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« Previous Page Table of Contents Next Page »soramiento en joyas y de los prés~amos personales, ha– cia el ahorro financiero dinámico, todavía nuestro.s paí. ses no~e ho logrado plenamente
Durante la primera mitad del siglo pasado los Esta· dos Unidos financiaton la Guerra de Ceseción mediante la primeta venta masiva de Bonos Así surgió por vez primera el ahollo financiero en los Esfados Unidos
Pelo hay algo más: descubrieron un poderoso ele– mento sodal que es la clase met¡iia,. porql:Je se dieron cuenta que no erdn los más ricos y los más poderosos los que comprabdn los bonos¡ sino la clase media y entonces al mismo tiempo que se abría un mercado de vd lores, se· descubría el sustrato socia!, la base misma de la vida americana que era una clase media dispuesta a tomar su lesponsabilidad y una clase media deseosa de invertil financieramente sus ahorros económicos
En los úl1imos quince años, como decía anteriol– mente, Nicaragua ha C1ecido de una manera extraordi– naria A este momento nosotros tenemos un producto nacional bruto de unos 3,680 millones de córdobas Eso produce el país
Una mUestra del volumen del mercado financielO resulta de conocél cuánto hay prestado por los institu– ciones Hay unos 800 millones de c6rdobas Es deciJ, las instituciones de crédito están manejando aproxima– clamente un 21 pOI ciento de lo que se produce anual– mente 'en éste país'
Sin embargo, otros países en desarrollo tienen el
28 por ciento y en los países desarrollados tienen hasta el 148 por ciento
Otro dato interesante es el que resulta de comparar el monto de los ahorros nacionales de carácter financie·
10 con el producto br\.lto nacional En este caso, tam– bién Nicaragua alcanza \.In por ciento muy bajo como parado con Bélgica (19 80 %1 Africa del SUI (21 10% I
o los gl andes países de habla inglesa que alcanzan a un 17 % aproximadamente
Ellos llevan más de un siglo de invertil sus oho– IIOS en valores de lenta fiia, en Celtificados de Inver· sión, en Bonos Financieros y en simples pagarés emiti– dos por lás instituciones financieras Nuestro país está comenzando a utilizar con confianza estos medios de co– locación de sus ahorros
Vimos que el mercado de valol es americano, una de las cosas' que descubl ió fué que existía una clase medio capaz de invertir El mercado de valores ame–
I icono surgió ante los estímulos de una guerra Nica– Iagua, en su desarrollo financielo, en su mercado de va– lores/ va a surgir ante los estímulos de una guerra eco· nómica, que todos nosotros estamos viendo día a día que es la integración centroamericana
Es indispensable 'a existencia de instituciones fi–
nancierds dedicados a la captación del ahorro económi· co de la clase media nicaragüense para llevado del ate– soramiento, del préstamo direcl0, del consumo a la colo– caciófl en valoles con el plopósito de que las institucio– nes financieras utilicen esos fondos para entregárselos
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d Jos einpl~sal ios, que son la columnd vertebral, la pri– mera colGmna de choque en esta guerra económica cen– troamericana
Está repitiéndose la historia de los Estados Uni– dos Mós de siglo y medio después en Nicaragua Es– tá repitiéndose porque tenemos Una imperiosa necesi– dad de nue\iasempresas Tenemos empresarios listos para trabajar, no tenemos dinero y el dinero ya sabe– mos qué en un 40 por ciento está escondido debajo de los colchones
No se puede decil que los nicaragüenses vamos a perdel esta guena pOI falto de dihelO Si la perdemos es porque nci hay nadie que salga q poner en su propio lugar de batalla, en el lugar que COI responde, los ele– mefltos para ganal
Naturalmente que no sólo es la institución finan– ciera la que va a hacer posible la creación del arsenal; es indispensable que el Gobierno estimule a una gran parte de los nicaragüenses que todavía siembran como hace cuatrocientos años para que meioren sus métodos de cultivo Es indispensable que la agricultula meca– nizada comercial, exitosa; alegre, podelosa, rica, nue–
va y modelna que hemos visto en el algodón, se repita exactamente en el maíz, en el arroz, en' los frijoles, en 'las praderas palCl el ganado
Vamos a hacer que los excedentes de fondos, las disponibilidades que tengan esos agricultores, vayan a instituciones financieras Vamos a hacer que esas ins– tituciones financieras se la den al emplesario industrial y entonces vamos a poder venderles, no sólo maíz, fri' jales y arroz el los centroamericanos, sino también mu-chas otras cosas más .
Todos estos asuntos económicos, están íntimamen– te ligados con el espíl itu de solidaridad moral
La solidaridad mal al, según lo ha expresado magis– tlOlmente Juan XXIII se puede reflejar de tres maneras: asistencia (ro que hemos llamado DI dinar ¡amente cari– dadl; justicia distJibutiva (respétar el del echo del otro, no dbusar de los demásl y finalmente una forma treo mendamente moderna, de gran actualidad que es Jo obligación de los hombres cultos, la obligación de los que saben manejar los asuntos públicos; la obligación de los que han pasado la crisis del hambre: la de plO' pugnal por el desarrollo (Pareciera que lo está dicien– do un pel sanero de un banco internacional, pOI edera que lo está diciendo un profesor de economía, parecie–
I a que lo está diéiendo un banquero No, es Juan XXIII, todo caridad y todo dulzura, quien ha dicho que
el más importante modo de llevar a cabo la solidaridad moral, es propugnar el desarrollo)
Es una fucha que corresponde tanto a los dirigen– tes financieros de es1e país, como a Jos profesionales,
c.r los técnicos, a los agricultores mismos, y cuando ho· gamos eso, es10lemos otra vez repitien'do tanto Jo his– toria de los países europeos en el Siglo XIX, como la historia del Gobierno Americano en el Siglo XIX, esta– remos descubriendo el gran potencial financielo, econó· mico y social de la clase media y llevando a nuestro pueblo a etapas superiOles de desallolto social
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