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"Nuestro café, nuestro cacao, nuestra caña de azúcar, nuestro caucho de la costa del norte, so– licitan lo atención europea, pero no con el interés que se tendría si una· investigación nos ayudase para dar salida, por ejemplo, o eso industrio de hule, que en estos momentos se levanta con pre– ponderancia natural, graCIas al impulso automo– vilista " 3:1

Que cada uno, con fe y empeño, vaya tras su propio ideal, cualquiera que éste sea, estético o prag– mático, siempre que atienda a los auténticos llamados de su corazón y su conciendo En cuanto o él, sólo quiere proponer su vida como ejemplo "del hombre que desinteresadamente se consagró a un ideal de arte, lo menos posiblemente positivo, y después de ser acla– mado en países prócticos, volvió a su hogar, entre aires triunfales" 3<l

Cuando en París está terminando su obra El Viaje a Nicaragua le llegan las primeras informaciones de la

revolución contra el gobierno del General Zelaya Al recibirlas, dice, "me temí que de nuevo se hubiese en– cendido el antiguo antagonismo entre los conservadores y liberales, o, peor aún, los odios entre la parte oriental y occident:J1 del país, entre Granada y León" 35

Y agrego en patriótico y dolorida quejo "Dema– siadas son las rencillas, demasiados son los odios que han dividido al país desde hace tanto tiempo Ya que no se ha podido hacer la unión de las cinco Repúblicas Centroamericanas, ¿no será posible realizar la concor– dia en un soto país?" 36

Y termina con palabras que son exhortación emo– cionada a todos sus compatriotas, que siente herma– nos

"¡Oh, pobre Nicaragua, que has tenido en tu sue–

lo a CI isióbal Colón v a Fray Bartolomé de las Casas, y por poeta ocasional a Vlctor Hugo, sigue tu rumbo de nación tropical, cultiva tu café

y tu cacao y tus bananos. no olvides las palabras de Jerez Poro realizar la unión centroamerica– na, vigorízote, a/iéntate can el trabajo y lucha por unirte a tus cinco hermanas! 37

Al escuchar esta voz estremecida de nuestro más grande conciudadano, un sentimiento de argulfo y de optimismo nos invade Bienvenidas sean estas incita– ciones de Rubén Daría, porque ellas nos sirven de meta

y guía en nuestros afanes Complacidos escuchemos la admonición del máximo cantor de nuestras glorias,

porque el destino que él nos fijara ya está siendo con– quistado por nuestros patrióticos empeños Unida marcha la familia nicaragüense, por encima de disi– dencias partidarias, hacia la segunda búsqueda de su bienestar y de su florecimiento cultural Y enlazadas coda vez más en la confraternidad centroamericana, no está lejano el día en que en torno a una sola bande–

ra, como él proclamara, estas cinco patrias junten "sus esperanzas y pabellones"

3? "Di.:;;cmso" LA PATRfA León, Afio XIV, T VI, 141

3 I luid 138

36 "El Viaje a Nkn1fH~1.ln.· Obrnti Cmnpjeto3, A~ltauo. 3 III

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:17 Op eit. 1) 1114

Ruego perdonar el haber extendida qUlzos en

demasía, este resumido e incompleto análisis del pen–

samiento político de Rubén Darío La importancia y

hondura del tema, abonan mi contumacia, pues estimo que algunas de las teorías darianas aún pueden apli– carse fructuosamente a la solución de muchos agudos problemas que afectan a Nicaragua y al continente Su doctrina de fraternidad y comprensión, de unión y

trobajo, de paz y de orden, aún tiene vigencia, y res– ponde a las inquietudes de toda una generación que cree que el derecho debe imperar sobre la violencia,

\0 ley sobre la arbitrariedad y la justicia sobre el privi– legio Termino rindiendo nuevamente a vosotros mis agradecimientos del hombre sencillo y modesto, que cree que su único mérito para ser admitido como uno

de vuestros pares, es el de compartir vuestros afanes de ennoblecer la Jengua de Darío y de participar de vuestro común devoción por los altos valores del es– píritu

Rindo igualmente homenaje de admiración a tan– tos varones ilustres que, consagrados ya definitiva– mente en la historia política y literaria de Nicaragua, han figurado en las filas de esta docta Corporación, a la que han dado -ellos sí- lustre y prestigio con el fulgor de sus fecundos talentos y el brilto de sus virtu– des cívicas

Ellos y nosotros somos herederos de uno tradición cultural que nos obliga en función de Patria, de idio– ma y de estirpe Ellos y nosotros hemos recibido del genio visionario de Rubén Dario, método y camino, designio y bandera para alcanzar, como ciudadanos, como intelectuales y como académicos, los grandes ob– jetivos de nuestra sociedad, en un mundo cada vez más angustiado por los imperativos desafíos de nuestro tiempo

Suyas son estas palabras que yo hago mías para cerrar este breve ensayo, que otros, seguramente con mayores luces y letras, habrán de completar

"La liberación de todos los espíritus por medio de lo Verdad y de la Belleza, he ahí la verdadera

salvación de la tierra, de la humanidad ente– ra Las grandes creadores de luz son los verda– deros bienhechores, son los únicos que se opon–

drán 01 torrente de odios, de injusticia y de iniqui– dades He ahí fa gran aristocracia de las ideos, la sola, lo verdadera, que desciende al pueblo, fe

impregna de su aliento, le comuníca su potencia

y su virtud, le transfigura y le enseña la bondad de la vida Y es el comino hacia lo desconocido,

en busca del secreto de nuestro ser"

Este es el trascendente, vital y compromisario pa– pel que asigno Rubén Daría a Jos intelectuales y a los artistas No los quiere apartados de las aspiraciones e inquietudes de sus pueblos, sino integrados, como llama viva y creadora, al progreso material y moral de la colectividad Permanezcamos fieles a su mensaje, para que todos los nicaragüenses marchemos, al fin --espíritus fraternos y luminosas almas- unidos por los senderos del Bien, de la Vetdad y de la Justicia

JO

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