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« Previous Page Table of Contents Next Page »hoy la tiene separada y Calle a cargo de un clérigo La iglesia de tles naves con su ,sacristía leducida sable horcones de adobes y teja, muy húmeda y maltratada y cementel io de tapa: tles altares con total indecencia, una hermita principiada con el titulo del Calvario Dos– cientos cincuenta y una casa de paja de indios y ladinos: unas pocas están en la plaza, sin
01 den, las demás en– tle platanales y árboles, distan tanto entre sí que ocu– pon un cumto de legua, llano y montuoso¡ habítanlas otras tantas familias compuestas de mil seiscientas cin– cuenta y siete personas de todos cololes Los indios son gobernados por un Alcalde, Alguacil Mayor, dos le9;' dores y Fiscal¡ y pagan de ti ibuto anual ochocientos diez pesos, y los ladinos están sujetos al juez a pre– vención de Masaya
La lenta del cura a la leselva del servicio pelsonal
y I ación, monta a cuatrocientos pesos: otro eclesiásti~
ca reside en el pueblo, el clima de éste es frí¡ido y muy húmedo en tiempo de aguas Los caminos se trafican con liclbajo El suelo de la iglesia se llena de humedad
y ésto sube hasta más de una vara por las paredes: plO– viene sin duda de la laguna de Masaya, que está muy inmediata, y de donde se proveen de agua a costa de grandes fatigas El territorio de 01 iente a Poniente consto de cuatro leguas y un cuarto, contadas desde el mencionado cerro de Coyotepe hasta el Malpaiz De NOlte a SUI tiene cuatro y media numeladas desde el trapiche llamado El Zapotal hasta el celro nomblado el Potlero: éste es un volcán que en el siglo pasado le~
ventó y anojó gran cantidad de fuego¡ al presente se descubren sus ruinas yola falda se coje azufre en ob,undancia: no hay más hacienda que un hatillo de Coft adía con pocas reses, las demás se reducen a unas hueltas cOltas de maíz, veldulos, árboles frutales y atlas cementelas tan escasas, que ni aún bastan para la ma– nutención de los que la cultivan Es este pueblo pel ~
manecí tres días, prediqué otlOS tantos sermones, tel– minálonse con la procesión de penitencia: las confilma– ciones fueron de mil diez personas; hubo algunas con– fesiones y comuniones¡ y por último (lcabada mi visita pmtí pOta el pueblo de Managua
MANAGUA
Su situación e~ lo más alegre y deleitable que pue~
de contemplarse: tiénenla a las orillas de una laguna que a la pi imera vista parece el mOl la latitud de ella, consta de siete leguas; corre de Norte a Sur: su longitud de veintidós contados desde el volcán de Momotombo
t que cae cd Oeste, hasta el paso de Tipitapa, que mira al Este Aquí se· recogen sus aguas y forman como un lío cuyo ancho es de un tiro de piedra y su fondo en unas partes navegable, en ot! o admite vado y aun se seca POI esta canal que termina en un alto muy ele· vado conocido por el salto, se plecipitan y desaguan en otra laguna mucho más dilatada y capaz, lIámanla de NicalOgua o Granada¡ sobre las leguas de que se compone no hay cosa cierta: unos aseguran que es de sesenta de largo y cuarenta de ancho
i otros la restringen a cincuenta y a treinta: la misma opinión se versa a lo tocante a las isl~tas que abriga en su seno: todos no obstante conspiran en que las isletas son muchas, que la mayor es Ometepe, que a la reserva de ésta las de-
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más se hallan despobladas; y finalmente que la laguna justamente melece ser colocada ,en el catálogo de las más célebles del universo, el fondo de ella y el de la de Managua es arenoso y se extiende hasta quince o diez y seis blazas¡ no están sujetas a crecientes y men– guantes, pelO sí a tormentas; éstas comienzan a' expli– cOlsa con la misina agitación y estruendo que las de1 mar
La calma sin embargo por lo ordinario no tarda 1l1ucho en hacerlas ces01, las más gruesas se padecen en la de Glanada: trafícanla en barcos de vela y remo, y algunos con sus tripulaciones, suelen quedar sepulta– dos en sus olas, tales desgracias no se expelimentan en la de Managua¡ la causa es que la navegación de ella se hace en callucos, son tan reducidos que un hombre solo puede ocuparlos, y así no se le alejan de las pla– yas: Jos aguas de ambas son dulces, gruesas y potables: abundan finalmente de peces, aunque pequeños y poco gustosos Los naturales de Managua defienden como l¿galía propia el eiercicio de la pezca en las ¡-¡veras de su pueblo: en las cercanías de éste hay otras seis re~
dondas, pequeñas y distantes entre sí, y la más capal ocupará una legua, las dos son salobres y las cuati o
ele agua dulce y gruesa; gástanlas srnembargo los co– mOl canOs por no haber atlas de que proveerse: el climo es cálido, seco y saludable: los vientos que vienen de la laguna lefdielan un poco el medio día y a la primela noche cesan y entonces se siente como vapores de fue– go que fatiga en extlemo¡ plodúcelos el mencionado volcán de Momotombo situado cuatro leguas a la parte del NOlte
La parroquial estOlá como a una cuadra de la pla– ya; es mediana, de tles hoves, sobre horcones, de ado– bes y teía; tiene por titular a Santiago¡ una sacristía
I educida, y el cementerio cercado de tapias; carece de torre¡ las campanas están pendientes de cuatlo halCO– nes con su techo de paja; hay cuatro altares con reta~
blos
f
y frontales dorados, ornamentos pocos y viejos las iglesias de Veracruz
f
San Miguel, San Mateo y San Sebastián, hállanse lepartidas por el pueblo y son de la misma fáblica que la palloquial; ésta es adminis~
tlOda por dos CUlOS, cuya lenta total partible importará sin el selvicio personal y ración, mil doscientos pesos La población comienza desde las márgenes de la laguna y cone sobre un llano perfectamente unido, aun– que en parte con algunas manchas de monte pequeño y claro; tiene su cabildo de adobes y teja de sesenta va· ro? de largo con cinco piezas Hay también tres par~
cialidades, es a saber: Telpaneca, Cuastepe y Masagal– pa con otros tantos Alcaldes, Alguacil Mayor, seis regi· dOles y tres fiscales¡ las casas de teja son nueve y las de paja cuatrocientas cincuenta y seis, separadas las unas de las otras y cojerán media leguo; fuera de éstas hay cuarenta y siete de la misma especie en otras tan· tas haciendas de ganado mayor y trapiches que se nu– meran en el territorio¡ cuya longitud consta de catorce leguas y su latitud de cinco y media Setecientas cin– cuenta y dos familias; cuatro mil cuatrocientas diez per· sanas de todas edades, así de ladinos como de indios, éstos pagan de tributo anual mil doscientos pesos; el juez a prevención nombrado por los Alcaldes de Glana· da entiende en las causas de españoles, mestizos y mLJ~
latos; y como Teniente de Gobernador es superior de los tres Alcaldes y mandan los naturales
Hay finalmente tres compañías, la una de españo·'
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