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mago y de las consecuencias que puedan derivarse de

una comida "'pesada ll A veces comen carne osada,

siempre que na esté muy condimentada y en el res– taurante piden siempre que sLipriman la mostaza y otros condimentos al prepararles la comida Su peor

enemigo es la pimienta y consideran como un salvaje a quien la uso

En la segunda rama van incluídos los que podria– mos llamar la "nueva ola" de la familia Benard Son los rebeldes de! paladar, las que, sin dejar de recono–

cer la alta calidad de la "cu¡sine frol1caise", han roto

los codenas que les ataban a "La Tour D' Argent", en

París y no temen en atacar un buen plato de "vigorón ll

o en comprar una porción de "baho" o de "frito" en

una esquina, ó incluso un servido de iguana en el mer–

cado Para ellos, la comida sin condimento no tiene rOZÓn de ser y cuanto más fuerte me jor Usan de la pimienta y del chile indiscriminadamente y no temen a ninguna indigestián Aceptan el pavo, el jamón y el

vol-ou-vent, como una variación en el menú, pero,

realmente, prefieren la ti pica y el plato fuerte español, a las sutilezas de la cocina francesa

Exponentes de esta rama plebeya del poladar de los Benard - por I!amarla de algún modo- son ros descendientes varones de Adolfo, Luis y Carlos Be–

nard Vivas, con una que otra excepción Y, asimismo,

alguna que otra de las descendientes mujeres Se han hecho famosos, aquí en Managua, los olmuerzos con que Don Adolfo Benard hijo obsequia a sus amis– tades; servidas en manteles de lino o bordados y en bandejas de plata, pero a base de platos tafes como

"iguana en pinol", "tortuga del lago", "o jiaco ll

,

"'car;.

ne en baho

ll

, "indio viejoll y demás y los que, prepara–

dos por las manos expertas de su señora esposa Doña

Evita, resultan, por lo vista, más apetitosos para ellos

que jamones, pavos, truchas y perdices, y en los que,

a la por de los mejores whiskys escoceses, Corren tam– bién abundantes los más humildes, pero no menos $obrosos "Chila" y Flor de Caña y aún cierto Blanco

Extra-Fino, saturado de caña o de ciruelas, reminis–

cente de los famosos amontillados españoles o del no

menos popular "eau de vie" francés, y, para remotar

el convivio, cantidades generosas de un excelente Borgoña, muy apropiado para disipar, pero no para borrar completamente, ese sabor tan especial de los platos típicos nicaragüenses

Poro concluir, es preciso reconocer en justicia

que una gron parte del éxito de los Benard o su mesa, há sido debido a los diversos enlaces de está familia con lo familia Guzmón, cuyas mujeres se dedicaron siempre, con todo habilidad y olegría, al sublime arte culinario Esta pasión par fa cocina ha sido tradicio–

nal en las Guzmanes y la fama de su "cuchara", ha

subsistido o través de los años

Ciertamente, las señoras Benard -nietas de Don Martín María- fueron domas muy cultas, finas y dis– tinguidos, pero de la cocina no entendían mós que lo

crítica Los verdaderos "gourmets" fueron sus her– manos, los señores 8enard, quienes tuvieron la suerte

de unir sus destinos con tres miembros de la familia Gu¡món, especializados en los secretos del paladar

y de estas uniones han resultado auténticos "Cordon Bleu", como Don Adolfo Benard hijo, Don Julio Vivas Benard y Doña Angélica Benard de Vivas, quien ac– tualmente prepara un libro con mós de mil recetas de cocina nacional e internacional, fruto de más de SO

años de dedicación al difícil arte de la confección y presentación de la comida

EL REY DEL AZUCAR VISTO POR UN

VIEJO NORTEAMERICANO

"Parecianos muy natural ver ahora -después dé todo lo' que habíamos oído hablar de las antiguas y acaudaladas familias conservadoras de Granada, due– ños de latifundios y comercios-- que nuestro pequeño coche "Pullman" en viaje de Managua a Granada,

fues~ casi repleto de un muy pomposo grupo de gra– nodinos de tipo mondoine que regresaban por vapor de Son Francisco, rebosantes de los grandes aires de la gente familiarizado con los camarotes de lujo y habi–

tuada, ,en fin, o gozar del "ideal soñado" de la vida"

':Oiales a menudo soltar palabras y frases en in-

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glés Veriían con ellos varias lindas señoritas, dos caballeros calvos de mandíbula cuodrada, y un joven de elegantísima planta que atormentado por el calor, yo 01 llegar él la ciudad natal donde sabía los esperaba un recibimiento, pidió a una de los bellos su polverita

con .espejo y ·comenzó O acicalarse coro, cuello y nu– ca"

"En esta faena estaba cuando se oyó de pronto el tronar de cohetes, de triquitraques y de bombas, mós el rebullicio de una banda y enseguida apareció un gran orco de flores con las palabras en caraclerísti-