Page 93 - RC_1966_09_N72

This is a SEO version of RC_1966_09_N72. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

tras servidores públicos durante los últimos tres años y

veréis adonde os ha llevado Hace apends un poco más de tres años elegisteis un presidente escogido por voso– tros, y con vuestra ingenuidad pensasteis que esto era una gran victolia ¿Cuáles son los frutos que con ella habéis cosechado? ¿Donde está el galardon de vues– tra campaña? ¿En qué triunfos políticos han venido a parar todos vuestros trabajos y esfuerzos?

Vuestro presidente-polque éste es obra de vues– tras manos-entro a ejercer el cargo comprometido a seguir vuestra política en Kansas y Centra América Tra– to de engañaros en Kansas, vuestros caudillos le impu– sieron la conducta que tuvo que observar Como car– neros que llevan al matcldero, él y sus amigos del Nor– te tuvieron que dar su apoyo a la política del Sur en Kansas; pero ¿cuál ha sido el resultado de su sacrificio o el de todos los esfuerzos de los caudillos del Sur pa– ra llevarlos a lastlas al altar? ¿Fué odmitido Kansas en la Union? ¿T\Jvisteis siquiera el vano placer de jacta– ros de una victoria estéril? La contienda relativa a Kan– sos fué por un derecho abstracto, según confesion de todos Vuestros caudillos fuelon consecuentes con voso– tros, porque también lo fuisteis con vosotros mismos al luchar por un "derecho abstracto" Veamos ahora si vosotros y ellos habéis sido igualmente fieles a vuestro honor y a vuestros intereses al combatir por un derecho que no es abstracto

Vuestro presidente adquirio respecto de vuestra po– lítica en Centro América un compromiso más explícito uún o,ue en lo relativo a Kansas Las resoluciones de la convencion de Cincinnati sobre la América Central no fueron escritas por una mano temblorosa o insegura 1

No se formularon dichas resoluciones en esas frases dél– ficas con que se escudan los políticos tímidos cuando buscan el apoyo de sus electores Son claras, precisas, inequívocas; no pueden interpretarlas de doce maneras diferentes los juglares que se imaginan que toda la sa– biduría política consiste en engañar al pueblo con pala– bras que parecen decir lo que no dicen. ¿Se han cum– plido por ventura los compromisos contraídos en Cin– cinnati? Esas palabras tan llenas de sentido y de reso– lucien, ¿se han traducido en actos, o han muerto acaso en medio de los sollozos, lamentos y gemidos de un par– tido que aspiraba a la glandeza sin afleverse a reali– zarla?

No se necesitan nuevas palabras para deciros cuán fundamentalmente han sido violados los compromisos contraídos en Cincinnati No basto pisotear las prome– sas hechas al país en nombre de un partido; fué también necesario volver las espaldas a todos los principios del ?er 7 cho público y proclamar ante el mundo que el fin IUS!lfica los medios Con la violacion de la palabra em– penada excusaban la violacian del derecho; y cuando el presidente envie al senado el mensaje disculpando la conducta observada por el comodoro Paulding en Punta Arenas. 1 en diciembre de 1857, Mr Seward pudo decir

b~n aCierto, en doble sentido, que Su Excelencia se ha-la convertido a la doctrina de la "suprema ley" . .Y en aquella emergencia, ¿como se portaron los

b~~dillos del. Sur? En el momento pleciso que se reci–

10 en Washington la noticia de lo hecho por Paulding

~ Punta Arenas, se supo también que la constitucion

l'/delE¡tas lesoluciones las esclibió el Honorable P Soulé

.1. Se lefier!! a la Punta de Castilla. N. del T

de Lecompton había sido sanciondda. Entonces el pre– sidente suplice a los que le estaban forzando la mano en la cuestían de Kansas, que no le apremiasen en cuanto a la política de Centro América; y los caudillos del Sur, abandonando la realidad, se lanzaron en pos de la sombra 2 La constitucion de Lecompton no da– ba una pulgada más de tierra a la es¡;lavitud; el movi– miento de NicOlagua podía proporcionarle un imperio; sin embargo éste fué sacrificado en aras de aquélla, y

los agravios inferidos. por Paulding y el presidente no han Sido todavía c.obrados por el Sur

¿No habrá llegado él momento de que el Sur deje de luchar por abstracciones y combata por realidades? IDe qué le sirve discutir el derecho de llevar esclavos a los territorios de la Union, si no hqy ningunos que pue· dan ir a ellos? Estas son cuestiones de eruditos esco– lásticos, buenas para aguzar las facultades logicas y avivar la sutileza del entendimiento en la percepcion de las analogías y las diferencias; pero no son con segu– ridad de las que afectan la vida práctica ni tocan la cuerda sensible de los intereses y de las ac.ciones del hombre Los sentimientos y la conciencia de un pueblo no responden a las sutilezas de los abogados ni a las diferencias de criterio de los metafísicos; tampoco se puede hacer que sus energías entren en accion para de– fender derechos que nadie quiere ejercer La mente de hombres adultos no puede alimentarse de simples discu– siones sobre del echos territoriales; exige alguna política substancial que todos puedan entender y juzgar. Tampoco es juicioso que el partido más débil mal– gaste sus fuelzas luchando por sombras El más fuerte es el único que puede permitirse el lujo de escaramuzas que no son decisivas Hoy por hoy el Sur debe econo– mizar su poder político, o si no perderá todo lo que po– see La misma influencia que puso en juego en favor de la posicion tomada por él en Kansas, habría podido asegurar el establecimiento de los americanos en Nica– ragua y salvo que ahora asuma una actitud defensi– va enteramente distinta, ¿qué otra cosa puede hacer el Sur sino llevar adelante en Centro América la política propuesta hace tres años? ¿De qué oho modo puede afianzar Id esclavitud, como no sea procurando exten– derla más allá de los límites de la Un ion? El partido republicano aspira a destruir la esclavitud con la zapa y no por medio del asalto Ahol a declara que la tarea de limitar la esclavitud está concluída y que la del mi– nador ha comenzado ya ¿A donde podrá huir el esclavista cuando terminadas las cámaras, rellenas éstas de polvora y lista la mecha el' enemigo se encuentre ya con la pajuela encendida para darle fuego?

El tiempo apremia Si el Sur desea implantar sus instituciones en la América tropical debe hacerlo antes de que se celebren tratados que embaracen su accian y entraben sus energías Existe ya entre México y la Glan Bretaña un tratado por el cual se compromete el primero a hacer todo lo posible para suprimir la trata de esclavos, y en 1856 se inserto en la convencion 00–

lIas-Clarendom una cláusula que excluye a perpetuidad la esclavitud de las Islas de la Bahía de Honduras Es– ta cl6usula la sugirio un americano lsegún informes da– dos al autor de estq libiO por el mismo que la propuso) con el obi~10 de obtener el apoyo de lnglater ro para un

2 El Honorable A. H Stephens figuró eritre los hombles públicos del Sur que vielon claramente la impoí.'tancia del movimiento nicaragüense N. pel A.

71

Page 93 - RC_1966_09_N72

This is a SEO version of RC_1966_09_N72. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »