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« Previous Page Table of Contents Next Page »Americano de poner fin a su peligrosa rivalidad ístmic" otro episodio en el duelo Squier-Chatfield -el affair Isla del Tigre- proveyó adicional incentivo a
Glan Bretaña y los Estados Unidos para arreglar sus diferencias por negociaciones antes de que la situación se empeoral a
La IsJa dei Tigle, propiedad de Honduras, yace en el Golfo de Ponseca, una profunda cavidad de unas mil millas de extensión sobre la Costa del Pacífico de Cen–
tro América y que es frontera a los tres Estados cen– hales, El Salvador, Honduras y Nic3lagua El Golfo y la Isla del Tigre que lo domina, desde el ptincipio atla– jelon la atención de Squier por su valor potencial como una avanzada comercial y naval en el Pacífico. La pro– babilidad de que el Canal por Nicaragua tuviera su tel– minal del Pacifico en el Golfo aumentaba su importan– cia inconmensurablemente Squier 10 describía con su– perlativos uEI Golfo de Fonseca", decía, '((es, desde cualquier punto de vista la más importante posición en la Costa del Pacífico de América" "El Golfo es todo
y más de lo que ha sido descrito Es imposible conce– bir una mejor masa de agua u (29) uTiene, en casi todas partes, una abundancia de agua para los bal cos más grandes La entrada puede efectuarse con cual-quier viento El cliroa es delicioso" "En fin", con-cluía. "la naturalea ha derramado aquí, todos los requi– sitos para hacer del Golfo de Fonseca el más grande centro naval del globo". (30)
La descripción de Squier del Golfo de Fonseca no podía haber sorprendido a Chatfield, quien lo habla es– tado describiendo en iguales términos laudatorios por más de diez lÚÍos. Chatfield consideraba su adquisición una necesidad para el mant~nimiento del dominio Bli– tánico en Centro América A su celo se debían princi– palmente dos estudios Británicos del Golfo de Fonse-~
ca, uno por el Capitán Edward Belcher en 1838 y otro por el Capitán Thomas Henderson en 1847, mas para el
desaglado de Chatfield el Gobierno Británico no hizo movimiento alguno para tomar posesión (31) Des– pués que los Ingleses arrojaron a los Nicaragüenses de San Juan del Norte, Chatfield creyó que lo más natu– lal para complementar tal acci6n era arrojar a los Hon– dureños de la Isla del Tigre. 1:1 comenzó a trabajar por su cuenta para establecer un derecho Inglés a la Isla en Enero. 1849. Por ese tiempo advirti6 a HOlldu· ras que llpodria ponerse un embargo sobre la Isla del Tigre" al menos que los reclan).os de los residentes Bri– tánicos contra el Gobierno de Honduras fueran cubier– tos (32). Sus propuestas fueron rechazadas por Hon– duras e ignoradas por su propio Gobierno Palmerston, sin embargo, había repetidamente informado a Chal– field que la Gran Bletaña no deseaba adquirir la Isla del Tigre (33)
A principios de Agosto. 1849. Squier supo de una propuesta expedición punitiva Británica a la C~sta del Pacífico de Centro América Al principio creyó que la meta Inglésa era obligar el pago de los reclamos Britá– nicos a Honduras y El Salvador, pero a mediados de rAgosto se convenció que el objeto de la expedición era la captura de la Isla del Tigre Inmediatamente despa– chó un coneo al Presidente Francisco Ferrera, de Hon– duras, pidiéndole que envial a un comisionado a León para hatar con él los medios de impedir la catástrofe
que se avecinaba Espalaba negociar un tratado entte Hondwas y los Estados Unidos, "cuyas cláusulas auto– lizalan a los Estados Unidos a interponer su podel can– tia los designios de los Ingles~s". (34)
Como respuesta a la urgente petición de Squier, Fe– trera nombró a José Guerrero, anterior Jefe de Esta– do de Nicaragua, como comisionado. El 28 de Septiem– bre, Squier y Guerrero firmaron ClUn Tratado General de Amistad, Navegación y CQmercio", estableciendo una base para las lelaciones comerciales entre Honduras y los Estados Unidos Por este Tratado, de acuerdo con Squier, los Estados Unidos "adquirieron intereses en las Islas Occidentales y las costas de Honduras, los que no les pelmitirán ver con indiferencia aquellas medidas que puedan afectar el presente orden de cosas en ese sector"
(35). Como en el trat~do Nicaragüense, las cláusulas significativas apareciaD en el Artículo 35 En ese ar– ticulo. Honduras concedía a los Estados Unidos el de– recho de paso sobre cualquier facilld.ad de transpor~ que pudiera ser construido a través de Honduras Además, proveía que los. Estados Unidos podrían "establecer una Base Naval, Almacén de depósito, y As–
tillelo" en la Isla del Tigre o en cualquier territorio Hondureño del GaIta de Fonseca. En cambio los Esta– dos Unidos garantizaban 'Íl08itiva y efica7.mente la
completa neutralidad de la misma" (36)
Estas cláusulas, esperaba Squier, asegurarían al
fin el establecimiento de una base naval y canalera de
los Estados Unidos en la Isla del Tigre Para impedir la inmediata amenaza Británica de ocupación, consideró
q~e una acción más drástica era necesaria Consecuen– temente, en un flprotocolo" agregado al tratado, Squier y Guerrero, acord~rori. la inmediata e;esión de la Isla del Tigre a los Estados Unidos por un período de die– ciocho meses o hasta la ratificación o lechaZ'O del tra– tado La cesión habrfa de llevarse a cabo por medio
de un decreto Hondureño entregando la Isla al
lI
princi– paI funcionario diplomático" de los Estados Unidos en Centro América. (37). En su prisa por hacer pública
la transacción, Squier sin embargo, no esperó el decre– to Envió una circular a to.dos los agentes diplomáticos en Centro América anunciando la cesión (38) Por medio de este paso atrevido, Squier pensaba destruir el plan de Chatfield de tomar la Isla por la fuerza Con la pendiente cesión de la Isla a los Estados Unidos co– nocida del público, creía que Chatfield no arriesgarla un incidente internacional llevando a cabo sus planes de captura
Squier se había movido rápidamente, pero no con la suficiente rapidez. El 16 de Octubre, el Capitán Ja– mes A Paynter del H M.S. Gorgon con Chatfield a bor– do. IItomó posesi6n formal de la Isla del Tigre y sus de– pendencias" (39) Parece cierto que Chatfield sabía del tratado cediendo la Isla a los Estados Unidos, aun cuando infounó a su Gobierno que había actuadc sin haber sabido del paso de Squier (40) El Tratado Guerrelo-Squier y la circular de éste estaban fechados el 28 de Septiembre. Chatfield estaba por entonces en camino de Guatemala al Golfo de Fonseca par=¡ abOldar ·el Gorgon en La Unión, el principal puerto Salvadore– ÍÍo en el Golfo, y puede ser que no haya recibido la cir– cular de Squier. Pero el Gorgon Se det~vo en El Rea– lejo, Nicaragua, el 13 de Octubre, para recoger a John
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