítulo de las novelas, veamos como la sombra de Job aparece de nuevo en el hOlÍzonte ideal y mental del poeta: "Su gran amor a 1(1 vida estaba en conllClposicion con un inmenso pClvor de la muerte. Era para él como una fobia, como una idea fija. CUClnclo ese clavo de hielo, ll1etido en el celebro, le hucíel pensar en el inevitable fin, si estaba en soledad, s.entía que se IG erizaba el pelo como a Job, al roce de lo nocturno invisible". (1701

Otro vez Job, imagen permanente en la temática dariona: "En un día de sol y azul, "el 18 de Mayo de

1811 aparecio en Uruguay despejado y hel moso" -di– ce un historiador-; Valdenegro se siente más poeta que nunca Siente, el bizarro cancionero de la guerra, como que su pecho se hinche de limas; su pegaso, co–

mo el caballo del libiO de Job, lelincha con ansias de combate Es el día de Piedras los jefes todos, como el poeta militar, se sienten impulsados a la brega". Lo anterior pertenece a un artículo sobre José Ar-

169) La Isla de Ol"O, op cit Pág 77

170) Benjamín ltnspes, en PoesüH. y Pr03DS lUlas, op cit Pu:; OS

Page 132 - RC_1966_08_N71

This is a SEO version of RC_1966_08_N71. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »