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Subtidva, en conclusión, viene a ser el pueblo más distinguido y apréciable de cuantos encierra la Di6ce– sis: tiene sin embargo la tacha de que sus moradores son los menos instruidos en la religión, y más torpes en nuestro idioma

Después de mi arribo a león hice la visita de este pueblo y confirme dos- mil trescientos veintisiete per· sanas Nombré mayordomo interino de fóbrica; esta misma diligencia quedaba practicada en las tres igle· sias antecedentes: no prediqué en él, porque habiéndo– lo ejecutado en la catedral, les era fácil aprovecharse de esta ocasión, sin multiplicar yo el trabajo, y por otra parte el incesante que tenía en el despacho de las de– pendencias ocurrentes, y la destemplanza del clima, me quebrarOh la salud

Restablecido a ella me pareció convenie~tísimo. que en el mencionado pueblo se erigiese hospital paro hom· bres y mujeres Participé mi deliberación al Presidente de Guatemala, éste por su despacho de 10 dé Diciembre del año próximo defirió a mi instancia: puesto al fin de acuel do con el corregidor interino don José Miguel dé Huerta, se ejecutó la referida rece ión No hubo mós costo que el de una pared para dividir las dos solos, que serían antes de mansión para los pasajeros; y taln· bién el de dos oficinas correspondientes, q'ue se fabrica– ron a las espaldas para el servicio de ellas; quedan co~

rrientes, y los pobres abundan en aquel pdís Con este consuelo nomblé mayordomo interino qué se presenta por el real patronato, en efecto lo que únícamente falta es la renta El noveno y medio asignado por la ley, lo ha apercibido hasta ahora el Hospital de Le6n Para que alce la mano de esta cobranza, se hace preciso lo orden de V M; éste es el modo de que per– manezco una obra tan acepta a los ojos de Dios y bien de los pr6jimos

L E O N

En lo tarde, por fin, del día 11 de setiembre del año próximo pasodo, llegué a esta ciudad

i fuí recibido en ella ~on demostraciones públicas de veneración y re· gocijo: todos los ~stados y moradores ,se esmeraron en obseqyiorme, su patr6n y titular es Santiago; ha tenido dos asientos, el primero a la falda del volcán y cerro de Momotombo la desgraciada muerte acaecida al se~

gundo Qbispo don Fray Antonio Valdivieso, el día die– ciseis de febrero del año de mil quinientos cuarenta y nueve, ,Jo redujo a estado tan calamitoso, que sus ved· nos solo pensaron en abandonarla: repetidas veces acu· dieron por licencja a la Cancillería de Guatemala, y siempre se les deneg6, cansados pues de sufrir los pla– gas que llovían sobre ellos, ese, resolvieron sin este le· quisito, a

desqmparor el terreno que ocupaban y fijar el pié e~ otro, libr~ de los trabajos que experimentaban En efecto, el 2 de ~nero del año de 1610, solieron de aquel sitio' con el Est';ndarte Real .enorbolodo, lIevóba– lo Pedro de Munguío Mendiolo, alférez mayor que en–

tonc~s, !=r9: caminadas nu~ve leguas hacia al Poniente hic¡eror . e.tl~~, y el aJférez mayor instantáneamente ase· gur6 su ,estandarte en un órbol de gu6cimo, allí se de– line6 fa plazo, se sacaron calles, y la nuevo pabloci6n cqme,nzQ p .Ie\.'qnr~.rse Este ~s el segundo asiento en que 1,0 dudad de, León ha permanecido hasta ef pre– sente :

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A los setenta y cinco años de la nueva fundación, los moradores de ella padecieron otro golpe mucho mós terrible que todos los pasados, parece que los ingleses filibusteros tomaron tierra en el estero de Doña Paula: hóllase en el mor del Sur siete leguas de esta ciudad, fueron sentidas de uno de los dos hombres que atala– yaban aquel puerto, pas6 ocelercidamimte o ello a dar la noticia: eh vez de ser creído se le arrestó y aun se pensaba en azotarle con publicidad: esto sucedió la ma· ñano del 21 del mes de agosto del' año de 1685, pres– to se desengañaron los incrédulos, porque a las once del mismo día el enemigo entró en lo plazd¡ su arribo fué tan subitáneo, que no hubo más tiempo que para tocal se la caja, por la suegra del Capitón: di eco se ¡untaron cincuenta hombres con tal desmayo, que tlpe· nas fuelon acometidos cuando los cuarenta y nueve se entregaron a la fuga; el resto hizo su deber, hasta que después de muchas heridas, fué aprisionado: el enemigo saqueó lo ciudad y redujo o cenizos a la Catedral, con– vento de las Mercedes, Hospital y muchas cosas prin– cípales Retir6se, en fin, sin mós pérdida que la de un hombre que cayó en manos de los nuestros

Estos se dplicaron con prontitud a la reedifiCación de sus caSos sobre el mismo terrenoi. en la mayor parte es llano y en algunas tiene sus quiebras que lo desgra· cian los pantanos en tiempo de lluvias y el polvo en el de seca fastidian lo bastante El clima es seco y tan cólido en el verano, que desde el medio día hasta las doce de la noche, corre un ambiente que huele a fuego; atribúyese, no s610 a Id alturd en que se haya, sino tam– bién a tres volcanes que son, el ya mencionado de Mo– matombo, el de Telica y el del Viejo, el primero dista como nueve leguas al 'Oriente, el segundo a dos y el tercero a ohce hacia el Occidente: el resto de las demás horas da sus treguas para respirar Siempre, sin embar· go, la incomodidad que se padece es grande; por este motivo necesita de discreta precaución para é1plicarse a los papeles y estudios, el que se excede algún tanto presto siente trastornada la salud: arroja sangre por la boca y queda inhabilitado poro toda su vida Los true– nos y royos en el invierno eran tan continuos y terribles, que no había valor para resistirlos; preténdese que de dos años o esta parte han escaseado y depuesto su fu– roi: yo, a lo menos, no he experimentado tempestad que exceda los términos de común

los terremotos, en fin, se explican a veces con tal ímpetu y dirección, que muchos dejan las habitaciones y se retiran a las que forman de paja llamados gale– ras Estas tachas tan gravosas se hac~n tolerables con las provisiones de boca que son abundqntes y baratas Las aguas también delgódas y provechosas, el cielo des– pejado y alegre, y por último el temple en medio de suspensiones es tan saludable. que se halla autorizado de muchas canas y edades muy avanzadas

la poblaci6n se comprende de nueve iglesias, es a saber: la Catedral, San Francisco; la Merced, San Juan de Dios, Son Juan, Son Nicolós', El Calvario, San Sebos· tión y San Felipe; Palacio Episcopal, Colegio Seminario Cosas de Ayuntamientos, Contáduría, Saló de Armas y de particulares Lo catedral ocupa lo cuadra Orienfal - de la plaza mayor; su fachado es vistosa y pramete mós de 10 que encierra¡ comienza por la torre que cae al la· do izquierdo, siguen después los f6bricós de la misma iglesia y sagrario; aquella queda en el medio y ésta cae hacia la mano derecho, todas eón tan bella uni6n y

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