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« Previous Page Table of Contents Next Page »EL TRATADO ANGLO-GUATEMALTECO
AYCINENA-WYKE-1859
EMILIO ALVAREZ LEJARZA
Historiador Nical agiíense
I
HISTORIA DE LOS ANTECEDENTES
La GlOn Bretaña recibe en préstamo de uso gra– tuito en virtud del Tratado de París de 1763 una porte de lo que hoy se llama Belice. El año 1783 se le con–
firma lo misma concesión y se fija el territorio entre
los bocas de los ríos Hondo y Belice
Es oportuno citar que por Real Cédula de 1536
el Rey de España había mandado agregar o Gl!latema– la las costas del Atlántico, precisamente lo que hoy se conoce con el nombre de Belice. En dicho Real Cé– dula se dice expresamente que "paro darle cumpli–
miento, se despoje -si es necesario-- a Yucatán de
sus tierras"
Lo Ley Segunda del Título Quinto, dice "Los Virreyes y Presidentes no podrán acrecentar o dismi–
nuir los pueblos y territorios de los Gobiernos y corre– gimientos QUE SON A NUESTRA PREVISION. y
ordenamos que si algunos se hubieren desmembrado, los vuelvan a unir y agregar, reintegrando a los Go– bernadores en toda lo jurisdicción".
El Rey de España, como señor natural de estas tierras, hacía las divisiones territoriales como le vinie– ra en gano, como Rey absoluto, y así hemos visto que quitó al Reino de Guatemala parte importantísima de su territorio, para darla en comodato al Rey de Ingla– terra, sin plazo limitado y de manera gratuita. Según las voces del Trotado Anglo-español de 1783 lo que España concedió a fa Gran Bretaña es el préstamo de uso de la región guatemalteca del Hondo al Belice, y conforme al status legal o naturaleza de esto concesión, por ser gratuita y no tener plazo fijo, el propielarío puede hacer cesar la concesión cuando le venga en gana
Se dice expresamente en el Convenio de 1783 que Espaíia otorga la concesión, a que la licencia se contrae, 01 exclusivo objeto de corte de maderas tin– tóreos y de que se mantendría inviolada lo soberanía española sobre dicho sector
En ese mismo Tratado de 1783 se confirma ex– presamente que España no .enuncia a su soberanía sobre Belice, y, pOlO recalcar estos derechos de Sobe– rano, la Gran Bretaña se comprometió a no construir fortalezas, ni a fundar poblaciones, ni a cultivar las tierras siquiera
El año 1786 se suscribió la Convención Anglo– Española en la cual se amplió la concesión de 1783, hacia el Sur, hasta el Río Sibún, y se extiende la li–
cencia para corfar toda clase de maderas, no sólo los
tintóreas, y para que la Gran Bretaña pueda hacer cultivos y edificar viviendas Sin embargo, de mane– ra terminante se recalca y ratifica que la soberanía de España sobre Belice queda incólume, y se comprome– te la Gran Bretaña a guardar de buena fe el compro– miso que contrae, el cual no es otro, que el de "reco– nocer a España como dueña legítima y exclusiva de Bolice", y no se obliga a pagar canon alguno
En acta de once de agosto de 1787, España, por medio de su Representante de Grimarest, entregó al Enviado Británico, Despard, la tierra de Belice En eso acta de entrega, el representante de la Gran Bre– taña, en nombre de su patria, hizo la solemne sigui~n
te plomesa " guardar religiosamente sin pensar en otros establecimientos mayores, en la formación de
un sistema de gobierno militar ni civil admitiendo y dándose por recibido de los terrenos ampliados y de– marcados que a nombre de S M C, le entrega su comisionado, SOLO PARA LOS FINES INDICADOS Y CONSERVANDO SIEMPRE ILESA LA SOBERANIA ESPAÑOLA RESPECTO AL SOLO USO QUE DEBEN HACER LOS SUBDITOS INGLESES CEÑIDOS AL AR– TICULO 3 DE LA CONVENClON AL 5 Y AL 9 DE LA MISMA Y DEMAS QUE SE REFIERE, ASEGU– RANDO CUMPLIRLO FIELMENTE, SIN SEPARARSE UN PUNTO DEL ESPIRITU DE ARMONIA QUE FE– LIZMENTE SUBSISTE ENTRE LAS DOS CORTES DE ESPAÑA Y LONDRES"
Pido muy atentamente al lector que guarde en su memoria esta solemne promesa de la Gran Bretaña de "CONSERVAR SIEMPRE ILESA LA SOBERANIA ESPAÑOLA EN BELlCE"
Esta promesa estaba viva aún, cuando se celebró el Tratado Anglo-Guatemalteco de 1859, pues, ni Es– paña ni Guatemala, ni otra nación alguna ni el Dere– cho de Conquista, ha librado a la Gran Bretaña de su obligación "DE CONSERVAR SIEMPRE ILESA LA S08ERAI'-lIA ESPAÑOLA EN BElICE"
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