This is a SEO version of RC_1968_11_N98. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »nales del año los desanimados plomotores llegalon a la conclusión de que la empresa no podria ser exclusiva~
mente Americana, como esperaban, y que el capital del extelior el a la única salvación de la compañía Con el objeto de mantenel vivo el proyecto de fe. .llocalril, Squiel, nomblado Uagente especial y apode– lado de los plopietarios" fue a Europa en Junio de
1855 pala tratar de obtener la cooperación de capita listas Franceses y Británicos. Su trabajo era el de con seguh capital que respaldala la compañía original, o flacasando en eso, venderla por lo más que fuela po.
sible (B4) La misión se convirti6 en una de las más difíciles de su canela Lo mantuvo en Emopa desde Junio, 1855, hasta Marzo, 1857, la mayor parte del tiempo en Londres En Fl ancia donde habló con fun. cionalios del Créctit Mobilier y con los Rothschilds, tu– vo suerte, aunque sus exposiciones, apalentemente. in· dujelon a Clédit Mobiliel a envial agentes a Hondu. l as a investigal intereses mineros (85) Pero en In– glatella encontló a un númelo de capitalistas interesa– dos en el plOyecto Honduleño Plincipal enhe ellos ela 'Villiam Blown, bien conocido banquelo de Li– velpool que tenía conexiones familiales con casas ban– calias en Baltimole. Filadelfia y New YOlk, y cuyo hermano el a Lord Clarendon, Ministro de Relaciones Extel iores (86)
Cleyendo que "obtener fondos para hacer la vía" seIÍa imposible mientras la cuestión Cenhoamericana pelmaneciera insoluta, los capitalistas Británicos leH husmon respaldar el proyecto de Squier hasta tanto las relaciones amistosas entre Gran Bretaña y Hondu· las no fuelan restauladas (87) La dificultad entre las dos naciones se centraba en el protectOlado Britá· mco de la Costa Mosquita y la ocupación Blitánica de las Islas de la Bahia, un grupo de islas en la Bahía de Hondulas, a pocas millas de la costa El plotectOlado. aunque un tanto desarmado por el Tratado Clayton_ Bulwer, todavía ardía ¡;l. los pailiotas Hondm eñas La controvelsia sabl e las Islas de la Babia, las que habían sido ocupades de vez en cuando por súbditos Británicos desde que la Gl an Bretaña se habia interesado en la Costa Mosquita, estalló en 1852 cuando fuelon procla– madas colonia BI itánica por el gobiel no Bl itánico (88)
Los Estados Unidos se unieron a Honduras en plotesta de esta acción, alegando que constituía una violación del Tratado Clayton-Bulwer (89) El gobiemo inglés, pensando que ela conveniente aceptar la intelpretación Americana del Tratado antes que vello destruido, es– taba desde 1855 buscando una mane] a ailosa de salil del predicado en que estaba por lo de la Costa Mosqui–
ta y las Islas de la Bahía Los Ingleses estaban dis– puestos a abandonar el pi otectolado y devolver las Is– las a Hondutas. pelO lehusaban abandonal su conbo} hasta que no hubiet an asegurado a los residentes, al· gunos de ellos ciudadanos Blitánicos, la pIotección ade– cuada contt a la posible venganza Hondm eñü (90)
Con el objeto de promover el pl.oyecto de fenocalli1, Squier creyó neceS81 io tomar parte en la solución de estos problemas diplomáticos
Squier trabajó en Londres dUlante todo 1856 ha– tando de formular un aneglo satisfactOlio para Han· duras, Gran Bretaña y los Estados Unidos La conven~
ción Dallas.Clarendon, firmada en Londres el 17 de
33
Octubre de 1856, y que el Ministro Americano GeOlge
M DalIas, admitió estaba basada en el plan d~ Squier fue el fruto del trabajo de éste nas las bambalinas'
(91) Disponía el abandono del protectolado Británico en la Mosquitia y el lema de las Islas de la Bahía pe– ro rest! ingia el control Hondm eño sobre los residen– tes de las islas El Senado de los Estados Unidos 1 e– chazó este plan POI motivo de la limitación a la sobe– lama HondUleña.
Mientras tanto, Squier trabajaba para efectuar el nomblamiento de dos Minishos de Centro América. a quienes he tenido que atender, cuyos despachos he tenido que esclibir, quienes están aquí ahora, bajo mi cuidado" (92)
León Alvalado y Víctor Henán, los dos comisio– nados Honduleños, quienes públicamente reconooieron Clarendon en Agosto 26, 1856. (93) En similar a la
su deuda pIDa con Squiel. filmaron un hatada con LOld convención Dallas·Clal endon, dec1al ando las islas bajo la sobetanía Hondureña pero a los lesidentes exentos de impuestos Hondureños, del set vicio militar y garan– tizándoles su del echo de autonomía También dispo– nía del abandono del plotectOlado Mosquito Un lla– mado artículo adicional trataba específicamente del proyecto felloviario Ploveía que el ferrocarril I1ondu– leño "estaría siempre libre y abie to al Gobielno y súb~
ditos de la Gran Bletaña", y que llcon el objeto de ase~
gurar la construcoión y permanencia de la ruta o vía aquí contemplado Gran Bletaña leconoce los dere– chos de sobelanía y plopiedad de Honduras en y sobre la linea de dicha vía y por la misma lazón gal antiza positiva y eficazmente la total neutralidad de 111 mis· ma" (94)
El final de la convención Hondura-Británica E:Stu~
va en duda por cerca de dos años, y como resultado de tal incertidumbre los plomotores felfoviarios se desani– mm on A pesar de los esfuerzos de Squier y Alv3lado, una oposición a la solución proveída por la conven– ción se desarrolló en Hondulas La Legislatura Hon– dureña, reunida a principios de 1857, omitió el haella a votación, pelmitiendo así que pasala el pedodo indi–
c~do para su latificación Squier achacó la influen– cia hostil de Costa Rica y Guatemala por la inflcción, pela es evidente que los HondUleños mismos estaban descontentos de la convención, principalmente por las limitaciones objetables a su soberanía (95) Los In– gleses no pudielon tel minar su embarazosa ocupación de la Costa MosquIta y la Isla de la Bahía hasta Abril 22, 1861, cuando el Tratado Wyke~C1Uz, negociado en COlilayagua a fines de 1859, fue finalmente ratipca H do (96)
A pesal de la ineel tidumble sable la situación di– plomática, Squier logró intelesar a un gtUpo de hom– bIes de negocios Británicos en el ployecto del feIIO–
canil En vez de apoyar a la compañía Americana, el gl upo Británico, después de prolongado regateo soble el precio de venta, compró el contrato y los privilegios obtenidos por Squier y sus asociados y organiz81on una nueva Compañía (97) Los detalles del acueldo fi– nancielo, descritos a continuación por William Brown fueron más satisfactolios al nuevo grupo Bútánico que a los originales plomotOles Americanos:
"Considelamos que el arreglo con los Cdncesiona-
This is a SEO version of RC_1968_11_N98. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »