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indios designaron varios paíSes que lo produCÍ'an en abundancia. Corón no cita en su relaci6n más que el de Veraguas, pero dice expresamente que los indios nombraron otras muchas localidades abul1dantísimas en oro (5) Aquellos indios vivían 01 pie oriental de los montes de Amerrique, o muy corto distancia de las ac–

tuales minas de oro de La Libertad, (6) y no es posible que el nombre Amerrique no hubiese sido con frecuen– cia pronunciado por ellos, en respuesta o las incesan" tes preguntas de los europeos, harto ávidos de oro En efecto, es bien sabido, que el móvil principal y casi siempr'e único de los viajes de descubrimiento, ero el oro, y que así los jefes como las tripulaciones, no tenían casi otra preocupación que la de obtener la mayor cantidad posible del precioso metal

Col6n no se cansaba de prodigar elogios al oro de los países que había descubierto Cada vez que entraba a alguna gran población de España, hacío colocar al cuello de un indio de Haití que había llevado consigo en su segundo viaje, una magnífica cadena de oro, con peso de seiscientos castellanos. En uno de sus informes dijo, " que había apartado pepitas de

oro, tamañas como huevos de gallina o de pato, que quel í'a llevar a la Corte de España, intento que le frus– tró el Comandante Bobadil1a"

Habiendo dejado la región situada al pie .de la Sierra de Amerrique, Colón tocó ,veinticinco leguas más al Sur, en el país de Varagua, que él menciona en su relación A Colón le pareció que esta era la provincia donde el oro se hallaba en mayor abundan– cia Además, fue allí donde hubo la primera indica– ci6n de la existencia de un mar al Oeste (el mar del Sur) Estas dos consideraciones deben de haber fija– do en su espíritu el nombre de Veragua, que debe de haberse adherido más fuertemente al lugar que los

de las otras regiones de fa costa fuera de Gracias a Dios, y como este último viaje fue descrito por Colón, ya viejo, enfermo, disgustado de las injusticias de que había sido víctima, no es sorprendente que en su rela– ción no haya citado todos [os nombres nuevos, cuanto bárbaros, que había oído de boca de los naturales con quienes estuvo en comunicaci6n

Por lo tanto, de que el nombre Amerrique no ocu– rra en la Lettera raríssima, no puede seguirse que Co– rón y sus compañeros no lo hayan oído, ni lo hayan repetido con frecuencia a su regreso a Europa esta sería una suposici6n de las menos probables, y con– traria a lo que ha sucedido a todos los navegantes y descubridores de tierras nuevas, ricas en aro

Humboldt dice, que en las Quatuor Navigationes de Vespucci casi no se encuentran indicaciones geo– gráficas, y añade _liLa omisión de 105 hechos y sitios más memorables, caracteriza casi en el mismo grado muchas de las relaciones fragmentarios publicadas en los primeros años del siglo dieziseis" (1)

(5) Conocida es la extre~a re5er\o. que Colón ~oo8tumbraba. a gURrdar en ftU8 Infor~e8 escritos al Gobierno español Temfa sin duda las c.almn.. bias. las faJsBs interpretncione5, y se pOnfs en gnardia pOr \1n sentimiento de prudencia

(6) Por otro parte. exj¡;(cn tambMn )us miDas de oro de Juígal¡,a

nombre .lndh~tena que d~hft\ escribirse Huzgalpa. y sJanitlca 1JBtrla del oro: En fin. el nombre que )os indios daban n todo. la eosta de JT1O'SQU¡Ú)9 ea TeguUBlpa. o Taguzgal,pa.. nombre Que Quiere decir ~ro '

(7) EX.llIen Crltllluo, vol. IV, p'¡glnaa 192 y 198.

Admitido el quinto viaje de Vespucci en 1505, (8)

Y que durante él visitase las costas de Centro América, y que hoya visitado Veragua y lo costa de los mosqui– tos, es probable que este navegante se detuviese a lo emboc.adura del rí'o Btuefields, y que se comunicase con los indios "de los espejos de oro" del pié oriental

de lo Sierra de Amerrique

As~, de 1497 a 1505, tenemos tres indicaciones históricas, bastante ciertas, de desembarcos y comuni– caciones de los españoles, a las órdenes de Colón, de Pinzón, de Solís o de Cosa, en dos de las cuales estuvo Vespucci ¡Cuánta razón para que hombr,es poseídos de la sed de riquezas, y especialmente de oro, hayan oído y llevado a Europa, y repetido mil y mil veces en sus conversaciones,. el nombre de uno de los lugares más ricos en oro, esto es, el nombre indígena de Ame– rrique! Tal es la razón principal que hizo decir a Schoner en 1515, que a la sazón este nombre era ya popular y genera/mente empleado

IV

Documentos impresos antes de 1507 -Primera carla sobre el tercer viaje de Vespucci.-Diezinueve ediciones todas con el nombre propio "Albericus".-Segunda car– ta sobre los cuatro viajes de Vespucci¡ edición italiana de 1506, con el nombre propio "Amerigo" -Otras edi– ciones italianas que llegan hasta 1519, con el nombre propio "Albarico".

Llegamos ya al examen de documentos impresos Veamos desde luego los que aparecieron en 1507, fe– cha de la famosa Cosmographioe /ntraductia, del Gim– nasio Vosgense. Aquí sabemos a qué atenernos, al

menos en lo tocante al título de las publicaciones, y

al nombre propio dado a Vespucci, pues hasta aquella fecha no hay razón alguna Que induzca a suponer la existencia de alteraciones, voluntarias o inconscientes, de ese nombre A lo sumo podrán invocarse errores tipográficos o de lectura defectuosa de los manuscri– tos, para la creación de un nombre propio renco y es-tropeado .

A este propósito dice Varnhagen _"Desde el momento que se examina a Vespucci en sus propias obras, comienza el caos, y la duda surge por todos lados" Ensayemos a separar lo verdadero de lo fal– so, comparando las obras publicadas por aquella mis– ma época

El señor Henry Harrise, en' su excelente y bella obra Bibliotheca Americana retustissimo, en dos volú– menes, publicados el primero en Nueva York (1866),

y el segundo con el nombre de Additions, en París (1872) nos da con gran cuidado y loable exactitud, el título de diezinueve publicaciones, del tercer viaje o primera carta de Vespucci, hechás antes de 1507

Ahora bien, en todas se encuentra como nombre pro– pio de Vespucci, el bien conocido nombre Albericus

sin ninguno variaci6n. El 110mbre de Vespucci varí~

de la manera siguiente' Vespucius, VesplJtius, Ves– pucci, Vespuctius y Vespotius

Dice el señor Horrise, que del tercer Viaje de Ves– pucci, hecho bajo bandera portuguesa, existen once

(8) Nueva. investlg.elon....obre 103 últlmoa vlaj... del navell'.nte tlo– '.nUno. por F. A de Vamba¡¡en. pi&, 56.

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