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En esta sombra nebulosa se conoce Un meteoro, que brilla por pocos años, Dionisio Herrera.

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Durante estos mismos años de la independencia, Nicaragua se vió envuelta en las guerras de la Federa–

ción, con Morazém, Cabañas, Manuel José de Arce, los AycinenCls y otros La sangre corría, corría, dando na– cimiento a todas las furias de las pasiones políticas y a

guerra de hermanos Si la guerra es un bien, aquellos hombres merecían Ja inmortalidad; pero si es un mal merecen el c.materna de la historia. Esto ha dado ori– gen a escuelas filosóficas, que en este resunlen no po– demos resolver.

Solamente se puede asegurar que los defensores de

la Federación cayeron en manos del indio de Mataques– cuinfla y perecieron.

Sobreviene otra época para Nicaragua, no comple– tamente distinta de las anteriores, porque siempre co– rrJa la sangre por campos y ciudadeS

r

sino porque se esbozaron los partidos con diferentes nombres, dirigidos unos por Occidente, otros por Oriente. Los nombres no hacen al caso Lo esencial para los nicaragüenses es conocer en pocas palabras su propia vida, en una car–

tilla que no tiene más criterio histórico que la verdad. El año de 49, ya sobresallan los nombres de Ful– gencio Vega, Frutos Chamorro y el General Muñoz por el lado de Granada y Francisco Castellón, Máximo Je– rez y otros por parte de León# Apareció ese 'año la lla–

mada facción de Bernabé Sarnazo, guerrillero terrible y

cruel, cualesquiera que fueran las razones que lo impul– sarcm Murió ahorcado en Rivas por mandato de 105

mismos que lo habían instado al movimiento revolucio~

nario.

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Después, el año de 1854, el pavor más grande de nuestr:. vida independiente! Las cadenas se multipli– caron, el los complicados o no en la guerra se les ponía grilletes, se les hundía en las aguas del Gran Lago o

se les obligaba a cavar su sepultura Vino la falange

de William Walker, de Henningsen, marcha León contra Granada, vuelve ésta contra aquélla, llega a la Presi– dencia William Walker, y fusila al General Corral y a Rivas.

Los partidos se anonadan. Los irreconciliables ene~

migos se juntan, Jerez y Martínez, (os Rivas y Chama– rras, todos luchan contra el invasor. Henningsen, in– cendia Granada y sobre un árbol de Chilamate, a orillas

del Gran Lago, escribe la famosa frase: Here was Gra– nada.

Había intervenido con sus ejércitos Centro América. Juan Rafael Mora, de Costa Rica, se cubre de gloria. Walker sale del pais. Muere en Trujillo en el ca– dalso.

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y Nicaragua recomienza su larga historia Los partidos, es decir granadinos y leoneses, cansados, diez– mados, humillados ante la catástrofe, juntan a sus ¡efes Máximo Jerez y Tomás Martínez, y forman el gobierno binario y convocan una Asamblea Constituyente. De ella sale la Constitución llamada de 58 (año de 1858). Para evitar rivalidades entre Occidente y Oriente se

establece la ~apital de la República en Managua, ciudad indígena en aquellos tiempos, situada a orillas del Xo– latón, (lago de Managua).

No tardó mucho aquella concordia, Jerez y Martí-

nez se separaron, quedando este último en el Gobierno, por dos períodos.

Le sucedió Fernando Guzmán, pero a éste le hacen la guerra; luego en 1869 los ccudillos atrás menciona~

dos y originarios de León Termina con el triunfo de Guzmán por medio de un tratado que se firmó en Niqui~

nohonlo, por lo cual desde entonces se llama La Victo_

rio

Se suceden varios Gobernantes conservadores tran_ quilamente: Fernando Guzmán, Pedro Joaquín Chamo_

rro, Joaquín Zavala, Adán Cárdenas, Evaristo Carazo, todos de Oriente; y por muerte de éste, el doctor Roberto Sacasa, padre de los doctores Juan B. Sacasa y Federico

Sacasa y afros, importantes hoy día en la politica del

Partido Liberal Nacionalista

El dodor Roberto Sacas o no pudo dar término a su

Gobierno Una revolución iniciada en Granada el 28

de abril de 1893 y encabezada por los Montiel, Zavala, Avilés, etc, le desalojó del Poder, formando luego una Junta de Gobierno. Esa se desintegró en pocos días y

de resultas fue nominado Presidente Provisional de Ni– caragua, por una Junta conservadora el General Joa–

quin Zavala, personaje de muy efevadas ideas, demów erata y progresista

La fracción liberal que bajo el mando de José San– tos Zelaya había auxiliado a la revolución conservadora, inició una contrarevolución el 11 de julio del mismo año en la ciudad de León, y aquél, triunfante, fue no– minado Presidente Provisional por las tropas vencedoras;

y luego en propiedad l10r una Asamblea Constituyente que dió al país una Constifución llamada del 93, bas– tClnte liberal, pero algo débil para el gobierno de pue– blos no preparados en el ejercicio prudente de la liber– tad

Los leoneses, amigos de Zelaya, compañeros del 11 de julio, se levantaron en armas contra él, en la ciudad de León, el año de 1896. Hubo gran trastorno, com· bate y sangre derramada en Mateala y Nagarote,_ con– siguiendo el triunfo aquel gobernante, con auxilio de todos ros conservadores de oriente Era la reputación

de la vieia querella entre Oriente y Occidente.

La unión de Zelaya con los conservadores duró

bien poco._ El siguiente año éstos ocurrieron en Jinote– pe, C1 las armas, huyendo luego hacia Costa Rica y reac· cionando el año siguiente de 98, el 1901, el 1903, el 1906, y por fin el 1909, lo cual ocasionó la caida de Zelaya por su desafecto con el gobierno de los Estados Unidos de América y la célebre nota del Secretario de Estado Knox.

Vino el general Juan José Estrada a la Presidencia, hubo los pactos Dawson, comisionado del gobierno americano, la Constituyente de 1910. y el 9 de mayo de 1911 Estrada descendió del Poder por una revuelta de sus amigos los conservadores, con quienes había marchado unido desde Bluefields hasta Managua Que– dó el vicepresidente Díaz en el poder, quien en el si– guiente año sufrió la guerra llamada de Mena y la in– tervención armada de los marinos americanos. Fue guerra cruenta y desastrosa entre fracciones del mismo credo político, pero auxiliaron a Mena los liberales. No analicemos la culpabilidad de los unos y lo.

otros Sólo establezcamos In inestabilidad de esas coali~

ciones de partidos o fracciones políticas, la idiosincra– cia y género de vida del pueblo nicaragüense que he.. mos venido analizando.

Se sucedieron los conservadores diez y ocho años

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