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« Previous Page Table of Contents Next Page »bl Mayor asistencia técnica, en gran medida, en el campo industrial;
cl Un mayor flujo de recursos financieros del Banco Centroamericano de Integración Económica hacia el desarrollo de proyectos en sus territorios, que en la práctica serán, primordialmente, industrio– les
Reflexiones y Consideraciones
Naturalmente, la solicitud de Nicaragua nos obli– ga a reflexionar y hacer algunas consideraciones. Significa esto que el éxito que ha alcanzado, hasta el momento, el programa de Integración carece de equi– librio y que el desarrollo de algunos de los países miem– bros se está llevando a cabo en detrimento de otros?
En primer término, se debe reconocer que los íncli– ces son altamente elocuentes y favorables en términos regionales. En efecto, el intercambio en la Región se ha cuadruplicado, de CA$ 32 7 millones al comienzo del Mercomún en 1960, a CA$ 128 millones en 1965 Sin embargo, Nicaragua se queja de tener un déficit de va– rios millones de Pesos Centroamericanos en la Bolanza Comamal con 105 países hermanos, y sostiene que de no obtener el trato prcaferencial que reclamo, este défi– cit aumentará de manera progresíva, con gran perjuício para su economía naCional, al punto de ha'cer ínsoste– nible su posición como miembro participante de la In– tegrclClón.
Será el estudio de la CEPAl el que proporcione la contestación autori2:acla a aquella pregunta y el diag– nóstico de ese fenómeno paradójico de que el país, Ni– caragua, que ha reportado en los últimos cuatro años, la t(lsa de crecimiento económico más alta de toda la América latina, -signo de un vigoroso desarrollo-, haya estado en una situación desventajosa con respecto a los otros países de Centro América corno consecuen– cia de su participación durante el mismo período en un programa de integración económica, mecanísmo orto– doxo de fortalecimiento de las economías en todos los grados de desarrollo,
Por nuestra parte, nasal ros nos hacemos estos re– flexiones:
al Estomas convencidos que prevalece un espíritu de equidad en cada uno de los miembros del Mer– cado Común Centroamericano, y por lo tanto, de establecerse quca existe una situación de dispari– dad en perjuicio de Nicaragua, se tomarán co– lectivamente las medidas que. procedan para lograr el equilibrio, que es característica y pro– pósito de la IntegrclClón, tal como ha Sido con– cebida.
bl Estaremos pensando 105 Centroamericanos que el "desarrollo equilibrado" significa que todas y
cada una de nuestras cinco repúblicas, tengan que alcanzar un desarrollo econ6mico que se manifieste en grados equiparados en todos los sectores de la producción: industrial, agrícola, fo– restal, minero, etc.? Esto equivaldría o preten– der la "autarquía econ6mica" de cada uno de los pciíses, la que de ser posible desvirtuaría la razón de ser, y el concepto mismo del Mercado Común, según nosotros lo entendemos: un me.
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canismo que permite el intercambio de 105 bie– nes y servicios producidos por los países que lo forman.
el El díversificar nuestro producción es un impera– tivo de nuestras economías que históricamente han estado atadas a unos pocos productos b6. sicos Sin embargo, no debemos olvidar dos realidades, que son: 1) Por rozón de sus parti. culares recursos tendrán que existir olgunas es– pecializaciones en la producción de los países del Istmo; y, 21 lo fuer2:a del desarrollo económico de la Región Centroamericana siempre se deri– vará, primordialmente, de su producción agro. pecuaria.
d) Es a todas luces cierto que no se justificaría que la participación de un país en el Mercomún, se limitara a contribuir con el sacrificio de ingresos fiscales y a ofrecer una ampliación del mercado de consumo en beneficio de la producción indus– trial de otros países miembros. Igualmente cierto es que la compensación podría estar en una mayor exportación de productos agropecUa– rios, tanto en su forma básica como industriali– zados, por parte del país en desventaja, alas otros paises miembros, creando así un verdade– ro intercambio de mercados de consumo. el Es importante no olvidar que los objetivos de la Integración trascienden del ámbito regional. Por
la propia naturaleza de la misma Integración que es acción para beneficio común (unirse para ser más fuertes), debemos pensar que si es con– veniente observar la balanza comercial de un país miembro con 105 otros, no nJenos conve–
niente debe ser observar la balan2:a cOnJercial centroamericana con el mundo extra regional. Las importaciones de origen extracentro– americano han venido creciendo a mayor ritmo que las exportaciones hacia fuera del área, lo que debe ser motivo de preocupación para for– falecer nuestros sectores de exportación, 105 que a la postre nos darán los medios de pago del adeudamiento externo, que es consecuencia del desarrollo industrial y de las obras de infraestruc– tura que estamos llevando a cabo y que nos son tan necesarias.
En el mismo campo industrial nuestra meta no deberá limitarse a substituir importaciones, debemos pensar en darle mayor vigor 01 esta– blecimiento de induslrias básicas y de exporta– ción.
f) Se hacen necesarias medidas que tiendan, -co– mo complemento a la crcación de fuentes de trabajo que el crecimiento demográfico exige,– a garantizar una adecuada distribuci6n del in– greso para que contribuya a un consumo acor– de con la creciente produccción.
gl los desajustes que la Integración presenta en este momenlo, pueden ser propios de todo co– mienzo. Es oportuno, indudablemente, atacar desde ahora esas fallas, pero con la confianza de que el acercamiento de 105 hombres de nego– cios, intelectuales, y de servicio público centro– americanos, cada dio mayor y más contínuo, garantizar6 la perdurabilidad de la integración.
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