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« Previous Page Table of Contents Next Page »y la aplicación tecnológica ahondan la brecha exis– tente entre los países desarrollados y los menos desarrollados. La OEA tiene que constituirse en el instrumento de la transferencia de la tecnología para que nuestros paises recuperen el eitmepo per– dido y las nuevas generaciones estén mejor equi· padas para luchar por el sitial que deberían tener suS! países en el mundo de los adelantos científicos y el bienestar, propios de nuestro tiempo. La res– ponsabilidad de los centros de educación superior, de investigación cientifica y de adiestramiento tecnológico, es fundamental en este sentido y de· be responder a la nueva dimensión del patriotismo inherente al destino de la región.
l.0 EDUCATIVO
Por eso la OEA, después de la reunión de Maracay, se dispone a formular, siguiendo las ini· ciativas de los gobiernos, y con amplio uso de su Departamento de Asuntos Educativos y del de Asuntos Científicos, un gran programa de educa· ción, de formación técnica y tecnológica, con mi– ras a lograr los máximos resultados prácticos con el mínimo de burocracia.
Los programas de Maracay responden a las necesidades más urgentes de América Latina: el
desarrollo educativo y el de desarrollo científico y
tecnológico. Desde el punto de vista de la Secre taría General, estos programas muy necesarios, tie– nen que llevarse a la práctica después de consultar a los gobiernos por vía directa sobre los alcances de la burocracia y de consultar a los demás orga– nismos internacionales. especialmente a las Nacio– nes Unidas y a la UNESCO a fin de que se logre una acción concertada y simplificada a la vez para el mejor beneficio de los países.
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Tal como anotaron los ministros de educación el l?r?grama de ~ecas requiere ser revitalizado y defInIdo en los terminas que dicten los gobiernos y las consultas técnicas que se hagan al respecto así como los demás programas que se cumplen en la región. La formación del personal es urgente y debe responder a las necesidades de desarrollo mejores proyectos concretos a fin de que el per– sonal formado en becas llegue a sustituir a los técnicos extranjeros en cada país. una vez obten nido el beneficio de observación en centros de edu– cación y en experiencias diferentes.
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Por propia experiencia conozco que el cam– pesino latinoamericano es la gran realidad huma– na de la historia de nuestros pueblos; él merece la atención preferente de la organización interna– cional y de las acciones nacionales. La OEA de– berá estar al servicio de los programas de moder– nización de la vida rural en términos de justiCia, de técnica, de mejoramiento económico y de edu– cación, para la más equitativa redistribución del ingreso y la mejor dinamia tanto en la producción nacional como en el beneficio de las comunida– des.
En todo ello han de seguirse los' lineamientos que dicte la filosofía de la integración que va des– de la incorporación de los elementos postergados dentro de cada país al desarrollo de las subregio– nes y de la región misma en el mundo en que vi· vimos.
lA SALUD La salud es mandato fundamental de los do– cumentos de Punta del Este. La Oficina Sanita– ria Panamericaan por sí misma, como parte del Sistema Interamericano y como órgano regional de la Organización Mtmdial de la Salud, debería omitir esfuerzos ante el fin de que logre la mayor coherencia el desarrollo económico y social con ·la inclusión del factor salud en cuantos empeños par– ticipe en la América Latina y para que también contribuyan a ello en la medida en que lo desean los gobiernos, las Naciones Unidas como agencias tales como UNESCO, la OMS, UNICEF r¡:-#ras.
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l LA ADMINrfr};ttACION
El mecanismo ha crecido esporádicamente se– gún añadiduras ocasionales. Hay que lograr un reajuste institucional que haga posible el cumpli– miento de nuevos objetivos a los organismos del sistema.
Una Secretaría eficiente tiene que estar ani· mada de la mística de la responsabilidad ante el Continente que implica el privilegio de servir en su más alto organismo internacional. El personal de nuestros países; tiene que estar ligada a los debe estar inspirado en los fines de progreso con– tinental y animado de un espíritu de sacrificio, de constancia y de superación para que la OEA pue– da cumplir su destino histórico.
La reorientación de la Secretaría, junto con la evaluación de su servicio y capacidades, requie– re un análisis desapasionado, técnico y frío acerca de su funcionamiento y rendimiento, de acuerdo con las normas ya experiment;:H'l.as en más vastos organismos internacionales en cuanto a organiza– ción y rendimiento del personal. En momento oportuno daré los pasos necesarios para cumplir mejor con la responsabilidad que me correspon– de en la materia.
Tan pronto se haga la evaluación, y antes si es posible, en relación con los programas y solu
Q ciones de los gobiernos, sería preferible enviar un mayor número de personas a trabajar en el te neno en lugar de tenerlas concentradas en la se· de. Más que oficinas, para ellos remotas, los paí– ses quieren ver lo efectivo de la ayuda en sus pro-En la acción de selección del personal, el Se· pios territorios.
cretario General habrá de seguir el espíritu de los propósitos expresados oficialmE'nte por los gobier– nos para el desarrollo de la OEA, por encima de limitaciones circunstanciales dcJ orden burocrático o personal. De ese modo los gobiernos podrán contribuir, como expresión de su confianza en el Secretario General, a que· la Organización sea real· mente lo que ellos quieren que sea.
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