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porque Se tomu en cuento el esfuerzo del educando Nada o poco significa el volar intrínseco del premio,

pero, i cuánto significa moralmente, el ser llamado a

la mesa del tribunal y que el director del Colegio, pues– to en pie, hago lo entrega solemne del premio al agra– ciado, en nombre de la patria agradecida

DO¡,:;¡A ELENA Y SANTA FRANCISCA CABRINI

Cuando en 1882 llegaron a Nicaragua profesoras de los Estados Unidos y el Gobierno fundó el Colegio de Señoritas de Granada, el colegio de Doña Elena

vino a menos, en parte por el espíritu de novedad

\:ste suceso causó gran pena a DoÍ'ia Elena, no 1onto

por el desc.enso de su colegio, como por el rumbo laico

que tornaba la enseñanza en Nicaragua, debida al es–

píritu liberal que reinaba en las altas esferas del Go–

bierno/ que patrocinaba este sistema de educación

Ante el peligro de la decadencia de la fe que coriÍa la

niñez y la juventud, procuró remediar este mal tra–

bajando con tesón por traer maestros y maestras pro–

fundamente católicos Con el fin de conseguir reli– giosos y religiosas para la educación de la niñez y

juventud nicaragüenses, emprendió un viaje por Euro– pa En su estancia en Roma pudo entrevistOl se con

la Fundadora de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, Santa Francisca Javier Cablini

La Santa Fundadora le plOmetió su ayuda y le envió un grupo de religiosas del Instituto por ella fun– dado, quienes llegaron a Nicaragua el año 1891, en tiempos del gobierno de don Roberto Sacaso Como el grupo de religiosas era suficiente paro poder abrir

un colegio, Doña Elena se [o facilitó, poniendo a su

disposición su propia casa para que en ella comenzase el curso escolar Al año siguiente se trasladaron a

lo casa del doctor Urtecho, en lo Obra Bando, habien–

do tenido en 105 1res años que permanecieron entre nosotros el mayor éxito, tanto en el adelanto intelec– tual de las educandas como en las vocaciones que se

despertaron entre los almos elegidas por Dios para

servirle más de cerca Desgraciadamente, el Presi–

dente, Don José Santos Zelayo, expulsó a estos religio– sos en Agosto de 1894, sumiendo o Elena en profunda

pena pOI este acontecimiento Mas no por eso se de–

sanimó aquello grande olmo, hecha para luchar en defensa de los derechos de Dios y lo salvación de las olmos El gobierno liberal impide la entrada de reli– giosos en el país ello iró de nuevo a Europa en busco de maestros seglares que quieran dedicarse o la edu–

cación de los niños nicaragüenses

DO¡';¡A ELENA Y LAS OBLATAS DEL

SAGRADO CORAZON

Nadie quiso aventurarse a venir a un país tan

lejano y ton poco conocido Fue después de su regreso o Nicaragua que oyó hablar con loa de los colegios que las Señoritos Flancesas, las "Oblatos del Sagrado Corazón" ten ton establecidos en El Salvador desde el año 1894 Se determinó a ir a visitar o di–

chas instituciones educacionales En mil novecientos uno, dice Eugenia Angevin, primera Directora que fue

del Colegio Francés, de Glanado, se pLISO en comino

poro la República de El Salvador, can el deseo de cO–

nocel nos y visitar nuestros establecimientos

La educación y la enseñanza que impartíamos la satisfacielon plenamente, e inmediatamente pidió

que le procuráramos el personClI para el ton deseado colegio de Glonada Pero este personal no lo tenía–

mos entonces y tuvo que regresar apenada a Nicara– gUd, confiando siempre en Dios, que lo conseguiría Durante tres aríos esct ibió de cuando en cuando reite– rando su petición con más instancia Por fin, a

pI incipios de 1903, me propusieron venir a Granada o estudiar los proyectos de Doña Elena Posé con ello los pI imeros veinte días de Abril Con un almo ton hu–

milde, in1eligente y lecta era sumamente fácil enten–

derse Tres meses más tarde, en Agosto de 1903, lo vispero de lo Asunción, llegaba el primer grupo de

Señoritas Francesas, vestidas como señoritas, en cuan–

1.001 tluje, pero verdaderas Religiosas así se sustraían

CI las leyes prohibitivCls de la entrada de religiosos o Nicaragua

El pI imero de Octubre de 1903 comenzamos

nuestl as clases con la bendición manifiesta de Dios l\luestro Señor Jl

Asi han seguido hasta nuestros días, no sólo para

LJien de Granada, sino para Nicaragua entera A las

aulas del Colegio Francés de Nuestra Señora de Guo– dalupe Clcuden niños desde los más apartCldos lugares eje la República y gozo de gran plestigío

Doña Elena no s610 se interesó por lo cristiano educación de lo juventud femeninCl, tenía el celo de la glorio de Dios muy metido en el corazón y por eso

trabajó también con ahinco por la cristiana educación

de la juventud mClsculina, más expuesto o los peligros de perd€! la fe y extraviarse por los cominos de lo pel versión En 1895 fundó el Colegio de "Son Luis GonzogCl", 01 frente del establecimiento puso como Di–

rector a Don Porfirio Pasos, eminente profesor y

competente pedagogo, y como Inspectora

CI lo señorito CipriClno Posos El PIClntel se llenó con los mejores niños de lo ciudad

Pelona cabe duda que los establecimientos de

enseñanza juvenil regidos por relígiosos tíenen ventaja

sable los demós, legidos por seglares, porque las reli–

giosos son personas dedicadas por vocación y oficio a la educación, y cuentan con un sistema de educación

que, con el transcUl so de los años, ha resultado exi– toso

DO¡';¡A ELENA Y SAN JUAN BOSCO

Doña Elena, al tratar de fundar en Granado un

establecimiento de enseñanza para varones

l

se fijó en la naciente Institución de enseñanza que fundara San Juan Basca, d quien conoció personalmente en Italia

y de quien fue siempre admiradora, por sus eminentes

virtudes y sus obras educacionales en favor de la clase obrel

CI

Se hollaba en París Doña Elel1o, o principios de 1888, cuando, el 31 de Enero, lo prenso europeo, o

grandes titulares, anunciaba la muerte en Turín del

fundador de la Congregación Salesiano Doña Ele–

na, que había 11 atado a Don Basca con motivo de sus

felvientes deseos del establecimiento de lo cosa en

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