1. El PLC nació como MLC
La historia del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) actual revela que nació como “Movimiento Liberal Constitucionalista” (MLC), un simple movimiento político en la década de los años sesenta para tratar de evitar que el general Anastasio Somoza Debayle fuera electo presidente de la República. Posteriormente se unió en 1979 al programa de gobierno de la oposición para el derrocamiento de Somoza. Sin embargo, durante el gobierno de la década de los años ochenta permaneció casi inactivo, porque por decreto de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN) de 16 de abril de 1980 fue excluido del Consejo de Estado —asiento que le estaba reservado en el Programa de Gobierno de Reconstrucción Nacional— y que estaba por instalarse el 4 de mayo de ese mismo año.
En 1936 existió un Partido Liberal Constitucionalista (PLC), de poca duración, cuyos principales exponentes fueron los doctores Leonardo Argüello y Rodolfo Espinoza R., quienes se oponían a la candidatura del general Anastasio Somoza García, entonces Jefe Director de la Guardia Nacional, porque violaba la constitución que prohibía a militares activos aspirar a candidaturas de cargos públicos.
Este ensayo es sobre el nuevo Partido Liberal Constitucionalista (PLC), cuya historia documentada revela que en la década de los años sesenta, Ramiro Sacasa Guerrero, quien fuera alto funcionario de los gobiernos de Anastasio Somoza García y de Luis Somoza Debayle, se separó del Partido Liberal Nacionalista (PLN) —la facción somocista— y fundó el Movimiento Liberal Constitucionalista (MLC). Su objetivo era tratar de evitar que el general Anastasio Somoza Debayle (conocido como Tachito, hijo del general Somoza García, conocido como Tacho), llegara a ser presidente de la República en 1967, para frenar así el continuismo familiar que ya venía desde 1936.
Este movimiento fue liderado por Ramiro Sacasa Guerrero, Alejandro Abaunza Espinoza, Pedro J. Quintanilla, Alfredo Reyes Duquestrada, Orlando Buitrago Méndez, José Antonio Tijerino Medrano, Ernesto Somarriba y otros. Todos ellos eran liberales de viejo cuño y de gran prestigio. Pero los del MLC —y muchos otros en ese entonces— no tuvieron éxito y Tachito, el general Somoza Debayle, llegó a la Presidencia de la República para el período 1967-1971, con señales de querer reelegirse y prolongar más el continuismo familiar.
El pacto Kupia Kumi
El general Somoza Debayle tomó posesión del cargo de presidente de la República el 1 de mayo de 1967 y, aspirando reelegirse, desde temprano comenzó a maniobrar para llegar a legalizar su reelección, que prohibía la Constitución. Para ello, Somoza debía acordar un pacto con el más fuerte opositor, el doctor Fernando Agüero Rocha, máximo líder y presidente de la Junta Directiva Nacional del entonces vigoroso Partido Conservador. Después de previos acuerdos informales establecidos por sus respectivos negociadores, Somoza, como presidente de la Junta Directiva Nacional y Legal del Partido Liberal Nacionalista y el doctor Agüero llegaron a reunirse por primera vez la noche del 27 de noviembre de 1970. El diálogo así iniciado continuó varias veces más, hasta culminar en la Convención Política firmada el 28 de marzo de 1971 en sesión solemne de las Juntas Directivas y Convenciones Nacionales de ambos partidos, celebrada en el Teatro Nacional Rubén Darío1.
En esencia, entre otras cosas, ese pacto estipulaba 1) la convocatoria de la Asamblea Constituyente para reformar la Constitución; y 2) la renuncia anticipada del presidente Somoza Debayle, quien entregaría la presidencia por más de dos años a una junta de gobierno integrada por dos liberales (Roberto Martínez Lacayo y Alfonso Lovo Cordero) y un conservador (Fernando Agüero Rocha)2.
Esta Junta, bautizada por el pueblo “Los Triunviros” y también “Pata de gallina”, tomó posesión el 1 de mayo de 1972 y duró hasta la fecha que estableció la nueva Constitución, que resultó ser el 1 de diciembre de 1974, fecha en que entregó el cargo al general Somoza, electo en los comicios del primer domingo de noviembre de ese mismo año. Durante la vigencia de esta Junta se produjo el terremoto de diciembre de 1972 que dejó en escombros el centro geográfico de Managua.
La población rechazó ese pacto entre ambos partidos y lo manifestó apodándolo con el nombre de Kupia Kumi, que en misquito significa “un solo corazón”.
Se usó así el viejo ardid de presentarse a elección bajo una nueva constitución cuando, por definición, ya todas las viejas reglas y prohibiciones dejan de existir, porque una nueva constitución crea una nueva república.
Ya Somoza podía, pues, resultar legalmente electo en esa nueva república que instauraba la nueva constitución. Efectivamente, Somoza fue electo presidente de la República para un nuevo período (ahora de 6 años, de acuerdo a la nueva Constitución de 1974) para el período del 1 de diciembre de 1974 al 1 de diciembre de 1980. Esta trama causó más descontento y repudio nacional.
La noche del 27 de diciembre de 1974 un comando del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN o Frente sandinista) efectuó un asalto armado y sangriento a la casa del doctor José María Castillo Quant, ex ministro de agricultura de Somoza, al momento que se desarrollaba una fiesta de fin de año con invitados influyentes del ámbito diplomático, político y social. El entonces monseñor Miguel Obando y Bravo, arzobispo de Managua, actuó de mediador cuyo resultado fue la liberación de los miembros sandinistas que se encontraban en las cárceles y quienes, junto con los miembros del comando asaltante, viajaron hacia Cuba.
El 10 de enero de 1978 se produjo el asesinato del doctor Pedro Joaquín Chamorro —sempiterno adversario político del régimen somocista— en sospechosas circunstancias que conjeturaban un crimen político y que sirvió de detonante de una insurrección generalizada encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Se elevó sobre el régimen de Somoza la presión política e internacional, así como la insurreccional de los guerrilleros del Frente sandinista.
El 22 de agosto de 1978 también otro comando del FSLN asaltó el Palacio Nacional, lugar solitario ubicado en los escombros del centro de Managua después del terremoto, donde despachaban algunos ministerios y sesionaba el Congreso Nacional.
Los países democráticos, sobre todo los gobiernos de América en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), el 23 de junio de 1979, sorprendentemente abandonaron la interpretación paralizante y estática del principio de no intervención demandando “El reemplazo inmediato y definitivo del régimen somocista3”. Esta resolución contribuyó a acelerar los acontecimientos que, junto a la guerra civil, llevaron a la caída del gobierno de Somoza en julio de 1979.
Somoza Debayle renunció a la presidencia la noche del 16 de julio y abandonó el país la madrugada del día 17. El Congreso en cámaras unidas la aceptó de inmediato y acto seguido eligió y juramentó al doctor Francisco Urcuyo Maliaños como presidente de la República para concluir el período de Somoza. El doctor Urcuyo solo duró 43 horas en el cargo4 y abandonó el país hacia Guatemala. El nuevo gobierno sandinista integrado en la llamada Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN) asumió el poder a las once de la mañana del viernes 20 de julio en un acto celebrado en la plaza de la República.
El PLN cayó víctima de sus propios errores y del caudillismo somocista que desde 1936, durante 43 años, dominó plenamente el acontecer político del país.
El MLC eliminado del Consejo de Estado
El 18 de junio de 1979, durante el período insurreccional, las fuerzas opositoras acordaron en San José, Costa Rica, elaborar el Programa de Gobierno de Reconstrucción Nacional, que implementarían al asumir el poder a la caída de Somoza. En este programa estableció, entre muchas otras cosas, que el nuevo gobierno revolucionario instalaría un Consejo de Estado (una asamblea nacional, con otro nombre), que realizaría las funciones de poder legislativo. Ese Consejo de Estado (CdeE) estaría integrado por 33 miembros provenientes de diversas organizaciones de la sociedad: políticas, empresariales, sindicales, universitarias y clero.
Entre esas 33 diputaciones, al sector político se le reservó un asiento para cada una de las 5 siguientes organizaciones: el Partido Conservador Demócrata (PCD), el Partido Social Cristiano (PSC), el Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN), el Movimiento Liberal Constitucionalista (MLC), y el Partido Socialista Nicaragüense (PSN).5
Sin embargo, un mes antes de instalar el Consejo de Estado la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN) emitió el 16 de abril de 1980 el decreto No. 374 mediante el cual, arbitrariamente, le quitó su asiento al Movimiento Liberal Constitucionalista y a la vez aumentó el número de asientos en el Consejo de Estado de 33 a 47. Estos 15 asientos —los 14 nuevos más el del MLC— los rellenó con miembros de organizaciones de orientación y ascendencia sandinista: el Ejército Popular Sandinista, la Central Sandinista de Trabajadores (CST), la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC), la Juventud Sandinista 19 de Julio, los Comités de Defensa Sandinista (CDS) y la Asociación de Mujeres Nicaragüenses Luisa Amanda Espinoza.6
Mediante esta movida el FSLN obtuvo con todas sus fuerzas subordinadas un 76% del control del Consejo de Estado, violando así la esencia de lo estipulado en el Programa de Gobierno firmado en San José, Costa Rica el 18 de junio de 1979. Esto causó inconformidad entre los restantes miembros de los sectores políticos, sindicales, clericales y empresariales que integrarían el Consejo de Estado. También causó la renuncia de doña Violeta de Chamorro y del ingeniero Alfonso Robelo de la Junta de Gobierno, quienes fueron reemplazados por los doctores Arturo Cruz Porras y Rafael Córdova Rivas el 19 de mayo de 1980, según Decreto No. 406 de la JGRN.
No obstante, los 12 miembros no sandinistas del CdeE, a regañadientes y ya en actitud opositora, ocuparon sus asientos en ese poder legislativo el 4 de mayo de 1980, día de su instalación. Seis meses después, el 12 de noviembre, las 12 organizaciones no-sandinistas decidieron levantarse de sus asientos y abandonar el recinto, en protesta y rebeldía por estar frente a esa impuesta yavasalladora fuerza sandinista que no daba lugar a debates pluralistas. De esta manera, el Consejo de Estado quedó integrado solo por miembros sandinistas hasta el final de esta primera legislatura.
Mientras tanto, el MLC permaneció casi inactivo en el escenario político de aquellos primeros días de la Revolución, especialmente por haber sido excluido del Consejo de Estado durante todo el año 1980. No obstante, a pesar del acoso del régimen revolucionario a todo vestigio de liberalismo, la gran masa liberal comenzaba, poco a poco, a retoñar a lo largo y ancho del país, evitando identificarse ni asociarse con el liberalismo somocista ni con los vestigios del Partido Liberal Nacionalista que fueron proscritos por el nuevo régimen.
______________________________
1 Partido Conservador, Proceso documental de la Convención Política del 29 de marzo de 1971, Imprenta Nacional, Managua 1972. En www.enriquebolanos.org/context.php?item=coleccion-diversa&m=internal_book_detail&id=280
2 N del A - Un año después, el 1 de marzo de 1973 Fernando Agüero renunció a la junta y fue sustituido por otro conservador, Edmundo Paguaga Irías.
3 OEA, Resolución II de la XVII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, 23 de junio de 1979. El texto fue propuesto por la delegación de Venezuela y recibió 17 votos a favor, dos en contra: Nicaragua y Paraguay, y cinco abstenciones: Chile, El Salvador, Guatemala, Honduras y Uruguay.
4 Urcuyo Maliaño, Francisco, Solos - cuarenta y tres horas en el búnker, 1979, EDITA, Guatemala, 143 páginas.
5 JGRN, Programa de Gobierno, 18 de junio de 1979.
6 JGRN, Decreto 374 Reforma al Estatuto Fundamental de la República, 16 de abril de 1980.