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« Previous Page Table of Contents Next Page »tas felices coincidencias, y al ser perseguidos con tal enlpeño que Francisco Gómez cayó muerto en la carrera da elcanzarlos, unos fueron aprehendidos y otros ani~
quilados.
La gesta de San Jacinto -que demostró lo vulnera– bilidad de los que querían esclavizar 01 país- robus'e~
ció el noble afán de los nicaragüenses, que -unidos, apartando la mezquindad de las luchas internas y con el oportuno respaldo de los Generales Juan Rafael Mora, Santos Guardiola, Mariano Paredes, Ramón Bello$o, Flo~
rencio Zatruch y de Juan Santamaría y o'ros generosos hermanos de Centro América- lograron arrojar del sue– lo patrio a los invasores.
Mt1S no olvidemos la dura experiencia a que nos ccndujo el empecinamiento en mantenerse en el poder los unos y en recurrir los otros -por quitárselo- a uno lucha con ayuda de extraños, y -aprovechando esa lec–
ción- empañémonos en que nunca vuelvan a aquel ni– vel pasional Ilues'ras diferencias políticas, que si bien han tic existir en un plan de emulación provechoso al país, deben Intlntene.se C'J la altura del civismo y del amor ti la Patria, para dilucidarse mediante el cobol respeto a los derechos de todos, por los condudo5 que (0115a91'0 lo Democracia.
Cumpliendo cada quien con su deber, respetando las
opiniones ('ljenas, garantizando el ejercicio de la liber– tad ciudadana y procurando a cada instante la justicia social, como normas fundamentales en 105 esfuerzos pa~
ra el desarrollo, debemos preservar la paz, que es el ambiente indispensable para que fructifiquen las semi– llas y el pan nuestra de cada día se haga realidad. Só– lo en la paz se construyen edificios, puentes y carrete– ras S610 en la paz funcionan las escuelas. No puede haber oducoción ni progreso en tiempo de guorra o de intranquilidad. En adelanto de 105 pueblos necesita la paz, como el estudio necesita el sosiego. El campesino que tuviera que maneiar el rifle, no tiene tiempo de em– puiar el arado. La juventud que piensa en guerrillas, no tiene tiempo de estudiar.
Aprovechando e5ta bendita paz, los nicaragüenses hemos podido volver al campo, en busco de traboio y vida. Hornos entrado a la manigua, a transformarla para hacerla producir. E identificada con el pueblo, la Guardia Nacional ha podido convertir los rifles en tala– dros para abrir pozos que rieguen las tierras de nues– tros cCimpesinos, y con los tanques de guerra abrir cami– nos para facilitarles la salida de sus cosechas; y en vez de lavantar fortalezas, aY!Jdar a construir escuelas rura– les, que llevan a los sectores mús apartados los ade– lantos de la civilización.
En ocasión de estos días patrios, quisiera poder ir con vosotros -jóvenes estudiantes- a la Hacienda San Jacinto, por los intrincados senderos que Patricio Cente~
no y los caballos de la remonta recorrieron, para apa– recer a la retaguardia de los invasores; mas ahora los encontruremos cruzados de anchos caminos y bordeados de hatos y obros de progreso. Quisiera reconocer en el llano de Ostocal las piedras que tocara Andrés Castro
y emplearlas para dar vigor a las fundacionel o basa– mentos de las muchas Escuelas que se están levantando por todo el territorio nacional.
Recordar -entre San Benito y San IIdefonso- el sometlmlento y la muerte del contratísta que trolera a Walker y sus bucaneros, el poderoso Byron Cale, como ejemplo de la fuerza que se logra con la uni6n; y con.. templQr ahora en San Benito mismo el ejemplo vivo de
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una Colonia Agraria de familias que laboran unidas con el apoyo de un Gobierno que pone en práctica' sus principios de ¡usUcia social. Podríamos ir en mente con el campesino o lo guerra y volver realmente con el campesino en lo paz.
Tal como lo ha advertido el Presidente General So– moza Debayle, tenemos que persistir en las actividades del ogro, que constituyen nuestro mecHo de subsistencia
y nuestro esperanza de desarrollar.. Por la agricultura nos olimentamos, por ella es que vivimos y por ella tam–
bién es que adelantamos. Do ella dependen las opor– tunidades de trabaio, el nivel de los salarios, las condi– ciones de vida de la población, la posibilidad de nues.. tro5 Gobiernos para realizar obras de progreso, y hasta la independencia económica de nuestra nación.
De allí que la reforma pedagógica que él ha ini–
dado, tiene los caracteres de una revolución social, pues su empeño en que la educaci6n y todas las actividades converían a lograr una mayor y más eficiente producción agrícoJo, constituye una empresa de redención nacional. Volvamos, pues, al campo, en donde los nicara– güenses reconquistamos la libertad en 1856. Por algo fue en una hacienda en donde se reafirmó el predomi– nio de nuestra nodonalidad.
Por algo nÍJostros más heroicos combatientes: el Capitán libcrato Cisne, los Tenientes Miguel Vélez y
Manuel Morenco, el Sargento Macedonio Gorda, el sol– dado Espiridión Galeano -para s610 mencionar a cinco de los que cita el Parte qua el Coronel Estrada enviara a su superior, el General Fernando Chamarra- y el Ca– pitán Francisco Sacasa, el Teniente Salvador Bolaños, los Subtenientes Ignacio Jarquín, Francisco López lIel
Blanco" y Dolores Chiquitín -que no pudieron gozar la victoria porquG al morir en cambute pasaron a la gloria- no provenían de una sola clase social, sino que amalgamados por un común ideal, insurgieron de todos los estrados sensibles al deber y al dolor ciuda– danos.
Por algo el General José Dolores Estrada -héroe y
patriota- pasa de descollante guerrero a sencillo agri– (.ultor de provincia.
Por eso, ahora que el Presidente Sornoza Debayle
ha proclamado este año como el de la eficiencia agrí.. cola, todds los nicaragüenses debemos hacer lo que nos corresponde y secundarle con entusiasmo, -los estudian– tes estudiando, los empresarios invirtiendo, los trabaia– dores labrando- para coadyuvar al éxito de 5US pro– pósitos, que son los de lograr mayor producción para hacer avanzar al país.
y así, cumplientJo con el diario deber, y contribu– yendo
Q esos objetivos, honraremos también a la Patria, cuya libertad -obtenida en 1821 y reconquistada en
1856- debemos reafirmar a cada instante, con el tra– baio honesto y a conciencia.
Por eso, con toda razón se ha incorporado en esta ceremonia el reconocimiento que a la patri6.ica labor de
105 Maestros nicaragüenses, hace el Gobierno de 'a Re... pública, al condecorar anualmente a quienes de su pro.. pio seno resultan escogidos -por mejores en los tres niveles de la educación naclonal- como 10$ más apro.. piados para representarles.
El Dr. Evenor raboada Martín: Perteneciente a una familia de notables y talentosos profesionales que se han destacado por el estudio y la caballerosidad, fue propuesto por la Escuela de Medicina y Cirugía de la Universidad Nacional, despu6s de veinticinco años de
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