Page 90 - RC_1968_04_N91

This is a SEO version of RC_1968_04_N91. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

"; <Todas,estas condiciones que según la grafología, in– dican el carácter y mentalidad de una persona, concu"– rrÍím en Fruto Chamorro. Examinando su letra y la

qes~ripción que hacen de él sus contemporáneos que lo

conocieron y trataron, se ve una concordancia a<lmirable que nos persuade a creer en esa nueva ciencia que lee en la escritura de las personas sus condiciones morales

y mentales.

CAPITULO 11

F~UTO CHAMORRO, ELECTO Dm:ECTOR DEL ESTADO

l.-Problema de San Juan del Norte. 2.-Candidatura

y elección. 3.-Toma de posesión. 4.-Primeros pasos.

1, PROBLEMA DE SAN JUAN DEL NORTE

I

Fruto Chamorro fue nombrado MinistrG de la Gue– rra por acuerdo del 6 de febrero de. 1~~2, para sustituir a Diaz Zapata y porque era necesarIO nombrar persona de aptitud, p~,triotismo y méritos conocidos", cualidades que concurrían en Chamorro, según el acuerdo. Pero tres días después renunció, "por justas causas que expo– ne" y se nombró en su lugár el Gral. Ponciano Corral. , Aunque las cosas parecían quie~as por lo qu~ hacia al exterior, pues la amenaza de los mgleseSl ~abIa que– dado conjurada ~on el tratado ~layton-Bulwer del ~9 de abril de 1850, bIen prontG surgIeron otras pretenSIOnes de los norteamericanos.

Aquel tratado habia deelarado, de cierto modo, neutral la zona del posible canal, y desde entonces, la "filantrópica" protección de la Gran Bretaña ·al pequeño reino mosco, comenzó a padecer una decadencia que al fin llegó hasta el abandono.

Pero entonces los norteamericanos, que habían condenado y estorbado el procedimiento de loS! ingleses para quedarse con San Juan del Norte, trataban ahora de lograr los fines en que aquéllos escollaron. Siguíendo el' consejo del cónsul británico Mr. Green, desde febrero de 1852; los norteamericanos residentes en aquel puerto se habían declaxado independientes, se dieron una cons– titución y se arrogaron el derecho de emitir leyeS!.

En abril del mismo año, decidieron enviar una petición al gobierno de N~caragua para que dejara a San Juan con su gobierno independiente, o bien garantizara los derechos e-inmunidades de los residentes en el puer– to; pues era ya seguro que Nicaragua daba por reincor-porado San Juan a su soberanía. -

Sin embargo, lo anter!or no se llevó a cabo, por– que no estuvo de acuerdo el Secretario de Estado, Mr.

Daniel Webster. El 2 de junio el barco de guerra inglés "Albion" llevó a San Juan del Norte la explicación de que por qué Mr. Webster desaprobaba que se' solicitara la independencia del puerto al gobierno de Nicaragua. El Comodoro inglés de Las Antillás, que iba. a bordo del "Albion", llevaba la misión de participar a los nor– teamericanos sanjuaneños, que "los gobiernos de los Es–

tados Unidos y de la Gran Bretaña habían convenido en garantizar la independencia de San Juan".

En realidad, esto no era rigurosamente cierto, aunque algo había de ello. El Secretario de Estado Mr. Webster y el diplomático británico Mr. Carmpton ha– bían convenido en ciertas bases de arreglo, no sólo del status de San Juan del Norte, sino también de las fron– teras entre Nicaragua y Costa Rica, sin tomar en cuen– ta a Nicaragua.

Estas bases pueden resumirse así:

Se devolvería a Nicaragua la llamada Reserva Mosquitia, o sea el territorio comprendido desde el río San Juan hasta el Coco, que los ingleses habían dis– puesto por sí y ante sí que pertenecía al ilusorio rey del Norte, que ellos llamaban Greytown. Pero a su vez mosco. Esta devolución incluía el puerto de San Juan Nicaragua debía entregar a los indios mosquitos los, de– rechos netos de cualquier clase recolectados en San Juan durante tres años, a razón del 10% ad valoren. Nica-

63

ragua no podría intel"llenir dentro del territorio men– cionado, ni molestar a los indios; y aunque tendría au– toridad municipal en San Juan del Norte, no podría imponer derecho de tonelaje, ni otro alguno de impor– tancia a las mercaderías que pasaran de tránsito por San Juan para otros Estados que no fuera el de Nicaargua. Las bases trazaban los limites entre l\icaragua y Costa Rica por la ribera sur de los ríos San Carlos y San Juan, y ,luego I,lor la del Gran Lago; de allí al río La

Flor hasta su desembocadura en el Pacífico; además, se daba a Costa Rica el derecho de navegar en dichos ríos

y Lago. .

Las bases contenían t.ambién disposiciones sobre el futuro canal y amplaban las cláusulas del tratado Clayton-Bulwer; de modo que todo aquello sólo contem. pIaba el interés de las dos grandes potencias, sin im– portarles un comino el de Nicaragua.

Nicaragua no podía admitir que paises extranje– ros, por muy poderosos que fueran, dispusiesen del te– rritorio nacional a su antojo y conveniencia, y menos que ella comprara con su. dinero el territorio que siem– pre había sido suyo.

En consecuencia, el Congreso de Nicaragua, con fecha 14 de julio de 1852, rechazó las bases de Webster

y Crampton, .no obstante que había de por medio ame– nazas si no se aceptaban; manifestaba el Congreso es– tar dispuesto a ventilar el asunto en un arbitramento imparcial, y protesta solemnemente "contra toda inter– vención extranjera' en asuntos de su administración, y contra el uso de la fuerza para violentar su voluntad y sus derechos".

Los ñorteamericanos residentes en San Juan no quedaron muy conformes con este deSenlace. Desde principios de ese año se habían prácticamente apodera. do del gobierno del puerto y abundaban en animosidad contra Nicaragua. Mr. Robert M. Walsh, Agente espe– cial de los EstadoSl Unidos en Costa Rica, desembarcó en San Juan del Norte el 25 de mayo de 1852, e inme– diatamente informó al Secretario de Estado Mr. Webster de las condiciones del puerto. "Todllvía flota aquí ,la bandera del Rey Mosco -le dice; pero esa es la única señal de su soberanía. El mando de la ciudad está en manos de extranjeros, principalmente de norteamerica– nos, quienes hace poco han elaborado una Constitución para ello y han electo un grupo- completo de autori– dades. .. El objetivo de los extranjeros aquí es abier– tamente establecer un ptlerto libre, con el mayor terri– torio circundante que sea posible; y proclaman con des~

caro que nunca se someterán a la ley de ningún poder nacional. Odian especialmente a los nicaragüenses ... Si es cierto lo que se propala de la debilidad y degra– dación de los nicaragüenses, es fácil creer lo que ase– guran los "greytonianos" (sanjuaneños), que se sienten capaces de apoderarse de toda la República cuando así lo deseen".

La nueva actitud usurpadora de los norteameri– canos estimuló el patriotismo de los nicaragüenses. Casi todas las ciudades principales levantaron actas en que cóndenaban el proyecto de independencia de San Juan y pedían las armas para oponerse a al mutilación de la patria.

Page 90 - RC_1968_04_N91

This is a SEO version of RC_1968_04_N91. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »