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« Previous Page Table of Contents Next Page »dona o subtiaba, del qUe catalogó un vocabulario y redactó una Glamática Su obra poético ~abundante
de villancicos y cantos acompañados de música com– puesto por él mismo-- es, como Ja de Velazco
t
total– menie desconocida Es plobable que él sea, corno aquél, el autol de algunos sones de pascua y villancicos, hoy
c¡nónimos, que todavía el pueblo entona t1adicional– mente Por lo menos AguilOl COItés afirmo que sus vi–
IllJncicos eJOn "las delicias de las noches de Navidad" De él, por OtlO lado, en uno de los hojas de la lira Ni–
cClrCJgüense de Félix Medina -nvestla primera antología poÉ'tica- encontramos su conocida silva "Salutación a la Bandela de los Estados Unidos"t escrita alrededor de
18L,9, pues está dedicado Cl "S E el Sr Ministlo resi–
den1e E e
SquieJ", poema que inicia las relaciones
cnfte ese país y la poesía nacional; y un "Soneto" -po– siblemenle uno de los pi imeros escritos en Nicaragua– con el siguiente subtítulo: "en con1estoción a los velsos de Don Leonardo Moreana" También es autor de un breve libro Lecciones d~ Moral publicado con la auto– riLOci6n uel Obispo Jorge Vite,; y Ungo Nació en 1812
y murió en 1882
5 -ESCRITORES DE MENOR IMPORTANCIA
Entre los nombres menos impol tontes, ya pOI sus disciplinas académicas como pOI sus actividades polí– ticas y administlotivas, que restan para completOl este período están el
Ledo José Antonio López de la Plata, originario de Nueva Segovia, Diputado por Nicaragua a las Cortes Generales y Extraordinarias a Cádiz convocadas el 29
de Enero de 1810 Y autor de una Exposición a la Re–
gencia, ¡ecogida en uLa Voz Sostenida. Antología del Pensamiento Niearagüense"-¡ su hermano el
Doctor Manuel lópez de la Plata, Rector de la Uni– velsidad de 1818 a 1822; "esCl itor elegante" y honra del foro que "por su lenguaje, sus maneras y hasta su figura llegó a ser uno de los grandes oradoles de su época, considerado como el Demóstenes Nicaragüen– se"; el
Pbro Doctor Tomás Ruiz, "primer oradol sagrado de eso época", según AguilOl COI tés, Vice-Rector y PIO– fesar en el Colegio Tridentino de filosofía, Aritmética, Algebla, Geografía y Física¡ prócer sentenciado, por la causa de Belén de la cual fue uno de sus principales planeadores, a lu pena del gOl rote que, gracias a in– fluyentes personas guatemaltecas que intelcedielon por él, no se cumplió; y autor, entre otros escritos, de su SolicHucl de Indulto, escrita en la cárcel; el
Ledo. Manuel Ilarberena, (eonés compañelo de Va– lle y Laneynaga que escribió la Flora Salvadoreña, en– comiable apOlte a la ciencia de El Salvador¡ ejerció impoltantes cOlgos públicos en Guatemala, donde había O?lenido su título de (lbogado; y recibió de uno de sus bl6grafos el siguiente juicio: "Comparado con los Iitera–
t~s de su tiempo, s610 Larreynaga y Valle eran tan elU–
dltos como él; pero sabía más que ambos de las len– guas latina y gliega que había estudiado en Londres como orador ela tan fecundo como Valle y soblepuja– ba o lalreynago"; el caudillo político
Cleto Ord6ñez, autor de coplas populares; el Ledo. Juan F.ranci!Sco Aguiiar, tratadista 1 ivense que,
después de reglesar a Guatemala, donde se había li–
cenciado en ambos derechos, estableció una "Academia literalia", a la que concullía una buena cantidad de jó–
vene.s interesadosj y, excluyendo al canónigo Dr Deside– ¡jo eje la Quadla y al Pbro Remigio Salazar, de los cua– les nos ocuparemos inmediatamente, el
Bachiller Rafoe' Oseio, notable lepublicano, como el DI Ruiz, que fue el pi imer educador de Costa Rica, esto es, uno de los iniciadores de la cultura tica Este "mulato de cmócter dulce, afable e insinuante" y de "genio inquieto y pel1ulbador" fue colaborador gel pe~
riódico que redactaba en ese país don Joaquín BernOl– do Calvo y se uestoc6 también en las actividades políti– cas y legislativas de su época Dos clases de obras dan 1estimonio de lo dicho: las de carácter educativo y las de carácter político-¡udicial Entle las primeras es– tán: Breves Lecciones de Aritmética para el uso de :Ios alumnos de la Casa de Sto. Tomás, impresa, en 1830, en San José y Catecismo de Geografía con una edición
ucercCl del Estaclo libre de Costa Rica, editada en la im– prenla de la Merced en 1833; y entle las segundas,
Nulidad de los Derechos de México sobro Costa Rica,
t~rado de plosperidad que debía esperar el país siendo l:bre e independiente, Informe sobre el puerto de Matina,
La Igualdad en Acción (folleto), El Zapatero Suntiago, "Exposición a la Asamblea Extraordinaria", manifiestos, discUISOS, etc, Nació en Granada en 1780¡ radicó desde
1814 en Costa Rica, donde murió, a los setenta años, en 1850
7 -DESiDERIO DE LA QUADRA (1779-18491
El fraile franciscano Desiderio de la Quadra, que administró la diócesis C0l110 VicCII io Capitular desde 1825 fecha de la muerte del Obispo Garcia Jerez, hasta 1849, fue, además de conspícuo funcionario por su talento, ilustración y enérgico carócter, un hombre "caritativo
en alto glaclo, respetado por sus virtudes, digno culti– vador de humanidades, aun en la poesía práctica, sabio en sus doctl inas, pulcro en su moralidad" y un aladar muy patético y prudente en el Gobierno a quien, según Pablo Buitrago, podría lIamórsele "el Bossuet Nicara– güense" Pela ninguna de sus cualidades y virtudes nos interesan, sino, simplemente, el ser autor de unas décimas o, para sel exacto, de "un bosquejo históJico de los acontecimientos que tuvielOn lugar en la ciudad de Granada, en el año 1823", como puede leerse en el comienzo de estas composiciones que, al decir de Arturo Aguilar, "demuestran el talento y el ingenio que tenía en alto grado" Ellas nOlran, entre otros sucesos, el asalto del Cuartel de Granada por el Coronel Cleto Or– d6ñez el 16 de Enero de 1823
El valor histórico de estas décimas es innegable Su fácil construcción -la "décima" abunda en este tiem~
po- es completamente dominada por de la Quadra, lo que hace de su "bosquejo histórico" el tlObajo poético más extenso del siglo XIX ¡Consta de 153 décimos y una composición que, sin serlo, le llama soneto) Tam– bién en ellas, a pesar de ser demasiado localistas y fa– tigosas, es de notarse un granadino sentido del humor. Su conservación se la debemos al doctor Arturo Aguilar, que tuvo el acierto de incluirlas en uno de sus libros Oho de sus t1abajos es la estupenda "Relación de la Erupción del Volcán Cosigüina", que constituye, en cual· quier clase de PI eceptiva o Estilística, un clásico ei~mr:lo
de la descripción JitelOl ia, Dos hechos suyos, penodls-
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