11. La campaña presidencial de 2001
A pesar de que la figura de Enrique Bolaños-Geyer fue ensombrecida circunstancialmente por el tizne pactista que avergonzaba al PLC, Bolaños consigue darle nuevo y renovado impulso y fuerza de arrastre al liberalismo atrayendo a los resentidos y a muchos sectores sociales y políticos indecisos por las recientes acciones cuestionables del PLC.
Bolaños fue electo candidato del PLC en enero de 2001. Faltaban seis meses y medio para el inicio oficial de la campaña, que sería el 18 de agosto. Había que prepararse para ello. Como ingeniero industrial Bolaños dedicó los meses de febrero, marzo, abril y mayo en diseñar su campaña, planeó todo en detalle. Tampoco se podía iniciar una campaña con tantos meses de anticipación. Al comienzo muchos miembros del PLC se preocuparon porque les parecía que la campaña no arrancaba y que Bolaños no pasaba del 5% en las encuestas de opinión.
Cómo se hizo la campaña
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Luego, el 3 de junio presentó a las bases del PLC sus planes y programas n un acto público en el Centro de Convenciones Olof Palme. A continuación recorrió los departamentos del país, para instruir y asignarles tareas específicas a sus equipos regionales de campaña. Para el 18 de agosto —fecha oficial de inicio de campaña— todo su plan de campaña estaba preparado e inició su campaña nacional con un gigantesco acto de masas en Matiguás, centro geográfico del país. A partir de ese momento las encuestas de opinión comenzaron a mostrar los avances diarios, hasta el 56,31% de la victoria final el 4 de noviembre.
A medida que avanzaba la campaña, se iban conociendo de nuevas deficiencias en lo político, social, económico y moral que heredaría. Cuando estaba por decidir su participación en la contienda electoral, había recibido la recomendación que don Alberto Dahik, economista, ex gerente técnico del Banco Central y ex vicepresidente del Ecuador, quien le había dicho: “Don Enrique, después de ver las finanzas públicas, yo le recomiendo que no corra”.
No obstante, desde 1978 Enrique Bolaños se había involucrado muy activamente en los asuntos nacionales y sentía el llamado para seguir luchando, ahora desde la presidencia de la República, para iniciar aquél cambio y señalar la nueva ruta —una nueva era para Nicaragua, la llamaba él, porque quería que perdurara ya que su efecto no podía ser de corto plazo— que predicó como ciudadano, como empresario y presidente del COSEP en los años ochenta y como vicepresidente de la República. Sentía que todavía tenía algo más que aportar a Nicaragua.
Al igual que muchos, él creyó que Nicaragua estaba enferma, que la alta dirigencia política se había desfasado, porque más le importaba el interés personal, el partidario y las prebendas del padrino político que el destino de la nación. Incluso lo notaba también en algunos altos jerarcas religiosos asociados al poder político para, en algunos casos, hacer negocios poco transparentes a través del amiguismo con las alturas del poder, que derivaba en daño moral para las partes y para el país. Creía que se debía rehabilitar la política, la de p mayúscula, la del bien común, la que busca restaurar y practicar los valores morales.
Campañas separadas: las del ejecutivo y legislativo
La sombra de la imagen desgastada del doctor Alemán, alcanzaba también a Bolaños. Por ello, sus amigos fundaron una organización llamada “los amigos y amigas de Enrique Bolaños”, para que muchos demócratas liberales y no-liberales que deseaban apoyarle encontraran el medio para hacer que su candidatura alcanzara la mayor cantidad de votos.
Además, otro grupo de amigos organizó la “Cruzada Democrática” que con fondos particulares de simpatizantes de cada barrio entrenaban a los fiscales y les proveían de alimentación, transporte y otras necesidades en su participación en las tareas de campaña.
Recibió el apoyo privado de la parte preocupada de la Iglesia (de su Iglesia católica), del capital, de productores, de gremios empresariales y sindicales, de personas de ambos géneros y de todas las edades, y de manera especial, el apoyo de un buen equipo de campaña, una estrategia clara, un mensaje de austeridad, honradez y trabajo para que el nicaragüense “pueda llegar a vivir con dignidad”.1
Por otro lado, desde la etapa de diseño de los planes y programas de campaña, Bolaños se vio perturbado por intentos de mangoneo de Alemán y algunos otros de la cúpula del PLC. Entonces, el diseño de la campaña debía tener como eje esencial la separación física, financiera, administrativa y objetivos entre la campaña presidencial y la de los diputados rendidos a Alemán. Y así lo decidió y ejecutó el equipo de Bolaños.
Alejandro Fiallos, vocero de la campaña de Bolaños, posteriormente narró para registro de la Historia:2
Alejandro Fiallos |
Toda la campaña fue una tirantez espantosa entre Arnoldo y el equipo de campaña, entre Arnoldo y don Enrique. Había una enemistad en contra del candidato y del equipo del candidato y don Enrique tenía que lidiar diariamente con su campaña, con todos los problemas, con aquel “penqueo”, aquel desvelo, aquellos discursos, aquella intensidad de la campaña, y estar lidiando contra Arnoldo y su equipo que llevaba la contraria. Cuando se ganó la campaña, fue Enrique Bolaños el actor… y ya se acabó, Arnoldo ya estaba apartado. Yo creo que Arnoldo sufría, porque él creía que iba a mangonear, desde un inicio, todo. Y fue una campaña muy bonita bien agresiva. |
Hagamos un trato, slogan de campaña
Para poder avanzar en la lucha contra la pobreza, como parte esencial de su campaña, Bolaños predicaba que cada uno debe convertirse en el artífice de la solución de sus propios problemas; que solo nosotros podemos salvarnos a nosotros mismos; que todos debemos cumplir con el deber de hacer lo que esté al alcance de nuestras fuerzas para poder llegar a vivir con dignidad. El futuro no es un regalo, es un logro; podemos influenciarlo; el futuro es determinado por lo que hagamos hoy y proponía:
—Hagamos un trato: yo les ofrezco hacer todo lo que sea necesario para buscar y traer oportunidades para todos, pero todos nos debemos remangar las camisas para aprovecharlas, y labrar así nuestro propio futuro para poder llegar a vivir con dignidad. ¿Trato hecho?, preguntaba, y al grito del sí de la audiencia, confirmaba — ¡trato hecho!
Otros actores:
Daniel Ortega calculó que tenía oportunidad de ganar estas elecciones, por lo del 35% de los votos que le concedió Alemán y lo demostró con los buenos resultados que obtuvo en las elecciones municipales del 2000. Lanzó la campaña de que ya el FSLN había cambiado, que se van a llevar bien con el sector privado y con Estados Unidos y que van a respetar la libertad de prensa en Nicaragua.
Pedro Solórzano. Enrique Bolaños consideró que Pedro Solórzano era un político con alto nivel de aceptación en la ciudad de Managua. Pedro había sido candidato a alcalde de Managua en 1996 y perdió por una posible manipulación de datos por el CSE. En el año 2000 no pudo correr porque le pasaron la raya, o sea, que mediante un movimiento de cartografía se cambió su lugar de residencia a otro municipio. Pedro tenía varios años de hacer la carrera de carretones Ben Hur, con mucho éxito y gozaba de gran popularidad en Managua. Bolaños logró conquistarlo para que fuera su jefe de campaña en el departamento de Managua sabiendo que es vital ganar Managua para poder ganar la presidencia. Y así se ganó Managua por 9 puntos.
Doña Violeta. El 22 de marzo (2001) el titular del diario La Prensa fue: “Severa reprimenda de doña Violeta a Solórzano”. Doña Violeta criticó a Pedro Solórzano porque parece que pactó con el PLC y le dijo que es triste que se cambie de personalidad de la noche a la mañana. “Él sabrá dónde está, cada cual es dueño de su propio miedo”, opinó doña Violeta. (LP 2001 03 22).
El 8 de marzo de 2001 en El Nuevo Diario doña Violeta dijo:”Yo creo que todavía hay tiempo de trabajar por la unidad de todos los partidos políticos que no tienen ningún arreglo con el PLC o con el FSLN y quieran trabajar por la democracia”.
EL 29 de marzo, Cristiana Chamorro (hija de doña Violeta) escribió un artículo de opinión titulado: “¿Ortega y Alemán ganaron mañana?” Habló de que Bolaños es rehén de Alemán, que la debilidad de Bolaños ante Alemán favorece a Ortega.
A un mes de las votaciones, doña Violeta escribió otro artículo en el diario La Prensa (LP 2001 10 09), titulado: “Tres Compromisos”: en el que añadió un comentario de claro rechazo a Bolaños: “No podemos aceptar la afirmación que la democracia la representa el partido que está en el gobierno, y menos aún el triste argumento de que, si no lo apoyamos, vendrá otro más malo”.
La expresidenta Chamorro agregó que ha invitado por carta a los tres candidatos a que adquieran los siguientes tres compromisos:
Primero, el compromiso de abstenerse de proclamar victoria antes de conocer los resultados del Consejo Supremo Electoral.
Segundo, el compromiso de que el candidato ganador, haga un llamado formal a los otros dos candidatos a concertar una estrategia Nacional a largo plazo.
Tercero, el compromiso de que el candidato ganador enviará una carta al presidente de los Estados Unidos expresándole que el nuevo gobierno estará junto con los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico internacional. Esto debido al ataque a las torres gemelas sufrido por Estados Unidos el 11 de septiembre del 2000.
Esta carta fue recibida por Bolaños y por su equipo de campaña como un balde de agua fría, como una deliberada intención de hacerle el lado a Ortega. Es de sobra conocido que Bolaños es amigo de los Estados Unidos y que apoya y apoyará a este país en su lucha contra el terrorismo. Con el que hay duda es con Ortega, amigo de muchos de los países enemigos de los Estados Unidos.
Noel Vidaurre. El doctor Vidaurre fue electo por su Partido Conservador candidato a la presidencia de la República el 12 de marzo de 1996. El doctor José Antonio Alvarado, presidente del Partido Liberal Democrático (PLD) en alianza con el Partido Conservador fue escogido candidato a la vicepresidencia. Las encuestas señalaban que en ese momento el Partido Conservador gozaba de alrededor del 20% de intención del voto. El 18 de junio el CSE inhibió al doctor Alvarado de participación política alegando fallas técnicas en la recuperación de su ciudadanía nicaragüense al regreso del exilio en 1990. Entonces, el partido escogió al doctor Carlos Tünnermann para sustituir al doctor Alvarado en la candidatura vicepresidencial. Poco después, las diferencias internas en el partido sobre la negociación de una alianza con el MRS, resultó en la renuncia de Vidaurre, el 17 de julio. El doctor Tünnermann —su compañero de fórmula— asumió la candidatura presidencial, pero a finales de julio el partido nombró al doctor Alberto Saborío candidato a la presidencia en sustitución del doctor Tünnermann. (LP 2001 07 17).
Los Lilas. El 26 de junio Enrique Bolaños logró atraer en alianza a cinco dirigentes del Consejo Nacional del Partido Conservador, quienes fueron conocidos como “Los Lilas”, porque don Enrique bromeaba diciendo que una mezcla de rojo con verde produce el color morado, pero que si la mezcla es perfecta, produce el color lila, nombre de su esposa. Ellos eran: William Báez, Roberto Urroz, Yalí Molina, Ariel Granera y otros.
Pasaron varios meses, y para el 9 de octubre (un mes antes de los comicios) el candidato del Partido Conservador, doctor Alberto Saborío, salía muy bajo en las encuestas. Ya la población estaba convencida de que la contienda sería solo entre Bolaños y Ortega y que ya había una diferencia muy significativa entre Bolaños y Alemán y que Bolaños haría un gobierno muy diferente al de Alemán y muy diferente al de Ortega.
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1 Enrique Bolaños G., Lanzamiento de Bolaños presidente, Discurso del 3 de junio de 2001. Disponible en click aquí
2 Grabación entrevistado por Enrique Bolaños Abaunza. En Auge y caída del PLC. Archivada en Biblioteca Enrique Bolaños.