This is a SEO version of RC_1969_01_N100. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »ba] a Guatemala, lugal donde nos desayunamos la se_ gunda mañana de nuesh a llegada al país, y donde los SeñOles Payes tllvielOn necesidad de espelat dos o hes ellas El paraje era .una miserable colección de cho– zas, escaso de provisiones, y las gentes bebían una agua tUl bia en sus puel tas antes que tomal se el ti a– baio de ir por ella al río
Una helmosa mañana, después de un aguacelo,
SallE:IOn para lns 1 uinas Después de cabalgar por es– pacio de media h013¡ sobre un execlable camino, lle_ garon otra vez;} Los Amates El pueblo estaba agla– dablemente situado sobt e la mal gen del 110, Y elevado como heinta pies El lÍo aquí tenía más O menos dos– cientos pies de :mchUla, y ela vadeable por todas pal_ tes exceptuando unos pocos hoyos profundos Por 10
general no excec1ía de tres pies de hondo, y en muchos lugales no era tan plofundo; pela abajo se deda que Cra navegable hasta el mar por botes que no calal an más de tres pies de agua Se embal cm on en dos ca– noas construidas de álboles de cedro, y prosiguieron
110 abajo por un par de millas, donde tomaloll a bOl_
do a un neglo llamado Juan Lima, y a sus dos muie– res Este picaro neglo, como lo designa Mr e en su libio de notas, iba a ser su guia En seguida, pro– siguielon dos o tres millas más adelante, y palalon en un rancho al lado izquierdo del lío, y atravesando dos milperfas, penetraron a un bosque de corpule1?-tos álboles de cedlo y de caoba La senda ela exceSIva– mente blanda V húmeda, y cubiel ta de hojas marchi– tas, y el calor era muy grande Siguiendo a ttavés del bosque rumto al nordeste, en bes cual tos de hOla llegaron al pie de una estr uctUla piramidal, semejan– te a las de Copán, con gradas pel fectas en alg~.1l~os
lugares Subieron a la pal te alta, como de vftnÍlcln– ca pies, y bajaron por las gradas del otro lado, lle–
gando a COI ta distancia más allá hasta una cabeza co– losal de dos yardas de diámetro, casi escondida POI un enorme árbol y cubierta de musgo Inmediato a ella habia un altar grande, tan cubierto de musgo que era imposible descubrir algo de él Los dos se hallan dentro de un cercado
Repasando ~or sus gl adas a través dc la estruc– tUla piranúdal, y prosiguiendo hacia el nOlte hes o cuahocientas yardas más o menos, llegaron a un con– junto de monumentos del mismo carácter genel al de los de Copán, pero dos o tre.s vec~s más elevados: El plimelo es como de vemte pies de al~o, de Cin–
co \lies y seis pulgadas en dos lados, y dos PH!S y och.o pulgadas en los otlos dos El flente leplesenta la fi– gura de un hombre; bien prese~ vada, la parte poste– liar la de una mujer, muy desfIgurada Los costados se l;allan cubiertos de jeloglíficos bien c<?nsel vad?s, pela en bajo relieve, y exactamente del mismo estilo
que los de Copán (Fig NO 1) "
Otro tiene veintitrés pies fueta del suelo, con {l–
gUlas de' hombres al {rente y por detrás. y jeroglífi_ cos en bajo relieve en los costados, y rodeado por una base que se proyecta a quince o. diez y seis pies de l'}
A una corta distancia, ergUIdo en la mIsma POSI– ción con l elación a los puntos de la brújula, se halla un obelisco o pit'dra csculpida, con veintiséis pies fue– la del suelo y probablemente con seis 'lt ocho ente_
11 .dos (Fig NQ 2)
Está desviarlo de la pelpendiculm doce pies y dos pulgadas, Y parece propenso a caer, lo que plobabl~
mente ha sido impedido sólo por un ál bol que CI ecló junto a él y pOl las grandes piedlas ahededol de
cleció junto a él y pOI las glandes piedlas alzededOl de
la base El lado inclinado hacia el suelo 1 epresenta la figura de un hombre. muy perfecta y primOl osa!l1en– te esculpida El lado de arrIba parece que lo mIsmo, pelO estaba tan cubierto de vegetación que lo hacían algo incierto Los otlos dos contienen jClogHficos en bajo relieve En el tamaño y la escultm a éste es el meiOl de todos.
Una esbtua de diez pies de altura yace por el suelo, cubierta Je musgo y hel bajel y oh a más o m~-
nos del mismo tamaño, está can el l osh o vuelto hacia arriba
Hav otras cuatro en piel como de doce pies de a1–
tm3, pelona en muy buen estado de preservaciónl y
varios altales, tan cubieltos de yelba, que ela dificil aveliguar su veldadcla forma Uno de ellos es redon_ do, y está situa 'io SObl e una pequeña elevación dentro de un cÍlculo fOlmado por un mUlo de piedlas En el centro del cilCU 10, adonde se llega bajando por unas angostas gl adas, s~ halla una gran piedl a redonda, con sus lados esculpidos con jeloglíficos, cubiel ta de vegetación, y soportada POI lo que parecen set dos cabezas colosales
'rodas éstos Se encuentlan al pie de la romalla pi–
1 amidal, cel ca unos de oH os, y en la vecindad de una
COII iente que desaguc. en el Motagua Además de és_ tos, contalon ellos trece fragmentos, y sin duda mu_ cho"i oh os pueden ser descubiertos todavía
A alguna distancia de ellos se encuenh a otro mo– numento con nueve pies fuera ,del suelo, y plobable_ mente con dos o hes debajo, con la figura de UDa mujer al flente y por detlás, y con los dos costados ricamente Olnamentados, pero sin jel.oglíficos. Al siguiente día, el negro plometió mostrar a Mr. e once columnas cuadrangulares más altas que nin–
guna de las qm. había visto, que estaban en fila al pie cie la mO!1taña, pela después de auastrarlo por tres hOlas enhe el fango, MI e descubtió, por medio de la bllíjula que él estaba cambiando de dilección cons– tantemente, y como el hombre iba almado con pi~~_
las Cla notOliamente un mal sujeto, e indignaba a los
du~üos del telreno con bajar a investigar sus cam–
pos usurpados, MI' C- desconfió de él, e insistió en
que 1 egl esasen Los Payes ~staban o.cupados en sus proptos negocios, y no teniendo qUIen le ayudala,
1\11' Cathel wood se vió imposibilitado de hacer una cabal exploración o algunos dibujos completos
El caláctcr genelal de estas ruinas es el mismo de las de Copán Los monumentos son mu~ho ~ás
gl'andes pero se hallan esculpidos en más baJO relIe~
ve, son 'menos licos en diseños, y están más descoloü, dos y gastados, plobablcmente por ser de fecha mucho más antigua. .. tOó
De una cosa no cabe duda: en otro tIempo eXls J
allí una glan ciudad; su nomhle se.perdiól su historia es desconocida; y, excepto por un mfo~me tomad~. de las notas de MI' e, e insertado despues d~ la VISIta,
que se intlo(!ujo a este país y a Emopa, nmgu~a le~
lación de su existencia ha sido nunca antes publicada Ha 'lermanecido por siglos tan completamente oculta
com~ si estuviera cubierta COn la lava del Vesubio Todo Via:jP.IO de YzaJ::¡al a Guatemala ha. pasado a ~e:s
hOlas de distancia de ella; nosotros mlsmos~ lo hiCI_
mos así y sin emb31 go allí estaba, como la CIUdad de piedra de Edom, sin ser visitada ni buscada y entel a– mente descor.oc-ida
La mañana ~iguiente al legleso de MI C visité al SeÍlor Payos el único de los hermanos que entonces se hallaba e{-¡ Guatemala, y abl! una negociación pala la compra de estas 1 ulnas Además de su entel a no_ vedad e jnmensc interés como campo inexplOl ado en
las investigaciones anticual ias, los monumentos se en– conhaban sólo como a una Inilla del lío, el terreno el a plano hasta la orilla, y el lio ela navegable des_ de ese Jug31. la ciudad podla ser transpOl tada en peso y erigida en Nueva York Yo declaré explesamente (y mi razón pala hacerlo así será obvia) que hataba este asunto por mi propia cuenta, y que este era ente_ lamente un negocio pelsonal, pero el Sei'1or Payes cree..'fa que yo actuaba en replesentación de mi go– bierno, y dijo, lo que estoy segUlo quc pensaba, que si su familia estuviel a como habia estarlo en otro tlempo, ellos teIldrían el orgullo de ofrecer el todo a los Estados Unidos, que en aquel país no se apleciaban esas l'uinas, y que él se sentu ja dichoso de conb ihuir a la causa de la ciencia en el nuestro; pela que ellos
38
This is a SEO version of RC_1969_01_N100. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »