Page 83 - RC_1968_04_N91

This is a SEO version of RC_1968_04_N91. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

9.~RESTAURACION DE PINEDA

Pineda había vuelto al país. El 2 de noviembre rea– sUmió sus funciones de Director Supremo en Grana– da, "obsequiando de esta suerte el clamor de los pueblos", reza el decreto.

Su presencia en el gobierno dio más calor al movimiento del iEjército Restaurador del Orden. Dos días después otorgó mayores facultades al General en Jefe Fruto Chamorro, en lo político, económico y mi– litar; por ejemplo, para nombrar autoridades, reco– lectar fondos, contratar préstamos, dictar las órde. nes y providencias necesarias al restablecimiento constitucional en Occidente. En otras palabras, y para decirlo en términos modernoS, lo nombró Dele. gado del Poder Ejecutivo en aquel Departamento. Para allanar la vuelta al orden, el gobierno le– gítimo expedió un decreto de indulto a favor de los sublevados el 4 de agosto y de los que se hubiesen afiliado al movimiento, si dentro de 48 horas entre. gaban las armas al Comisionado de Honduras; J!las quedaban exentos de este privilegio el Gral. Munoz, José Maria BalleSlteros l(Comandante Gral. de las Armas cuando el golpe del 4 de agosto), y otros ofi– ciales; lo mismo que aquellos serían juzgados cl?n. forme a las leyes militares, a menos que se expatrIa. sen por su propia voluntad.

Tres días después, con fecha 11, se adicionó a es– te decreto algunas variantes, para fundir en uno sólo el arreglo entre el gobierno y los dos representantes de El Salvador y Honduras. La diferencia princi– pal estaba en que, en lugar de presentar las armas tendidas al Comisionado de Honduras, debían entre. garse a éste y al de El Salvador. Al Senador Abaún– za lo juzgaría la Asamblea. Este decreto debía ser presentado como "últimatum" a los facciosos. Mientras tanto por occidente avanzaban las tro– pas de Honduras al mando del Gral. Francisco Lope

y del nicaragüense José María Valle, alias Chelón, el mi.smo de la facción de 1845, ahora indultado y enemigo siempre acérrimo de Mllñoz. Al acercarse a Chinandega esa trona, hubo allí un tumulto de que resultó muerto el Prefecto del gobierno de facto, y t"echazado un piquete que había destacado Muñoz. Se menciona asimismo que en Nagarote había habido otra escaramuza con las fuerzas de Chamorro, tamo bién adversa a Muñoz.

A éste se le desmoronaba el pastel por todos lados. Muñoz, dice Anselmo H. Rivas, "se sintió a– brumado bajo el peso de la opinión que contra él se desarrollaba, con los títulos de traidor, faccioso y

perturbador del orden con que lo desi/:maban el go. bierno y las hojas impresas que con frecuencia sa– lían". Los soldados arroiaban el fusil y huían. los oficiales dejaban sus puestos y buscaban un refugio en los Estados vecinos, el filibustero McClain y sus secuaces habían desaparecido; de personas importan. tes, sólo quedaban en la ciudad Muñoz, Ab:1únz'1 v el Obispo. Muñoz vió claro lo que valíala legitimidad. Mientras sirvi6 a gobiernos constituídos y fUe defen. sor del orden todos le aclamaban con entusiasmo; pe– ro cuando se desgajó por el atajo de la montonera, todos lo maldecían y le daban las espaldas.

Abrumado con estos hechos que repercutían en su conciencia apresur6 sus planes de rendirse en las mejores condiciones. El y su gobierno de facto es. cribieron al Gral. Lope, pidiéndole las condiciones en que podía aceptar su entrega. El 9 de noviembre contestó el general hondureño a ambos, diciéndoles cómo debían entregar las armas. En la nota al Mi_ nistro, Lope dice textualmente 10 siguiente, que im. porta reproducir porque después fue objeto de dis. cusión "También debo manifestar a V.S. que, aun– que no tengo facultades, según mis instrucciones para

dar este paso, pero siendo todo cumplido religiosa. mente según las <;ondiciones anteriores, ofrezco bajo mi palabra de honor todas las seguridades y garan– tías necesarias, tanto a la persona que ejerce el go. bierno provisorio, como al Sr. Gral. Muñoz y demás que 10 acompañan, bajo condiciones que el Sr. Co– misionado D. Pedro Zeled6n arregle con el Gobierno Constitucional" .

En dos palabras: Lope no estaba autorizado a concluir convenios de rendimiento; y en todo caso, las condiciones que arreglara, quedarían sujetas a la a· probación del Gobierno Legítimo residente en Gra– nada.

De acuerdo con lo convenido, el Gral. Lope avan– zó hasta Posoltega a recibir a los parlamentarios de Muñoz; pero en este sitio se supo que el general re– belde se acercaba con tropas; Lope se retiró a Chi– chigalpa, se atrincher6 y puso preso a los delegados con orden de fusilarlos al menor ,asomo de trai. ción por parte de Muñoz. Pero éste venía de paz, y de allí regres6 a León con Lope el 11 de Noviembre para efectuar la entrega.

No bien ingresó el Gral. Lope a León, mandó detener a Muñoz y a otros cómplices de la suh1e.

vación, según se desprende de las siguientes comuni. caciones dirigidas al Gral. en Jefe que en esos mo– mentos se hallaba en Pueblo Nuevo (hoy La Paz): "León, noviembre 11 de 1851. De conformidad con el artículo 1 9 , fracción 9 de las órdenes generales pa. ra oficiales, me aproximé a esta plaza el día de hoy como a las 9 de la mañana y tengo en mi poder al Gral. Muñoz, sus jefes y oficiales, pues se rindieron a discreción, y los conservo hasta que el Supremo Go. bierno disponga de ellos. Sol el mayor afecto, Sr. General, de Ud. Atto. y S.S. - FRANCISCO LOPE". "Señor Comandante General del Ejército del Es– tado. Los principales caudillos de la facci6n guare– cidas en esta plaza se hallan capturados; y tal vez nn hubiérase conseguido tal aprehensi6n si no apresuro un poco la marcha, pues la mayor parte de ellos se fugaron con anticipación. Servidor de Ud. FRANCIS.

ca LüPE".

Al trasmitir estas noticias a su gobierno desde Pueblo Nuevo con aquella misma fecha, Fruto Chao morro agregaba: "Y como se ve, ya no ha tenido lu. gar la intimación del decreto del 8 del corriente, sino que sin conocimiento de él se han rendido a discre– ción, Espero que el Supremo Gobierno me diete la conducta que debo seguir, pues sin nueva disposici6n entiendo que deben juzgarse en consejo de guerra too dos los que resulten reos".

La noche de ese día Fruto Chamorro emprendió– su marcha hacia Le6n. Suponemos que llegó el 13. Encontró que Muñoz y demás detenidos por Lope guardaban cárcel en la casa del Obispo Viteri, por lo menos allí fueron trasladados después, como cons– ta por las cartas del Prelado al Padre Vijil. Se ha dicho que entre los detenidos figuraba el Senador Justo Abaúnza, como que él fue la cabeza civil del movimiento pero no lo creemos así. En nin. guno de los documentos que traen la lista de íos des– tinados a un juicio militar, figura el Lic. Abaúnza. antes bien expresamente se indica que sería juzgado por la Asamblea. Sin duda por el mismo hecho no fueron incluidos los miembros de la Representaci6n Nacional, Licds. Pablo Buitrago, Hermenegildo Ze. peda yel Dr. Máximo Jerez. De este último sabemos de cierto que participó en el movimiento revolucio nario, porque en las copias que sacó de los Archivos de León don Lorenzo Prado, se consigna que el Dr. Máximo Jerez efectu6 la entrega de la plaza de León el 11 de noviembre en su calidad de segundo je– fe de ella (1). El juicio de Jerez también fue remití-

(1) Jerez fue de los pronunciados y cayó prisionero con su Jefe". (Crónica de El Centroamericano sobre la muerte de Jerez, 10 de Septiembre de 1881, 1(9 37).

56

Page 83 - RC_1968_04_N91

This is a SEO version of RC_1968_04_N91. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »