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su madurez con el desarrollo normal de la producción Soy un convencido de que lo causa básica de la infla– ción es el desorden en la mayoría de los casos; y en otros, quizá los menos, en la magnitud y ejecución de proglamas no sincronizados debidamente. También soy un convencido de que la inflación se combate con traba– jo, disciplin~ y estructuras instituciones orientadas a la

pi opio realidad

Los sistemas económicos requieren necesariamente de procesos de ajustes pel iódicos, los cuales deben es~

torse revisando y por lo tanto al ocurrir, considerarse como indicativos de procesos evolutivos cuyo desenvolvi– miento se está siguiendo muy de celca Este concepto

no debe olvidarse ni confundÍlse, para no ((ear obstácu– los per¡udiciales a la comunidad y en beneficio de unos pocos solClmente

Entre las múltiples implicancias que se del ivan de Todo proceso inflacionario, es vital comprender que un pueblo no puede vivÍ! 99stando sus esfuerzos en corre– gir un creciente desorden, en vez de dedicar todo su empeño en plOducir, porque de esa actitud solo puede del iVClrse un nuevo problema: inestabilidad política, ele– mento que al introducirlo ahora es porque juzgo que su impol t(lncia es tan glOnde como la plOducción mis–

mC!

Las aspiraciones ele los pueblos pOlO lograr meio–

lOS y reales condiciones de vida exigen, desde luego, solvencia económica y estabilidad política Considero que no puede existir desarrollo económico y progleso socicd sin estabilidad política, ya que entre ambas POl–

tes integrantes de la vida nacional existe una estrecha correlación, que no puede ni debe ignorarse o desesti– 111(lrSe

la estabilidad política sólo se alcanza cuando el pueblo tiene confianza en los hombles que integlOn el Gobierno y en quienes dirigen la emplesa pdvada, y la solvencia económica surge en la medida en que se es– tablece la estabilidad política No estimo conshuctivas Ins Clctiludes olímpicas de quienes piensan o quieren ig– norCJI que los momentos que vivimos son el resultado de un conjunto de fuerzas, en donde la política ha ju– gado el papel de los que comprendieron su justo valOl, y de que las situaciones de inestabilidad política o plow piciamiento de clima de desconfianza son en buena par– te producto de los indiferentes que no miden la tras– cedencia que el ejercicio cívico tiene en la vida nacio– nal

El aspecto social lesponde sin duda más íntima· mente a la parte humana y espil ituol de nuestro pue– blo, y si en verdad, como ya dije, todos aspiramos a go· zar de solvencia económica y política, con mayor razón deseamos vehemente vivir con dignidad y en constante superaci6n como uno lógica y permanente aspiloción de motivaci6n de la vida Hoy nadie quiele sel poble, to– dos deseamos condiciones honestqs de vida pOlo nues– tlas familias,-Io cual constituye anhelo muy justo Oe– licCldo seró siempre el planteamiento de los problemas sociales, pero debemos ser muy sinceros afirmando que lo social es parte de un conjunto muy complejo, dentro del cual debe lucharse en base a las realidades, pOla

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así contar tombién con el esfuerzo de los interesados, porque como dijo lincoln, "No se puede ayudar al lor. nalero abatiendo a quien le pagó sus lornabts", como tampoco UNo se puede fortalecer a 105 débiles, debili–

tando a los. fuertes", con lo que bajo ningún motivo quiero significar que se excluya la obligación de buscal mejores distribuciones de la riqueza y la conveniencia de hacerlo cuando realmente sea posible

No pueden ya mantenerse grandes desequilibrios, porque además de ser injustos deben evitarse las con– mociones sociales de las cuales se aprovechan y mez–

clan toda clase de elementos extraños De ninguna ma– nera puede pensarse que lo social ocupa la última prio~

ridad entre los demás componentes del complejo que ha venido considerando, porque Jo estimo al mismo ni~

vel y oportunidad, pelo insisto, debe siemple resolverse en base a posibilidades y sacrificios mutuos, ya que na–

die podría negOl lo doloroso y nefasto que constituyen las limitaciones, aún hasta para la formación espiritual que demanda el mundo No se puede hablar muy sim– plemente de relaciones: hombres con tierra; capital; in– greso; subsistencia, etc las reformas sociales están en boca de todos, son necesarias, ninguna pel sana puede negarlas, pelO es un proceso que si bien es indispensa– ble, no por ello puede tomar mayor velocidad que aque–

lla que la empresa privada, en condiciones de eficiencia, pueda mantener conforme a un mercado competitivo,

y categól icamente tal circunstancia es la conecta, en

opinión, para que la demagogia no aproveche la igno– lancia para sumir en más miserio a los pueblos

Estamos conscientes de que Nicaragua ha pi oyre· sado en todos los órdenes porque ha luchado y ha cons– truido, porque ha mantenido una firme confianza en In

voluntad de superación de los nicaragüenses Que unos piensen que se pudiel en haber logrado mayores avan– ces, es asunto de opiniones: creo además con franqueza que nada se gana con extemporáneas lamentaciones de perfeccionistas, cuando es más vital aprovechar ese acer– vo de experiencia ya ganada, que es una realidad, y continual hacia adelante con renovado entusiasmo

Por oha parte, es apropiado tener conciencia de que formamos parte de un concierto de naciones civi~

lizadas, en donde están en juego múltiples intereses po– líticos, económicos, sociales e ideológicos, y que la jus~

to (ompl ensión de esa precisa circunstancia obliga a profundo meditaci6n, para que los intereses nacionales no se confundan o identifiquen con los de cualquier otra naturaleza y se afecten así los esfuerzos y sacrificios de quienes han hecho del trabajo la base de 10 estabilidad que en su conjunto exige el país

La concepclon y comprenslon de los organizaciones

y soluciones de nuestros problemas para buscar un efec~

tivo mejoramiento en las condiciones de vida de nuestro pueblo, nadie mejor que los nicaragüenses mismos de~

bemos plantearlas y ejecutarlas, sin que ello se interpre– te como que experie!"lcias similOles o antecedentes útiles no debamos aprovecharlos; sencillamente quiero signi– fical mi oposición a aceptar o trasladar sin el detenido estudio, de su aplicabilidad a nuestro medio, OIganiza– ciones y soluciones de pueblos que viven oportunidades y momentos diferentes, y sujetos a sus limitaciones pro~

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