Page 87 - RC_1968_04_N91

This is a SEO version of RC_1968_04_N91. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

venció que debía casarse con" eU~. Fruto lo, represen– tó con, poder enh:lG.eremqnJa:,:pero el señor del cuenlo

~amás se juntó COD, SU espos~. '.. . ..

, He aquí otra muestra de su delicadeza en. esos asun-tos. . . . .. .

.. Para festejar la ,promulgaCión de la Constitución de

1954, el gobierno dio dos' suntuosos bailes uno de elles dedic,ado a don José de MatcoiE!ta; ilustré español que representaba a Nicaragua en varias cortes europeas Y en los Estados Unidos, quien en . esos días se hallaba en Nicaragua' con Sl1éSposa. .. ,

Esta pidió al Presidente Chamarra que escribiera algo en su album de recuerdos. El con gusto lo hizo' y

lo pasó al Ministro' de Relaciones Exteriores y de ]a

Gobern~ción, Lic. Mateo Mayorga, para ·que pusiera su pensamIento.

El Lit:. Mayorga improvisó la siguiente décima:

En tu faz angelical, Se descubren dos luceros, Que brillan más hechiceros

Por tu pudor virginal: "

I .' Son tus labios de coral, Que brotan cual frescas brisas Tierna y pública sonrisa, Que inspira en el que te ve Ese afecto, o no sé qué, Que al corazón magnetiza.

Cuando Fruto Chamarra leyó esta rcirri~ntica decla– ración de amor de su joven Ministro a una bella muje>: casada, la juzgó impertinente e inapropiad¡l, y le pidió que la cambiara. Mayorga se negaba a hacerlo, cuando se acercó a ellos, el Sr. de Marcoleta, quien; informado de lo que pasaba, dijo que los versos estaban buenos, y

que haCían honor a su esposa. La déc1ma se quedó co– mo fUe escrita, y el álbum siguió recogiendo recuerdos. Fruto Chamorro no abusaba del licor. Lo bebía de vez en cuando; en una fiesta, en rueda de' amigos, pero no lo dominó el vicio. De éstos no tenía otro, si así se puede llamar, que fumar cigarrillos de tusa, según nos informa Gregorie Cuadra. Este. mismo nos dice que Fruto cuando iba de camino a caballo. usaba cue– ras de crin que tenían una bolsa en el interior. Allí es– condía una pequeña vasija de cuerno en la que guarda– ba una cuarta de botella de coñac o de aguardiente, del que sólo tomaba cuando se mojaba o hubiese pescado un resfrío. .

El nuevo Ministro Americano, Mr. Wheeler, llegó a Nicaragua poco después de la muerte del Presidente, y en su discurso de recepción manifestó su admiración por Fruto Chamarra con estas palabras: "hicieron una profunda impresión en mí la integridad de sus intencio– nes, la franqueza con que las manifestaba y su inven-cible fortale:z¡a". .

Su adversario histórico, don José Dolores Gámez, no pudo menos que reconocerlo como hombre de vida pri– vada intachable.

3. CARACTER

Ningún enemigo de Fruto Chamarra, le negó jamás su condición de carácter enérgico y firme. si bien, des– figurando esta condición, atribuían a terquedad sus re– soluciones inquebrantables, una vez tomadas con la re– flexión y el consejo de sus amigos.

Gámez dijo de él que era "una energía de acero". Le gustaba la verdad y llamar las cosas por su nom– bre. Al Ministro Americano Bozman Kerr, que Se ha– bía dirigido a él en una forma ofensiva, le contestó dán– dole las explicaciones neecsarias para justificar su ac– titud, en carta del 18. XL 1951 que ya citamos, y con– cluye sin ambajes ni rodeos. manifestándole: "que de hoy en adelante no puede ni debe el General en Jefe éntablar polémicas que le distraigan de las atenciones de su cargo".

Sus enemigos han propalado que no atendía con· sejós. Eso no es cierto. Cuando en su mensaje de to– ma de posesión solicitó las luces de las personas ilus-

60

tradas y de capilcidad que desea.ran aconsejarle, proce– d,ía sinceramente· Ya en otras9ca~ionEj!s se había ajus·' tado al consejo de los otros,. prmcIpálmente en 1851 y cuando le tocó organizar el Gabiriete de su Gobierno. Por cierto que en esta ocasión por atender a las indicn– ciones de conservadores leoneses y granadinos, quedó excluido del Gobierno el Gral. Jerez, y ese fue uno d"

los motivos que lanzaron a ésté a la revuelta armada, según el testigo contemporáneo Gregario Cuadra. Sin embargo, una vez tomada una resolución, o dic– tada una ley, F'ruto Chamarra la hacía cumplir estricta e inflexiblemente. Tal sucedió' en el caso de tres hon– dureños que se vio en la necesidad de fusilarlos porque formaban parte de las expediciones filibustéras que el Présidente Cabañas de Honduras envió a Nicaragua en siete diversas y seguidas ocasiones. Todo el mundo, amigos y familiares, le pidieron la vida de los reos, más él permaneció inflexible e hizo cumplir la sentencia. Otro aspecto de su indomable energía quedó paten– te en el largo sitio de Granada durante nueve mese:;. Desarmado llegó a Granada, mientras un ejército de 800 /:1qmbres le pisaba los talonE;!s; levantó el espíritu de la defensa, organizó 300 hombres para hacer frente al ene– migo en la proporción de uno contra tres; lo improvisó todo: armamentos, proveeduría, oficialidad. caía mili– tar. hospital de sangre, el gobierno civil, fundó un pe– riódico; y cuando las masas conducidas por Jerez, 13 días' después de la derrota de El Pozo, se presentaron en Granada, pudo hacerles frente y mantenerlas a raya por más de nueve meses, a pesar de que constantemen– te recibían refuerzos de Honduras de armas y hombre:;;. Al cabo de ellos vio coronada su constancia con la vic– toria.

Walker hizo justicia a esta energía, notoria a todo el mundo y motivo de admiración entre los imparciales y de rabia y despecho entre los que al fin fueron de– rrotados por Fruto Ch¡lffiorro. .

Dice Walker en su "Guerra de Nicaragua": que el nombre de Fruto Chamarra "era para los legitimistas una fuerza y para los' enemigos de éstos motivo de te– rror. Si hubiese vivido, su mano, mucho más vigoro– sa que la de Gorral, habría llevado a los democráticos fugitivos a empellones hasta la plaza de León". Le gustaba tertuliar en rueda de amigos, después del despacho, y tomar un aperitivo antes de irse a la mesa.

Era la· costumbre en Granada salir por las noches de San Juan con música y un tamborcito, a poner apo– dos a los que dormían, fingiendo la voZ' para no ser co– nocido. Fruto, acompañado de personajes de la época, salió alguna vez a ejercer ese esparcimiento, resabio de tiempos viejos. .

. Dice Arancibia, quien vivió de muchacho en casa de Fruto Chamarra, que éste era reservado y bromis– ta, pero que estas características suyas fueron a veces mal interpretadas. "La reserva y circunspección qel Presidente -escribe Arancibia- no era del agrado' de sus adictos, que todo lo querían saber y tráducían su prudente reserva por terquedad, su fingida increduli– dad por meopili. y sus bromas por vanidad".

Señala al historiador Pérez como un extraviado cri– terio por estas razones, al cillificar a Chamorro dé "des– cuidado y ciego" ignorante de las maquinaciones 'de sus enemigos.

Confírma su competencia de estadísta. lo que diCe el mismo autor, que "el Gral. Fruto Chamorro ocupó pacíficamente la plaza, de León (en 1851), 'y los laureles que no obtuvo con la espada los adquirió ,con la política, conquistando amigos por la moderación y sagacidad con que trató a los vecinos de León, partidarios y aún cóm– plices, del atentado del 4 de agosto".

De su carácter bromista.' daremos por ahora una anécdota. En cierta ocasión Fulgencio Vega le llevó Un'l noticia importante. Fruto permaneció sin dar se– ñales de interés y movía la cabeza con aire de duda. -Cómo, no la cree, duda de la fuente? -prel!untóle Vega. Chamarra contestó sonriendo: -No, don. Fulgen-cio; no dudo de la fuente, dudo de la cañería. .

Page 87 - RC_1968_04_N91

This is a SEO version of RC_1968_04_N91. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »