Page 105 - RC_1969_01_N100

This is a SEO version of RC_1969_01_N100. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

no permitían oír sus palabras; pero el conmovido a– cento de su vOz tocó las fibras más sensibles del co– razón de sus oyentes, y las madres, indiferentes a los gritos de sus hijos, sentadas e inmóviles, le oían con un semblante de severo entusiasmo Era ·la mismá iglesia y nosotros podíamos imaginarnos que ~ran las mismas mujeres allí presentes quienes, en la furia y frenesí" del fanatismo, habían arastrado por los cabe– llos al infeliz vice-presidente (vice-jefe) y asesinán,. dole con sus propias m~nos A, cada instante la exci– tación parecía en aumento El sacerdote, quitándose violentamente el bonete y reclinándose en el púlpito; extendi6 ambos brazos hacia el frente y la'nzó un fre– nético apóstrofe ¡l la sangrienta imagen en la cruz Un

escalofriante y espantoso gemido repercutió por todo el ámbito de la iglesia~ y al momento, a una señal del cura saltaron indios sobre la enramada de pino y de ciprés rompiéndola en dos partes y, con un ruido aná– logo al que produciría un gran incen~io, luc~aban Y

se emp\ljaban alrededor del altar haCIendo nul peda– zos las ramas consagradas para guardarlas como re· liquias santas . Dos indios, .cOn sombreros .de anchas alas, subieron pot las, escaleras colocadas a ambos la– dos de la cruz, y con paños bordados en las manos Y

tenazas de plata, arrancaron los clavQS de las manos de la imagen ~l sentimiento de las mujeres prorrum– piÓ en lágrimas,. sollozos, gemidos, mritos y lame?tos, tan fuertes y profundos que llegando a nosotros lnes· paradamente, nos causa~on.tal impresión de ~nquietud.

que hizo bambolear el ámmo hasta de qUienes má~

dominio tenían sobre su propio espíritu. Tales gritos

de a.ng'ustia j~más los había yo oído proferir por un sufrimiento mortal· y como el cuerJlo manchado de sangre 10 tenían e~ alto bajo el PÚlpito, en tanto ~ue

el sacerdote inclinado le apostrofaba con frenébco fervor, y la masa de mujeres desenfren~damente.e~ci­

tadas se movía de aqu( para allá como la~ olas agita– das de un borrascoso IDar; t?da .la escena era tan emocionante. tan terriblemente lúgubre que, sin sa– ber por qué saltáron las lágrimas de, nuestros ojos. Cuatro años antes, en Jerusalén, sobre el propio Mon–

te Calvario y en presencia del escarnio musulmán,. yo había presenciado la misma cere;monia del. desce~so

de la cruz; pero el entusiasmo de los peregrInOS gne– gos en la iglesia. del Santo sepulcro .erD.;. nada compa. rada con este torbellino de fanatismo y frenesí Poco a poco fué calmándose la excitación; cesó la quebra– dura de las ramas; toda la enramadas ya había sido distribuida y muy pronto dierQn comienzo los prepa-rativos para la gran procesión . , Nosotros salimos con el corregidor y los miéin;' bros de. la IDUI1icipalidad a oCtlpar nq.estro lugar en los balcones del-cabildo La pJ;ocesión se presentaba de un modo tan extraorclinario que, ocultándome a la observaci6n de Jos de· abajo, . m~ preparé al instante para tomar nota de. ella. AbrIá. la marcha un hombre a caballo llamado el cénturión, con yelmo y coraza de cartón cubiertos de papel plateado, máscara negra de crespón, pantalones cortos de r;;iSO negro, medias blan.– cas, banda roja, cintas de rojo Y azul en los brazos, espada con empuñadura plateada y lanza, con las que. volviéndose de cuando en cuando, hacía señales y ade– manes ante la procesión En seguida llevaban Un ca~

ballo enjaezado COll una antigua silla mexicana rica– mente chapeada de plata Atrás, dos hombres enca– puchados con túnicas azules, CO.D s610 ~os agujeros a la altura de los ojos para mirar; conduciendo dos mu– las apareiulas cubiertas enteramente con paños ne– gros hasta las patas y seguidos de otros en~puchados

como los primeros Después venía la gran cruz de plata de la crucificción, sobre un pedestal plateado, ricamente decorado y con adornos que parecían lin– ternas pendientes de los brazos de la cruz, conducida por cuatro hombres vestidos 'con largas túnicas ne– gras. E;n seguida una procesión de indios de a dos en fondo, con largas capas negras, sombrerQs negros de

fieltro con alas de seis a ocho pulgadas de ancho to~

dos c0r::t. v.elas encendi~as en las manos, y después cuatro lndlOs can el IDlsmo vestuario, pero con coro– nas de espinas en la cabeza y arrastrando una baja carreta o ataúd lleno de hojas de pino, con una cala. vera en un extremo.

En seguida y en abierto contraste con todos estos e,mblemas de la. muerte, avanzaba un ángel en la ac– titud .de una bailarina 4e ópera, llevado en hombros de seiS hombres vestidos con traje de raso púrpura con flecos y adornos en ~~ parte de abajo, con ala~

de gasa y una nube tambien de gasa arriba de la ca– beza, llevando.en ~a mano derecha unas tenazas de plata y en la IzqUierda una pequeña cruz de made– ra, con una cola de muselina blanca como de diez yardas de largo, la cual sostenía una preciosa niña

C?}l vesti.do .fantástico y bonito. Después otra proce– Sion de indiOS con velas encendidas seguida por un

grup? de diablos en horrible masc'arada•. A conti–

nu~ción, otro ángel. todavía más parecido a una bai. larma de óp,era, con vestido azul obscuro, con ricas il

as de encaJ~ Y con nubes y ~intas volantes, el cual eyaba ·en la mano derecha una escalera y en la iz.

qUle~ da un martillo de plata, con una cola sostenida lo mismo que el anterior; y añadiré que sin querer ob. servamos que llevaba calzón corto de terciopelo ne– gro Más atrás, otro án~l vestido de amarillo con una pe,queña cruz de madera en la mano derecha y

no pUdIm?S ~omprender lo que llevaba en la izquierda, La sig.Ulent! en el .orden era una preciosa niña como de dIez anos. de edad, armada de pies a cabeza C?? ye]m~ y coraza de plata, también llamada centu.

rl~m, mOVIéndose en suave y graciosa dánza al com–

p~s de la música,__ volviéndose, parándose, d~scansan~

do sobre la emp~J?adUla de la espada y ondeando so– bre. un grup_o dIgnO de ~al jefe, consistenté en doce

hermoso~ mnos con caprIchosos trajes imitando a los

doce apostoles, uno de ellos con un gallo de plata re,;. presentand? a S~l'l PedrC? . Después seguía el gran ob– Jeto. de, v~neración: la imagen de Cristo crucificado en, urta urna d~ ,?ristal,. adorn~da COn ross:s dentro y

fue~a . y ,prote~Ida por u~ palIo de paño negro, qón– ducida por hO;nJ,bres atav13dog COn largas túnicasn~­

g~as y gor~o~ que les cubrf;;in enteramente a. exc~p,;.

Clón dI' los oJOS A todo esto seguía el cura y los sao cerdotes con sus más ricas· vestiduras y descubierta la cabeza; el tambor cOn funda de luto y los solda.. dos con las armas a la funerala' la Virgen María con una larga túnica negra cerrab'a la procesión Esta

te'rlfª que recorrer las principales calles de la ciudad· por dos veces la interceptamos y enseguida nos fui~

mas a la iglesia del Calvario que está situada en una elevación al extremo de una larga calle. Ya las gra. das de la iglesia estaban llenas de mujeres vestidas de blanco; desde la cabeza hasta los pies, :con sólo una abertura oval para la cara Estaba muy obscuro cuando la procesión apareció al final de la calle·' pero al resJ?landor de i~nuinerables velas encendidas, 'tod<lI3 los objetos se exhibían en su más terrible desnudez y

parecía que el fanatismo hubiera estado escrito en caracteres de fuego sobre las caras de los indios. El centuriqp abrió el paSQ por las gradas, la procesión, acompanada de un· canto suave, fué entrando en la iglesia y nosotros regresamos al convento

Por la noche hici,mos varias visitas y más tarde se nos citó a una conferencia en beneficio del cp.ra, por algunos de sus amigos. Sus penas todavía no ha– bían terminado El día de nuestra llegada había re– cibido una orden perentoria del vicario general, de salir para Guatemala, con el aviso de que "alguna peJ;"sona a propósito" sería nombrada en su lugar Se traslucía que los términos de la ordne afligían al cura, pues ellos implicaban que él no era "una per.sona a propósito". Todo Quezaltenango, deCía él, podría res– ponder de sus actos, y él podría responder a Dios que todo se! había hecho para evitar la efusión de sangre.

61

Page 105 - RC_1969_01_N100

This is a SEO version of RC_1969_01_N100. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »