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Biografía Alejandro Bolaños

Dr. Alejandro Bolaños Geyer
24 agosto, 1924 – 25 mayo, 2005
Recopilada por Patrick Bolaños Davis

Alejandro Bolaños Geyer, nació en Masaya, Nicaragua el 24 de agosto de 1924. Hijo primogénito de Nicolás Bolaños Cortés y Amanda Geyer Abaunza. Se casó con Patrica Davis de Saint Louis, Missouri con quien procreó siete hijos: cinco varones y dos mujeres. De éstos: 27 nietos y muchos más bisnietos. Falleció en Managua, Nicaragua el 25 de mayo de 2005.
      

Cursó sus estudios escolares en el Colegio Centro-América, de jesuitas, en Granada, Nicaragua, donde se graduó en 1942 con el título de “Príncipe Perpetuo” por su excelencia en estudios, deportes, compañerismo, y servicio a los demás.

En agosto de 1942, ingresó a la universidad de jesuitas, Saint Louis University, en Saint Louis, Missouri, Estados Unidos donde recibió su título de Doctor en Medicina Interna—Diagnóstico.  En 1949 regresó a Nicaragua a establecer su exitosa práctica bajo la cual fue considerado como excelente médico con alto índice de satisfacción y aprecio de sus pacientes. Además del gran conocimiento en la materia y fuerte habilidades de diagnóstico y analíticas, el Dr. Alejandro Bolaños tenía un buen “ojo clínico” y altos valores de moral y ética.  En Nicaragua, fue pionero en la aplicación y práctica de la escuela de medicina de los EE.UU., la más avanzada mundialmente.  Su centro clínico en Managua fue el primero en combinar varias especialidades bajo un mismo techo.

Como empresario, participó en sociedad con sus hermanos, Nicolás y Enrique, en la creación y desarrollo de la empresa algodonera agroindustrial más grande del país, Grupo Bolaños-Saimsa.

En 1972 al leer el libro escrito por Clinton Rollins William Walker: Guerra en Nicaragua pensó que este sería una “novela más” pero realizó que estaba leyendo un documento testimonial; aunque dudó de la información que estaba siendo publicada como “historia” y que se utilizaba como veraz en los libros de texto.  Buscó información con su tío, el historiador Andrés Vega Bolaños, quien le dijo: “En Nicaragua abundan los historiadores; por desgracia no abunda la verdad que en la Historia ha de lucir, por aquello de que se carece de archivos y bibliotecas; y, será lo peor, de personas a quienes consultar.”  Esto lo volcó a estudiar e investigar exhaustivamente la década de 1850 a 1860, época en que Nicaragua estaba en crisis y era centro del mundo de entonces.  Viajó a múltiples países fotocopiando documentos vitales de mediados del s. XIX para reunir y analizar la mayor colección existente sobre la época:  más de un millar de carpetas, cerca de 300 rollos de microfilmes y un total aproximado de centenares de miles de páginas fotocopiadas de sus Fuentes primarias en Europa, Estados Unidos, el Caribe y Centroamérica.  Estos documentos originales son la base de la bibliografía original de su obra.

En su investigación, el doctor Alejandro Bolaños Geyer descubrió que en realidad, el libro “testimonial” era ciertamente falso—era una “novela”.  Clinton Rollins no era un filibustero que acompañó a William Walker en Nicaragua.  Clinton Rollins era un pseudónimo del escritor Clinton H. Parkhurst—escritor de historietas en el Chronicle de San Francisco.   Mientras investigaba este hecho, el Dr. Bolaños se interesó aún más en la personalidad del Filibustero William Walker, y usó sus habilidades de diagnóstico médico para estudiar a William Walker y analizarlo psicológicamente a la vez que documentaba la verdadera Historia de La Guerra en Nicaragua.

En el exilio de 1978-1995, trabajó arduamente desde su casa en St. Charles, Missouri, Estados Unidos, promoviendo y divulgando entre los medios universitarios, periodísticos, gubernamentales, religiosos y de toda otra índole intelectual, la verdad de los acontecimientos en Nicaragua de esa época.  Para este fin, creó el Nicaragua Information Center, publicó el boletín Voice of Nicaragua (Voz de Nicaragua), y dictó numerosas conferencias.

Por su labor, al Dr. Alejandro Bolaños le fue otorgado múltiples reconocimientos de parte de Instituciones privadas y gubernamentales de varios países.
La labor de educar con la verdad y su pasión por dar a conocer la historia tal como sucedió, no como quisiéramos que hubiera sido, la basó en su educación médica.  “La enfermedad hay que diagnosticarla, analizarla, y tratarla por lo que es; no por lo que quisiéramos que fuera.”
 

OBRAS DEL DOCTOR ALEJANDRO BOLAÑOS GEYER

En el Fondo de Promoción Cultural del Banco de América en Managua
 

De Publicación Propia