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« Previous Page Table of Contents Next Page »diccionario de lo lengua tuareg. Hemos de rendir homenaje o estos precursores muy frecuentemente ig– norados, impelidos por lo caridad de Cristo, lo mismo que o sus émulos y sucesores, que siguen dedicándose, todavía hoy, 01 servicio generoso y desinteresado de aquellos que evangelizan
Iglesia y mundo
Pero en lo sucesivo los iniciativos locales e indivi– duales no bastan yo Lo presente situación del mun– do exige uno acción de conjunto, que tengo como punto de partido uno cloro visión de todos los aspectos económicos, sociales, culturales y espirituales Con la experiencia que tiene de la humanidad, la Iglesia, sin pretender de ninguno manero mezclarse en lo po–
lítico de los Estados, "sólo desea uno cosa continuar,
boja la guío del Espíritu Paráclito, lo obra mismo de Cristo quien vino 01 mundo poro dar testimonio de lo verdad, para solvar y no paro juzgor, para servir y no para servido" (12) Fundado poro establecer desde acá abajo el Reino de los cielos y no para conquistar un poder terrenal, afirmo claramente que los dos cam– pos son distintos, de la mismo manera que son sobera– nos los dos poderes, el eclesiástico y el civil, codo uno en su terreno (13) Pero, viviendo en lo historio, ello debe "escrutar a fondo los signos de los tiempos e in– terpretarlos a lo luz del Evangelio" (14) Tomando parte en las mejores aspiraciones de los hombres y su– friendo 01 no verlos satisfechos, desea ayudarles a conseguir su pleno desarrollo y esto precisamente por– que ello les propone lo que ello posee como propio uno visión global del hombre y de lo humanidad
Visión cristiana del desarrollo
El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico Para ser auténtico debe ser íntegral, es decir, promover a todos los hombres y o todo el hom– bre Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto ' ' 'Nosotros no aceptamos la separación de lo economía de lo humano, el desarrollo de los civiliza– ciones en que est6 inscrito Lo que cuenta para no– sotros es el hombre, cado hombre, cado agrupación de hombres, hasta la humanidad entera" (15)
Vocación al crecimiento
En los designios de Dios, coda hambre está lla– mado O desarrollarse, porque toda vida es uno voca– ción Desde su nacimiento, ha sido dado a todos, como en germen, un conjunto de aptitudes y de cuali– dades poro hacerlos fructificar su floración, fruto de la educación recibido en el propio ambiente y del es– fuerzo personal, permitirá a cada uno orientarse hacia el destino, que le ha sido propuesto por el Creador Dotado de inteligencia y de libertad, el hombre es res– ponsable de su crecimiento, lo mismo que de su salva– ción Ayudado, y a veces estorbado, por los que lo educan y lo rodean, coda uno permanece siempre, sean los que sean los influjos que sobre él se ejercen, el artífice principal de su éxito o de su fracaso por sólo
el esfuerzo de su inteligencia y de su voluntad, codo hombre puede crecer en humanidad, valer más ser .
'
mas.
Debel' personal
Por otro parte, este crecimiento no es facultati– vo De la mismo manera que la creación entero está ordenado o su Creador, la creatura espiritual está obligado a orientar espontáneamente su vida hacia Dios, verdad primera y bien soberano_ Resulto osi que e/ crecimiento humano constituye como un resu– men de nuestros deberes Más aún, esto armonía de la naturaleza, enriquecida por el esfuerzo personal y responsable, está IIClmada o superarse a sí mismo Por su inserción en el Cristo vivo, el hombre tiene el comino abierto hacia un progreso nuevo, hacia un hu– manismo trascendental que -le da su mayor plenitud, tal es lo finalidad supremo del desarrollo personal
y comunitario
Pero coda uno de los hombres es miembro de lo sociedad, pertenece a lo humanidad entero Y no es solamente este o aquel hombre, sino que todos los hombres están llamados o este desarrollo pleno. Los civilizaCiones nacen, crecen y mueren. Pero como las olas del imar en el flujo de lo marea van avanzan– do, cado una un poco más en lo areno de lo playa, de lo mismo manero lo humanidad avanzo por el comino de lo Historia Herederos de generaciones posados y beneficiándonos del trabajo de nuestros contempo– ráneos, estamos obligados poro con todos y no pode– mos desinteresarnos de los que vendrán o aumentar todavía más el círculo de lo familia humano Lo so– lidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es también un deber
Escala ele valores
Este crecimiento personal y comunitario se vería comprometido si se alterase la verdadera escalo de volares Es legítimo el deseo de lo necesario, y el trabajar para conseguirlo es un deber' "el que no quie– re trabajar, que no como" (16) Pero lo adquisición de los bienes temporales puede conducir a lo codicio, o/ deseo de tener codo vez más yola tentación de acrerentar el propio poder La avaricia de los per– sonas, de las familias y de las nociones puede apode– 'arse lo mismo de los más desprovistos que de los más ricos¡ y suscitar en los unos y en los otros un materia– lismo sofocante
Creciente ambivalencia
Así, pues, el tener más, lo mismo pora los pue– blos que para las personas no es el fin último. Todo crecimiento es ambivalente. Necesario poro permitir que el hombre seo más hombre, lo encierro como en una prisión, desde el momento que se convierte en el bin supremo, que impide mirar más allá. Entonces los corazones se endurecen y los espíritus se cierran;
(12) Gaudlum et SPU, n 3 t 2 (15) - LJ
Lcbret, o p. Dyn3mique con(';réte du dénloPPl'rnent. Pnrís.
113) cr. CllcícIlcl\ Inmortale Dei, In de noviemble de ISS:;, Arta Leonill Economiqueil
XIII, t V (lBSS), p 127
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