This is a SEO version of RC_1968_02_N89. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »El cacao crece silvestle en las montañas de Nica– ragua y cuando se cultiva en los campos da la m~s
luc! ativa cosecha que se pueda pi oduclr; pero la 'Repu– blica proporciona comparativamente muy poco [',ora ex–
pOI tar aunque sus posibilidades en esta dlrecclon sean casi ilimitadas La mayor provisión de cacao del mundo viene del Ecuador y Venezuela
Siempre ha habido en Nicaragua un prejuicio con– tra la inmigración extlcrnje¡o, inspirado y estimulado por los CUlas, quienes invetelOdamente se oponen a todo pro–
gleso y a cada innovación Un número de familias ale– manas estém asentadas por todo el país, ocupadas en ejelcicios mercantiles Muchas de las grandes casas co– misionistas y exportadoras son inglesas, mientras los propietarios de los hoteles o posadas son franceses In– glaterra sumínistr a la mayol parte del dinero para mo– ver las cosechas, porque los nativos están empobrecidos por guerra o su propia extravagancia El país nunca setó plóspero hasta que su paz sea asegurado y su po– blación aumentada por la introducción de trabajo y ca– pital extranjelo
Como en otrqs países hispanoamericanos, los vicios nacionales son indolencia y extravagancia Lo gente común nunca adelanto, y ni tiene necesidad de porta– monedas, mucho menos de cajas de ahorros,. Como na– turalmente son buenos productores, podrían ganar bue– nos sueldos, pero siempre gastan sus salarios antes de lecibirlos, y son estimulados a mantenerse en deuda por aquellos que los emplean, como, bajo lél ley¡ los peones no pueden clbandonar un t1abqjo en el cual sean em– pleados mientras deban a su patrono un centavo. Este sistema de Crédito, aunque asci~nde a sólo unos potps dólcII6S en cada caso, es equivalente a la esclavitud, .!JI'!
enganche per manente pOI que si el trabajador aspira lealmente a ser un hombre lible, él está persuadido o amagado o estafado en renovar la obligación bajo la cual consume su vida
La 01 istocracia es igualmente extravagante Apa– lentemente es parte de su religiqn gastar sus rentas, aun cuando no las esperan; y éste es generalmente el caso. Cosi todas las cosechas se hipotecan al comisionista an– tes de su recolección' y el cultivador está obligado (] aceptar el precio que se le ofrece. El peón es deudor del finqll~lo, el finquero del comerciante, el cómerckmte de la casa de comisión y ésta conduce sus nego– cios con dinero prestado; así prosigue, año tras año, sin cesal cada persona comprometida gastando tanto o más de lo que gana y gestionando en teoría sus nego– cios, como especuladores de las mercancías del merca– do; el país creciendo más pobre cada año, sin posible esperanza de redención excepto por afluencia de capital y sangre nuevos El clima es c;Jelicioso, la tierra mara–
villosamente productiva y los productos siempre eh acti–
vo demando en los mercados del mundo
Las principales ciudades son cuadros de desokición
y a lo largo de los caminos del país están las ruinas de las estancias donde vivían los finqueros hace años La mayor pellte de fa destrucción ha sido causada por los temblores de tierra, pero más por la guerra civil La población en 1846 era de 157,000; en 1870 se recluio a menos de 200,000 y desde entonces han ocurrido dis– turbios durante los cuales miles de hombres fueron ase-
34
sinados o lanzados al exilio por temor a la fuerza Los blancos, de pUla sangre española, ascie~den casi a 30,000; los negros como a la mitad o mas; las razas mezcladas, Inestizos y ladinos -los primeros de espa– ñol e indio y los últimos de sangre negra e india- san probablemente 8,000;, y se supone que hély muchos de pura sangre india en la cosla atlántica y dispers~s por toda la República La educaCión de la gente comun es– tá abandonada y dejada a los presbíteros, quienes no les enseñan nada, sino superstición y sus obligaciones con 10 Iglesia En 1868 pas6 un decreto haciendo la educación obligatolia y libre y dando providencias para la desviación de una liberal cantidad del erario público cada año para el mantenimiento de las escuelas; pero la leyes lelra muerla y en ningún año la cantidad asig– nada al Departamento de Educación ha sido aprovecha– da Al presente hay solamente sesenta escuelas, con una asistencía de dos mil quinientos o un promedio de cUOlenta alumnos para treinta mil habitantes En león hay una universidad con un promedio de cincuenta estu– diantes y otra en Granada, con un poco más, en las CUa– Jes enseñan leyes, medicina y teología, bajó la dirección del obispo; pero muchos hijos de las familias ricas son enviados a educarse a Europa
La ciudad de León es la metlópoli comercial y fue lo antigua capital En 1854 el asiento del gobierno fue lemovido a Granada, durante la gran revolución, que duró cinco años y en la cual figuró nuestro famoso fili– bustero Walker¡ y el pueblo de· esta última no permitió su relolno a la capital de los virreyes Después de pe– lear por varios años sobre la cuestión, den amando mu– cha sangre y destruyendo m'uchas haciendas, efectuaron un compromiso para localizar el cuartel general tempo– talmente en Managua, un pequéñ.o puesto militar ame–
dio comino entre las dos, donde, desde 1863, ha residi– do el presidente y se ha reunidj) muchos años el Con– greso Los edificios públicos en León permanecen como estaban en tiempos de la I emoción de la capilal y la mayol parte de los arl!hivos están allí, la esperanza de los ciudadanos, siendo que ellas los necesitarJan otra vez en uIÍ futuro cerc:óno¡ pero Granada mantiene una mira– da amenazadora eli e~á d¡¡-e~ci6n y cualquiera tentati– va paro perturbar la situación¡:íresente resultaría en otra guerra, ton enconado es la rivI.'Jl}dad.
Le6n es una de las más viejas ciudades de Amé¡íc!l, habiendo sido fundada en 1523 por Fernández de Cór– doba Dos años antes, Pedrarías Dávila que era gober– nador de Panamá, envió a León en un viaje de explora. ción, a un vigoroso vicio bucanero llamado Gil Gonzó· Jez, con unos cuantos cientos de hombres Desembarcó poco m(ls o menos en el centro de la costa del Pacífico
y march6 a través de la presente ciudad de Rivas Aquí encontró en las orillas del lago una vasta población de indios subordinados al cacique llamado Nicarqo y llamó al país en sus informes Agúas de Nicarao; de aquí el nombre Los indios miraron a los españoles con temor reverente y asombro. Ellos habían tenido noticias de su aparición en Panamá y en la costa del Atlántico. pero creyelon que los cuentos de su presencia, que ve– nían de sus antiguos enemigos ¡os caribes, eran falsos y
dstinados a asustarlos Viendo al jefe rodeado por tal multitud de salvajes, Gonzólez se aproximó con gror precaución y habiendo captulado un nativo, lo envi¿
con este impuloso' mensaje:
This is a SEO version of RC_1968_02_N89. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »